Capítulo I -. Sorpresa tras sorpresa

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—«La felicidad en mi corazón no podría ser más grande. ¡La prueba de embarazo acaba de salir positiva! Necesito decírselo a Sasori... En cuanto llegue de trabajar se lo diré, no falta mucho tiempo. No sé cómo hacerlo especial. Estoy tan emocionado por por fin expandir nuestra familia... después de 2 años de casados, lo que he añorado tanto se ha vuelto realidad» —pensaba ilusionado un jóven rubio ojialzul: Deidara Kamiruzu. Quería gritar con fuerza, sus emociones eran realmente intensas.

—¿Está todo bien, Deidara? —Sasori recién había llegado del trabajo. Entró a la habitación después de haber buscado por todas partes a su esposo, ya que no lo encontraba.

—¡Ah! —escondió con rapidéz el pequeño aparato tras su espalda, no esperaba que llegara tan temprano —. H-hola, amor. —sonreía nervioso.

Aquel pelirojo tenía una perspicacia impecable, aunque ésta no fuera necesaria para darse cuenta que Deidara escondía algo. —¿Qué es lo que estás escondiendo...? —dijo mientras se acercaba hacia él con lentitud, haciéndole retroceder.

—¡Na-nada!

Sasori alzó una ceja mirándolo juzgosamente, tentando a Deidara para decirlo, quien se puso rojo hasta las orejas mientras temblaba como chihuahua.

—Yo... eh... —bajó su cabeza —. Estoy... e-embarazado... —su voz fue tan baja que el otro no escuchó ni un poco de lo que dijo.

—¿Discul-

—¡EMBARAZADO, EMBARAZADO! ¡ESTOY EMBARAZADO! —gritó con la desesperación suficiente para querer acabar rápido con la ansia que consumía su alma.

—... —a pesar de que la sorpresa podía verse en su semblante, no sabía qué hacer o decir, tal vez hasta cómo sentirse.

—¿No te emociona? —le dijo con una sonrisa en su rostro por haberlo soltado al fin, también por la felicidad que al menos a él le brindaba.

—S-sí...

—¿No te emociona...? —el miedo, el pavor o cualquier sentimiento parecido se había apoderado de él. Su sonrisa había desaparecido. Por un momento, creyó que Sasori lo abandonaría.

—Me emociona mucho, mi vida. No te pongas así. —trató de decir con calma —. Si me disculpas, y-yo me iré a dormir.

—Sasori, ¿qué te sucede...? —lo tomó del hombro mientras éste se daba la vuelta con la intención de salir —. Ésta es tu habitación, nuestra habitación; aquí dormimos tú y yo juntos, ¿a qué estás jugando?

—No estoy jugando, es sólo que... quisiera beber un poco de agua antes de dormir.

—Ve entonces... —lo soltó y salió antes de la habitación.

Casi corriendo, se encerró en el baño a llorar desconsoladamente. Ciertamente no esperaba ésa reacción de su esposo, al no haberse cuidado "aquella vez", por un momento pensó que tal vez quería tener decendecia con él.

No era un experto en llorar en silencio, ya que con Sasori a su lado le era imposible guardar sus emociones y ocultarlas. —«Ésto... no debió haber terminado así... S-Sasori sólo está sorprendido porque no lo esperaba... él nunca...»

El mencionado pelirrojo había oído los llantos de Deidara a través de la puerta, puesto que había ido tras él. —Perdóname... —susurró antes de irse.

Al día siguiente las cosas estaban más frías entre ambos, no existía una muy buena conexión. Por la parte de Deidara, estaba triste y decepcionado por la reacción de Sasori, mientras que Sasori tenía sus propios problemas.

~ Destino ~ [ITADEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora