Capítulo LII -. Hospital

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Mientras trabajaba, Itachi fue llamado por la recepcionista del hospital, la cual le informó que la cirugía de Shisui y de Sasuke habían terminado hacía un rato, y que lo único que quedaba era esperar a que despertara.

—Entiendo, muchas gracias. ¿A qué hora podré ir a visitarlo?

—Puede venir alrededor de las 4:00 p. m., la visita es de diez minutos para ambos. Puede salir de una e ir a otra.

—Está bien, ahí estaré.

...

Durante el tiempo a solas, Deidara había pensado en limpiar la casa, ya que estaba hecha un desastre. Itachi no había tenido tiempo de hacer nada y se mantenía así desde hacía incluso semanas antes en las que Ryuu y Haru estaban perdidos.

Empezó por la cocina, siguió por el baño, la habitación de los bebés, la suya, y finamente la de Itachi. En esa, al barrer bajo la cama, se encontró con una caja que le llamó la atención. ¿Qué podía contener para estar en ese lugar?

—¿Qué es...? —la tomó entre sus manos con cuidado. La subió a la cama y la abrió lento, sin saber qué esperar —. «¿Podrían ser zapatos...?» —pensó en la posibilidad. Al verlo, se sorprendió de la cantidad de fotos que habían ahí. Mirando algunas, vio varias fotos de la boda entre Itachi e Izumi —. Parecen felices... ¿De verdad sólo Ryuu y Haru... "arruinaron" eso? ¿Y si Itachi la perdona y vuelven? —murmuró. Se le hizo un nudo en la garganta al pensar en las acciones de aquella mujer, al sentir lastima por el antiguo amor que solía tener con él, al sentir que había una pequeña probabilidad de que ellos vuelvan a estar juntos. Deidara tenía la pequeña sospecha de que Itachi aún la amaba. Dio un suspiro y siguió explorando las fotos.

Encontró fotos de Ryuu y Haru cuando eran más bebés y su corazón dio un vuelco, lo habían tomado por sorpresa. —Mis pequeños... —murmuró enternecido. Vio exactamente a los bebés que dejó a cargo de Itachi, a los recién nacidos que con mucho dolor había dejado.

Sus lágrimas no tardaron en hacerse aparecer, era como volver al pasado y tener la oportunidad de empezar desde el inicio, sentía que con dos años se había perdido de mucho, que no había podido estar presente gran parte de su corta vida. Esperaba ser aún más con los años que seguían.

Sonrió, después se dirigió hacia el teléfono de la casa y le llamó a Itachi. —Hey, ¿cómo te ha ido en el trabajo? —empezó directo.

—Bien, estoy terminando poco menos de dos horas antes de mi hora de salida. Sólo me faltan algunas correcciones y ya lo podré entregar.

—Eso es genial, hm. Te sigo esperando, sólo quería saber qué tal estabas.

—Muchas gracias, Dei —habló en un tono de voz más alegre —. En cuanto salga del trabajo, iré a ver a Shisui y a Sasuke, ¿me acompañas? Quiero saber si debo ir a recogerte o no.

—Sí, está bien.

—Perfecto, en un momento más iré.

—Bueno, adiós.

—Adiós. —colgó.

Pasado el tiempo así se cumplió. Entregó su reporte, pero Madara lo detuvo antes de que se fuera.

—Espera.

—Dígame. —se dio la vuelta manteniendo seriedad a pesar de estar sorprendido de que hubiera algo más que quería decir.

—Escuché sobre Sasuke y de Shisui. Cuéntame cómo les va, ¿has sabido más de ellos?

—Sí, hace poco terminaron sus cirugías, están en recuperación. Me acabo de enterar, no le he contado nada a mis padres.

~ Destino ~ [ITADEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora