IRINA
No me hace falta estar más de veinticuatro horas con Kennedy para saber que su presencia me agrada. Es un hombre simpático, alegre y confiable. Desde que llegué ayer, no ha dejado de tratarme bien. Como si fuera una reina. Se ha preocupado por mi y me ha ofrecido todo lo que tiene.
He insistido en ayudarle a hacer tareas de casa, pero me lo ha prohibido. Si se mancha algo, lo limpia él. Todas las comidas las hace él también, y lo único que me permite es estar tumbada a mis anchas y bañarme en la piscina. Ojalá todos fueran así y no un grano en el culo.
– Kennedy – toco a su despacho y abro cuando me permite – Van a venir mis amigos, todavía no los he visto desde... bueno – me río nerviosa – Desde antes de que pasase todo. ¿Te importa?
– Claro que no, pueden venir cuando quieran – asiente.
– Estará Ava – sonrío de lado.
– Lo sé. Saldré después de hayáis tenido un rato a solas – sonríe también.
Veinte minutos después, les estoy abriendo las puertas.
– Cada vez te encontramos en una casa más lujosa. ¿Se puede saber de quien es y que haces aquí?
Me río y abrazo a Wendy, seguido de los otros dos.
– Ya os he dicho que estaba bien – hablo mientras observan todo el jardín.
Les digo que se pongan cómodos y nos sentamos en el borde de la piscina con los pies metidos bajo el agua. De aquí a un rato nos bañaremos, porque hace calor. Además, vienen bien preparados. Me han hecho caso al traerse la ropa de baño.
– La casa es de Kennedy – respondo antes de que vuelvan a preguntar.
– No – Ava se lleva una mano a la boca sorprendida - ¿De mi Adonis?
– Que manía con adueñarte a los tíos. No es tuyo – Wendy le pega en la cabeza.
– En pensamiento lo es, déjame – le devuelve el golpe.
– ¿Y porqué estás aquí? - pregunta Eliot ajeno a sus hermanas.
Les empiezo a contar todo con pelos y señales hasta que llego a la parte del hostal que me interrumpen, alterados y enfadados.
– ¿Me estás diciendo que has pasado noches en una habitación mugrosa y oxidada solo porque no te ha dado la gana contar con nosotros? - se indigna Ava.
– No puedo recurrir a vosotros siempre.
– ¿No es eso lo que hacen los amigos? Entendemos que no quieras depender de nosotros continuamente, pero joder, Irina, si tienes un problema, lo lógico es que nos llames – me mira Wendy seria.
– No fue necesario. Tenía ahorros y podía permitímelo. No me quedé debajo de ningún puente.
– Tú misma has dicho que pensabas estar solo unos días hasta que encontraras trabajo de nuevo. ¿De verdad piensas que hubieses molestado mucho en
nuestra casa? ¿Con nosotros? - pregunta Eliot dolido.– No, claro que no – les doy la razón – Pero la decisión la tomé por mi. Yo me sentía mejor haciéndolo de esta manera. Tengo que acostumbrarme por si algún día no estáis.
– Pero es que estábamos – se queja Ava – Y nunca vamos a dejar de estar. Nosotros no.
– Lo siento, ¿vale? - suspiro – No quería causar problemas, dudas o pena. También necesitaba tiempo sola para pensar. No tenía ganas de dar explicaciones y de hablar sobre esa familia. Solo quería que pasasen los días y hablar con vosotros.
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180 DÍAS PARA ENAMORARME [+18] [LIBRO 1][TERMINADA]
Romansa** BILOGÍA 180 DÍAS** LIBRO 1 Irina Estoy en un lugar seguro. Me gusta que cuiden de mi y ser atendida. Odio estar enferma, pero si tengo en cuenta mi vida de fuera, estar en un hospital es lo mejor que me puede pasar. Aunque mi opinión cambia cuan...