Capítulo X -. Hijos

167 17 124
                                    

—Iruka, sé sincero. —le reclamaba Yamato.

—¿Eh?

—¿Dónde está Deidara? —susurró.

—¿Y esa pregunta tan derrepente?

—Ayer un hombre lo buscaba, le pidió información a Shikamaru y le habló sobre eso. ¿No era uno de la campaña de adopción? Su nombre me suena de ahí.

—Tú sabes que no tengo ni idea de la vida personal de los pacientes, sólo fue eso y ya.

—No muchos han oído sobre él y tú eres de los pocos que sí. Sólo pensé que sí. Pero bueno, puedes dejarlo, fue simple curiosidad.

—¿Por qué buscaría a Deidara...?

—No lo sé, pero parecía ser importante.

—O-oh... ya veo. Muchas gracias por avisarme, supongo. —trató de fingir indiferencia.

—De nada. —asintió con la cabeza y se retiró.

...

—¡Deidara! —lo buscó por la casa. Iruka había vuelto poco después para avisarle a Deidara.

—¿Qué pasa? —preguntó confundido aún con la escoba en las manos, ya que estaba barriendo la sala.

—Creo que ese tal "Obito" ya está buscándote, hoy en la mañana un hombre preguntaba por ti allá en el hospital. —susurró con preocupación.

—¿¡Cómo!? —dijo asustado —. Dime más.

—Fue lo que me contó uno de mis compañeros de trabajo, Yamato.

—No conozco a nadie, seguro sí era de la gente de Obito, si es que no era él.

—No me explicó más, pero habló con Shikamaru. No quise hacerle sabe que estabas aquí.

—Oh... —bajó la cabeza —¿Qué hago? No quiero que me encuentre...

—Será difícil encontrar una nueva alternativa.

—Pensaba en salir un poco, pero ya nisiquiera quiero considerarlo, va a encontrarme, hm. —se cruzó de brazos.

—¿Ya viste las noticias? Está tu nombre ahí, parece que recurrió a buscarte como si hubieras desaparecido.

—¿Qué? ¡No! Ahora también me buscará la policía para entregarme a él...

—Parece ser así, pero busca tranquilizarte. Sé que es difícil, pero algún día saldremos de ésto.

—¿Algún día...?

—Es obvio que de la noche a la mañana no podremos, pero de que se logrará se logrará.

—¿Y qué pasa si me entrego?

—¿Cómo dices...? —preguntó con sorpresa.

—Es decir, con la posibilidad de que aunque la policía me encuentre no me fuera con Obito.

—¿Estás seguro? Es mafioso y quién sabe cuánto poder tenga.

—Lo sé, pero... ¿y si se pudiera...?

—Sería muy bueno para ti, lo mereces. Algo de libertad no sería malo, de hecho, podría hacerte mejor. Has pasado encerrado aquí por mucho tiempo, sería bueno un cambio, ¿no?

—Sí. ¿Quién será el hombre al que tú compañero se refería...? —preguntó con curiosidad.

—No lo sé...

—Bueno, trataré de disfrutar el tiempo de estar libre de él, hm.

—Me alegra mucho, Deidara —le sonrió.

~ Destino ~ [ITADEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora