Capítulo XLI -. Cena

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Deidara tocó suavemente la puerta y entró. —¿Sigues despierto, verdad? —susurró al acercarse a él, compadeciendo su dolor.

Itachi no sabía muy bien qué decir, pero a sabiendas de que no era desconocida la razón de su estado de ánimo, decidió darse la vuelta aún acostado en su cama y sonreírle. —¿Tú crees?

—Bueno, si no estuvieras despierto no podrías responderme, hm. —rio.

—¿Para qué me necesitabas a esta hora?

—Ni siquiera es tan tarde, máximo son las 8, ¿vas a levantarte con el sol mañana?

—Exacto.

—Vaya —acarició su cabeza —, eres muy dedicado.

—Son ellos, no podría serlo más.

—Muchas gracias —le sonrió —. Sé que también son importantes para ti, pero aún así me siento muy agradecido de que te dediques tanto a ellos. Siento que eres el padre que no pudo ser Sasori, hm... —murmuró para sí mismo, bajando ligeramente su sonrisa y cabeza.

—Estoy seguro de que él habría sido el mejor —dirigió su rostro a él con su dedo índice para que lo mirase —. Por ahora, nos toca formar una pequeña familia entre los cuatro. Ryuu y Haru nos unen como no tienes una idea.

—Es increíble que después de mucho tiempo sin verlos, sólo haya podido verlos durante menos de tres días.

—No te angusties, seguro pronto podrás tenerlos todos los días, viéndolos crecer y aprender.

—Ojalá que sí. De igual forma, el que esté aquí ha sido resultado de lo mucho que me ayudas, ¿o has traído a todos los vagabundos secuestrados aquí a tu casa? —rio.

—Claro que no, eres muy especial.

—Dame una... no, tres razones para que tuvieras la confianza de ayudarme a mí y sólo a mí de esa manera.

—Mi tío te hizo daño, sentí que no podía dejarlo así al ser él alguien tan cercano a mí. Tus hijos son mis hijos, claro que no eres cualquiera; y por último...

—¿Por último? —inquirió con curiosidad.

—Has sido una persona muy agradable desde que te conocí, quizá eso me ayudó a tener más ganas de ayudarte. Siendo sincero, no quiero echarme para atrás, quiero que seas parte de mi vida. Al fin y al cabo, te invité a vivir a mi casa, claro que conviviremos bastante.

—Tienes razón, ganas por esta vez, hm.

—¿Será que quieres que no sea así para la próxima?

—Tal vez, depende. —bromeó.

—Ya ni siquiera tengo idea de a lo que te refieres.

—No importa.

—¿Venías por algo en especial?

En ese momento, le dio algo de pena admitir lo que pasaba. Se alejó un poco y desvió la mirada. —Yo... tal vez sí tenga un poco de hambre...

—Está bien —le sonrió, para después levantarse e ir a la cocina para poder darse una idea de lo que podría prepararle —. Bueno, no he ido a comprar muchas cosas últimamente, no he tenido tiempo.

—No te preocupes por eso, era sólo una excusa para pasar tiempo contigo.

—Me confundes...

—Tsk... —sus mejillas tomaron un leve rubor al ver que no se había tomado como esperaba aquel comentario. Vio que Itachi esperaba un poco más de sinceridad desde el principio, cosa que le avergonzó no haber hecho.

~ Destino ~ [ITADEI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora