Capítulo 22

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XXII

( Contiene una diminuta escena +18, no está tan subida de nivel pero es su decisión leerla :) )

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Los rayos del sol me pegaban en el rostro, abría lentamente mis ojos mientras desconcertada miraba el lugar donde me encontraba, me levantó lentamente y agarró mi cabeza debido al malestar con el que había amanecido, estaba acostada en la alfombra de la pequeña sala de estar que había en la habitación de Carlos, ¿qué hice anoche? todo está tirado, la alfombra está sucia del champagne e incluso hay frutas regadas por todos lados.

Miró hacía la cama y Carlos aún estaba acostado en ella, eso significaba que aún no había visto lo qué había hecho, debo recoger rápidamente o creerá que solo soy una loca que aprovechó el momento para poner patas arriba su habitación. El dolor de cabeza era insoportable pero ahora mismo solo importaba recoger.

- Bien, rápido y con cuidado _____ - Susurró para mí mientras recogía las botellas tiradas en la alfombra.

- Buenos días ma belle, al parecer disfrutaste de la noche más que yo - Se sienta en la cama Carlos mientras se ponía una bata de color rojo antes de acercarse a mí -. Deja ahí, en un rato vendrán a recoger - Sonríe y se arrodilla sobre la alfombra para quedar frente a mí.

- Yo hice todo esto, disculpame... jamás había bebido tanto incluso trabajaba en un bar pero te juro que jamás llegué a beber ni una sola pizca de alcohol - Lo miró fijamente a los ojos y el me quita las botellas de las manos.

- Ma belle tranquila, incluso si lo hubieras hecho no me importaría en lo absoluto - Sonríe dejando las botellas a un lado -. Lo importante es que te hayas desahogado anoche, ¿quieres desayunar algo?

Negó varias veces y me recargó sobre su pecho, acaricia mi cabello suavemente y ambos nos quedamos en silencio.

- Tienes una práctica pendiente y yo aquí te estoy quitando el tiempo, no te quitaré más tiempo - Me separó levantandome y agarra mi mano para que volteara a verlo.

- No me quitas el tiempo, es todo lo contrario - La tensión sexual que había entre ambos estaba desequilibrada, estábamos a segundos de que explotará, nuestra mirada estaba fija sobre la del otro mientras Carlos se levantaba para quedar a mi nivel.

Con un movimiento fuerte jala mi cintura para cargarme haciendo que enredé mis piernas sobre su cadera, con cuidado me dirige hacia la mesa más cercana que teníamos y me coloca en ella mientras se inclinaba hacía mí con cuidado. Deslizaba sus manos sobre mis caderas hasta llegar a mis piernas, sus labios estaban cerca de mi oído haciéndome escuchar su respiración acelerada.

Un gemido sale por mis labios al sentir la oleada de placer que ahora mismo me estaba haciendo sentir Carlos, quería esto, lo quería en este momento.

- Tengo la sospecha de que después de hacerlo simplemente me dejarás - Le susurró con la respiración agitada.

- Bueno supongo que tendremos que coger para demostrarte lo equivocada que estás, ma belle si ahora mismo lo hacemos créeme, pasará más de una vez, ya verás - Besa mis labios, en está ocasión los besos habían subido de nivel, es como si todo este tiempo nuestros labios estuvieran esperando este momento, de nosotros se desprendía una atracción apasionada que desde el día ayer teníamos pendiente.

Me levanta de la mesa y me acorrala con fuerza hacia una pared besándome con más intensidad, la habitación pareciera que vibrará del placer, gimo a mis adentros cuando mete su lengua deseando probar algo más allá de mí. Me llevaba hacia la cama mientras sus manos recorrían mi trasero, su roce erizaba mi piel completamente mientras yo solo me limitaba a recorrer su espalda con los dedos.

- Si sigues así está vez no podré contenerme - Mete sus manos bajo el vestido que no me había quitado ayer y acaricia mis pechos por encima del sujetador.

- No te detengas... - Jadeo sobre sus labios, anhelaba sentirlo dentro de mí.

Me recuesta sobre la cama, con un movimiento ágil se deshace de mí vestido y comienza a besar cada parte de mí cuerpo mientras su mano ya se encontraba dentro de mis bragas, depositaba algunos besos sobre mi cuello mientras sus dedos jugaban dentro de mí interior. Minutos más tarde podía notar que mi lencería había desaparecido.

- He anhelado hacerte mía desde el primer momento en que te conocí, después de esto no querrás irte de mi lado - Besa mis labios mientras me aferraba con fuerza a su hombro, se separa de mí por un momento para quitarse la bata que traía encima y acto seguido se quita el bóxer dejándome a la vista lo magnífico que realmente era, ¿en verdad eso entraría en mí?

Se inclinaba hacia mí colocandose casi encima de mi cuerpo, sujeta mis manos poniéndolas por arriba de mi cabeza y con un ágil movimiento me penetra fuertemente, un grito sale de mis labios, esto no era lo que esperaba como "una primera vez", me alejo un poco por el dolor que me había provocado, un par de lágrimas adornaban mis mejillas.

- ¿_____...? - Me mira fijamente a los ojos, podía notarse un pequeño brillo en ellos aunque también se podía notar el pánico que esto le provocaba -. ¿Porqué no lo mencionaste?

- No es importante, ya se me ha pasado el dolor, ¿continuamos? - Le sonrió ligeramente.

Tocan la puerta de la habitación varias veces, se escuchaba la voz de Charles llamando a Carlos. Ambos miramos el reloj que estaba a un lado de la cama y daban casi treinta minutos para las once, le quedaba tiempo de nada para poderse preparar.

- Ma belle, así no. Perder tú primera vez cómo un simple acostón de mañana no es dignó para ti, no quería lastimarte cuando te penetré de esa manera... - Besa mi mejilla varias veces -. Me encanta la idea de ser el primero pero hagamos de eso algo especial, tengo que irme

- Hasta luego - Volteó mi rostro evadiendo el beso que me daría en los labios, puedo notar su ceño fruncido pero simplemente se levanta de la cama para entrar al baño. Agarró mi ropa y comienzo a vestirme.

Lo sé, tengo veinte y jamás había estado con alguien, creí que Carlos lo querría pero veó que le incómodo un poco, ¿y ahora que se hace en estas situaciones?

Cuando estoy completamente vestida, Carlos sale del baño con una toalla sobre su cadera. Su mirada estaba fija en mí mientras se cambiaba de ropa, su uniforme de ferrari le lucía estupendo, el rojo siempre le quedará perfecto a cualquier hombre.

- Vayamos a cenar después de la clasificatoria, ¿qué opinas ma belle?

- Lo pensaré, ahora debo irme con Lando para poder cambiarme de ropa, te veré luego - Caminó hacia las puertas de la habitación, quería irme de aquí lo antes posible.

- No te molestes ma belle, lo haremos con más calma y sin la necesidad de lastimarte, la próxima vez seré cuidadoso contigo ______ ya qué en mis planes no está lastimarte y menos así - Se acerca a mí -. Te veré en la clasificatoria, después si no quieres ir a cenar puede que hagamos otro plan - Me abraza pegándome a su pecho.

- Está bien Sainz, te veré allá - Le regalo una pequeña sonrisa y por fin salgo de la habitación.

Creó que la que está reaccionando de mala manera soy yo, él solo intenta protegerme y pude notarlo en la forma en que reaccionó cuando sentí el dolor a mis adentros cuando aquellas lágrimas adornaron mis mejillas, no debería enojarme con él por habernos quedado a medias ya que creo que mejor opción no pudo encontrar, Carlos es el hombre que todas queremos pero pocas tenemos la fortuna de tenerlo.

Un "acostón de mañana" no me hubiera venido mal pero supongo que esperar no está tan mal, al final mi decisión desde el inicio estaba tomada desde ayer en su habitación de piloto, sí mi destino es estar con Carlos, con él estaré hasta que ambos estemos hartos el uno del otro, que emocionante será ver quién se harta primero.

𝐋𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨| 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐫𝐫𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora