💸 11. DOMINANTE Y SUMISA 💸

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TRAVIS

Nada más montarme en el coche, Levi me echa una mirada de reojo.

– ¿Qué? - gruño.

– Iba a preguntarte si estabas más calmado que ayer, pero veo que no.

– Ves bien. Igualmente, no me alteré en ningún momento.

– No. Solo despediste a media empresa, rompiste dos botellas en un arrebato y tu móvil también. Por no hablar de tus pies, que deben estar destrozados.

– Están en perfectas condiciones. Gracias por tu preocupación.

– Nosotros no somos tus enemigos. No tienes que tratarnos mal – dice sin dejar de mirar la carretera.

– ¿Con quién te refieres a nosotros?

– A Nina, a Lucas a Irina y a mi.

– No te he hablado mal – frunzo el ceño.

– Supongo que tenemos conceptos diferentes de hablar mal.

– Será eso.

No quiero enfadarme con él. Lo considero igual de esencial que Nina, o Lucas. Es parte de mi familia y si le permito que hable más de la cuenta de mi vida es solo por eso.

Tampoco quiero que se pasen de la raya. No soy uno cualquiera para que anden hablando o criticando mis acciones o actos.

Nunca he perdido el control delante de nadie, y ayer fue la primera vez. En cuanto me enteré de que robaron en la empresa, se me fue la cabeza.

En el fondo estaba esperando el ataque, porque todos los años pasa lo mismo, pero no de esa manera.

La mayoría de veces que han intentado entrar en la sede no han conseguido llevarse nada. Se ve que este año mi personal ha sido una mierda, por eso los despedí. No pienso tener ineptos a cargo de la seguridad de Louis Vuitton.

Ya cometieron un error al dejar a entrar a la dueña de Chanel, Lenka, no hace mucho, y les advertí. Ahora tienen que aceptar las consecuencias y saber que jamás van a pisar alguna de mis tiendas.

En cuanto a mi ida de cabeza... no me molestó del todo la presencia de ellos, pero si la de Irina. Esa niña busca siempre algo en mi contra y estoy seguro de que esta falta de control me la va a recordar por el resto de mi vida.

Siempre me intento mostrar impasible y relajado. Ahora que sabe que puedo perder la paciencia, seguramente haga algo por comprobarlo por ella misma. Temo que mi arrebato me haga parecer menos imponente, importante, o menos hombre.

Intento meterme en la cabeza que no debo volver a perder el control de esa manera, mucho menos delante de ella. No puedo darle armas con las que apuntarme.

– ¿Se puede saber por qué has traído a la perra a donde quiera que vayamos? - pregunta sacándome de mis pensamientos.

Miro por el espejo retrovisor a Louisa, que va en el asiento de atrás con la lengua fuera y mirando a todos lados, intentando ubicarse.

– Porque necesito deshacerme de ella o mañana en vez de ser el dueño de Louis Vuitton, seré el asesino de perros.

Le indico que aparque y se quede en el coche, ya que no voy a tardar.

Cojo a Louisa y la llevo en brazos hasta adentrarme en el establecimiento. Un precioso y llamativo refugio de animales.

Una mujer me sonríe desde detrás del mostrador. Pongo a la perra encima y se la acerco.

– Vengo a donar esta perra.

– Los animales no se donan, en todo caso se dan en adopción.

Enarco las cejas y sonrío, acercándome a su cara.

180 DÍAS PARA ENAMORARME [+18] [LIBRO 1][TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora