🧁 18. CELOS 🧁

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IRINA

Tres semanas puede ser un periodo muy corto en algunas situaciones y un periodo muy largo para otras.

En mi caso, tres semanas sin tener enfrentamientos con Travis es mucho tiempo. Es un completo récord.
Han sido días de paz, dentro de lo que cabe.

Me sigue tratando como lo que soy para él, alguien más inferior, pero fuera de esa normalidad, no ha pasado nada más.

No han habido provocaciones, humillaciones mayores o castigos. Es cierto que tampoco le he dado motivos para ir en contra de mi o ponerme en mi sitio.

En el fondo es algo que echo de menos, pero sigo firme con la idea de seguir siendo tan solo una trabajadora sin más, sin otro tipo de fines. Quiero seguir mi línea y demostrarle que ni él ni nadie va a volver hacerme perder el control de nuevo. Me cuesta mantener las formas y no caer en el comienzo de sus juegos, pero cada vez lo voy consiguiendo con más facilidad.

Por otro lado, estas semanas vuelven a parecerme demasiado tiempo para no haber podido contactar con Marc. Le pedí vernos después de que la policía lo echara de casa, pero no obtuve respuesta.

Lo dejé pasar los días que estuve enferma, pues no tenía cuerpo para hacer nada mucho menos para quedar con él, pero cuando me recuperé, le volví a escribir con la intención de vernos y disculparme en persona por todo lo que pasó.

No le iba a contar la verdad sobre que fue Travis quien activó la alarma, pero una buena excusa me hubiese inventado.

A día de hoy, sigue sin leerme los mensajes y sin responderme las llamadas. Me preocupa que le haya pasado algo.

– ¿Has visto si ha subido algo a sus redes sociales? - me pregunta Ava.

– No nos seguimos en redes sociales. Nos dimos el número de móvil directamente.

– Alomejor solo has sido un polvo para él – dice Eliot.

– No – niego segura – me demostró querer algo más.

Wendy sale de la piscina y se acerca a las tumbonas, donde el resto estamos tomando el sol.

– Puede ser que ya no le interese lo vuestro. O alomejor ha encontrado a alguien – dice mientras se pasa una toalla por los hombros.

– De ser así, no entiendo porque no da la cara y me lo dice. No es que estemos enamorados para estar ya ocultando cosas – hablo frustrada.

– ¿Sabes donde vive, no? - dice Eliot a la vez que se mete en el agua – Acércate a su casa y hablas directamente con él en persona. No creo que te vaya a cerrar la puerta en las narices.

– Que no te extrañe, con lo raro que está...

– No debió sentarle bien que lo echaran de esa manera en casi pleno acto – se ríe Wendy.

– Lo sé, pero yo no tuve la culpa – me levanto hastiada – Intentaré hablar con él en persona, aunque tampoco quiero ser una pesada. Bastantes mensajes le he dejado ya. No quiero que piense que soy una controladora. Quizá esto solo sean indirectas para que deje de hablarle.

– Todo el mundo merece una explicación, da igual en el punto en que esté una relación. Aclara las cosas con él y te quedas conforme. Al menos te quedarás tranquila al poner todo de tu parte. Porque te gusta, ¿no?

Pienso antes de asentir levemente. Me gusta. No más que otra persona, pero sí. Estaba acostumbrándome a su compañía y a la facilidad de estar con él. Me sentía cómoda y tranquila con su presencia.

No sé que le puede estar pasando por la cabeza para pasar completamente de mi. Quizá solo sea que se ha dado cuenta de que no le gusto. Si es eso... no puedo hacer nada más que retirarme.

180 DÍAS PARA ENAMORARME [+18] [LIBRO 1][TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora