Capítulo XIII -. Difícil

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Itachi recién despertaba de la noche anterior, en la que le contó aquel cuento a sus niños. Abrió sus ojos con lentitud, pero antes de levantarse prefirió abrazar a su esposa por detrás.

—Buenos días, linda. —murmuró en su oído. El sonido de su voz ayudó a que despertara.

—Buenos días. —dijo con debilidad al seguir adormilada.

—Voy a ir a prepararme para ir a trabajar y alistar a los niños antes de dejarlos con Ino, ¿te despiertas para darte desayuno y besos? —se acurrucó en su hombro con cariño, pero la mujer se limitó a asentir con la cabeza —. Bien, tú descansa. —le dio la vuelta y besó su mejilla para después cumplir con sus deberes.

Primero se preparó, en 15 minutos ya estaba usando su uniforme y se había duchado. Preparó el desayuno para todos y siguió con su rutina.

Ryuu y Haru crecían con mucha rapidéz, si antes se quedaban quietos en sus cunas esperando el desayuno, empezaron a querer correr por todas partes desde que aprendieron a caminar, incluso a veces buscaban formas de escapar de la cuna.

—Izu, buenos días. Qué bien que ya despertaste. —dijo alegre el marido. Ya había terminado de cocinar y se había sentado a comer y vigilar cómo comían los bebés.

—Buenos días. —tomó el plato que estaba solo y empezó a desayunar.

—¿Por qué no podemos estar con mami? —preguntó Haru, captando la atención de los adultos.

—Mami está ocupada también, ella... —quiso decir Itachi.

—Está ocupada —completó la mencionada —. Tengo que realizar unos trámites legales que me ayudarán en unas cosas que debo hacer.

—¿Estás usando frases complicadas para que no te entiendan?

—Para nada, es sólo que quiero explicarles a los niños en lo que estoy ocupada.

—¿A qué trámites legales te refieres...? ¿Pasó algo?

—Es que tuve un pequeño problema, pero todo se solucionará.

—¿Y se puede saber qué problema fue? No me enteré. —preguntó preocupado.

—No, lo siento.

—¿Por qué?

—Porque no, y ya. —le sonrió.

—Te estás portando muy extraña, además de que ese "tiempo" que nos dimos ya está durando mucho.

—Sí.

—¿Eso qué significa?

—Que aún necesito tiempo.

—... —su expresión estaba algo rota, quería mantenerse fuerte, pero sus lágrimas ya estaban recorriendo sus mejillas.

—¿Qué tiempo? ¿Por qué papi llora? —preguntó Ryuu.

Itachi se levantó de la mesa sin decir una palabra y se retiró, dejando confundidos a los pequeños.

—¿Es algo muy malo? —miraron a Izumi.

—No, es sólo que papi es algo sensible. Yo les ayudaré mientras él llora. —tomó un trapo húmedo y limpió para limpiar sus rostros, que estaban llenos de la papilla que comían, empezando por Haru.

—¡Wah! —dijo el rubio con disgusto al sentir la toalla limpiando su rostro —. Estoy comiendo —apartó las manos de su madre con las suyas, pero ella era más fuerte —. ¡No quiero! —gritó enfadado.

—No sé como papá los deja comer así, se ensucian todos. —dijo mientras continuaba.

—¡¡No quiero!! —sus manos habían logrado separar el trapo y lastimar a Izumi, golpeando su brazo con su fuerza de bebé.

~ Destino ~ [ITADEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora