~ Destino ~ [ITADEI]

Capítulo XXXIII -. Papi Dei

—Muy bien, ya es hora de prepararse antes para dormir. —Itachi se levantó de la pequeña mesa, pero fue seguido por sus bebés.

—Ah... —dijeron los mellizos al unisono.

—Mañana será un día largo y tenemos que dormir temprano, vengan. —los cargó en brazos y los llevó hacia la ducha. Deidara los siguió y buscó ayudarlos.

—Dijiste que me enseñarías a bañarlos. —le dijo el rubio estando desde atrás.

—Oh, qué bueno que me lo recuerdas. Primero debes asegurarte de que todo esté en su lugar.

—Jabón, shampoo, toallas, ¿qué más?

—¡Guguete! —dijo Haru con alegría.

—Oh, sí —rio un poco el padre —. Sus juguetes. Iré por ellos. —se fue, dejando a Deidara solo con ambos.

—¿Les gusta jugar mientras se bañan? —preguntó rompiendo el silencio.

—¡Chi! —respondió Haru alegre.

—¿Y a ti, Ryuu?

—Chi... —le dijo sin mirarlo.

—¿Y quieres jugar conmigo? —el pequeño negó con la cabeza, partiendo su corazón.

—¡Yo shi! —le dijo Haru con rapidéz.

—Bien. Si cambias de opinión, puedo estar con ambos. —le sonrió al pelirrojo.

—Hm... —el mencionado siguió enfadado en su lugar.

Los pasos afuera del baño llamaron la atención de los tres, Itachi había vuelto con una pequeña bolsa donde guardaba todos los juguetes de baño. —Traje todos, ¿cuáles quieren? —abrió la bolsa y se la mostró a todos.

Entre fuertes gritos de emoción, los mellizos eligieron los que más les gustaban. Poco después, ambos adultos se encontraban ya bañando a los bebés, que no se negaron mucho a jugar con la espuma y los juguetitos.

—¡Baaahh! —Ryuu jugaba con un barco que arrastraba por la espuma de la bañera.

—Ryuu, vuelve aquí. Debemos enjuagarte ya. —Itachi lo atrapó en sus brazos y besó su mejilla repetidas veces mientras que el bebé reía sonoramente.

—No quedo ime. —dijo Haru, que seguía siendo lavado por Deidara.

—Dicen que en estas aguas hay cocodrilos, ¿seguros de que quieren quedarse?

—Eso no es- —quiso decir Deidara, pero fue regañado con la vista por parte de Itachi.

—¡¡AAAAAAHHHHH!! —gritaron tratando de salir.

—Papi los va a cuidar, pero deben sacarse el jabón. Deidara, ¿me ayudas a enjuagar a Haru antes de que se lo coman?

—Me los comeré yo a besos, son adorables, hm. —enjuagó a Haru, tomó su toalla y lo envolvió en ella para abrazarlo y besar su cabeza con todo su amor. Estaba cautivado, sus hijos eran una parte importante de él.

Itachi observaba enternecido hasta que Ryuu se encimó sobre él, estando empapado de jabón y agua.

—Ups. —dijo Deidara cuando los vio.

—No te preocupes, sólo me bañaré después de que terminemos. —sonrió, para después bajar de nuevo a Ryuu y enjuagarlo. Lo secó con una toalla y cuando lo bajó al suelo, el pequeño salió corriendo a su habitación, para después ser seguido por su hermano.

—¡¡Dococidoooo!! —dijeron ambos al irse.

—¿Era necesario el cocodrilo? —-le preguntó Deidara divertido.