Capítulo 48

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XLVIII

Lando

Ambos acomodamos nuestra ropa y ninguno dice nada más, la miró fijamente y mi mirada se desvía hacia su vientre desnudo, ¿en verdad alguien estaba creciendo dentro de ella. Me encantaría verla patinar aún, pero con Liam de por medio y un hijo quizás sea algo casi imposible.

Ella se mueve hacia el asiento del conductor y abre la puerta para salir, camina hacia la entrada que estaba a un costado de la cochera para entrar al departamento y enseguida yo hago lo mismo, notó como ella apresurada busca sus cosas para irse, la realidad estaba asomándose después de un rato de calentura.

- Lando, no quiero irme... - Me susurra y una notificación en su teléfono nos interrumpe pero ella desbloquea su teléfono para leer la noticia casi de inmediato -. ¿Un hijo con Sainz?, ¿la prensa de que está hablando ahora? - Junta sus cejas.

- De eso quería hablarte, Carlos mintió y el difundió el rumor acerca de que el hijo que ahora mismo estabas esperando era de él y no mío, pero si hacemos algo todos sabrán que yo... - Ella me interrumpe de inmediato.

- Prefiero que se quede el rumor así Lando, será mejor para ambos. Todos creen que soy la prometida fugitiva de Liam que vive un romance con Sainz, si todos creen que el hijo es de él nada estará fuera de lo común - Sonríe ligeramente -. Anda, no quieres que un hijo arruine tu reputación del piloto codiciado más joven de la parrilla de fórmula 1, ¿verdad?

- No dejaré que hagas eso, es mi hijo

- Y también es mío. La decisión está tomada Lando - Suspira -. Será mejor para ambos así, escuché que estás saliendo con esa tal Thylane, felicidades - Sacude las pequeñas pelusas que se habían juntado sobre mi playera pero yo retrocedo.

- Siempre es la misma mierda contigo, nos acostamos y siempre me recalcas que con quién quieres estar es con Carlos, no conmigo - Río -. Bien, otra como tú la puedo encontrar en cualquier lado, solo que a ella pagándole será más firme al momento de... - Mi rostro de mueve un poco, me había dado una bofetada.

- Olvídate de que tendremos un hijo, tú y tus zorras se pueden ir al carajo Lando, tú lo has dicho, nos acostamos y te desahogas por tonterías que te tienes guardadas - Suspira -. El coraje te está consumiendo, ojalá que Thylane te ayude a olvidarte de mi así como espero que Carlos lo haga contigo

- Largo de mi departamento, no quiero volver a verte por aquí. Búscate otro refugio para cuando el cabrón de Liam te ponga las manos encima, busca ayuda en Carlos, no en mí - La miró serio y caminó para abrir la puerta de la entrada -. ¡Fuera!

- Cuídate, y acuérdate de tus palabras - Sonríe y cuándo está caminando hacía la salida su sonrisa desaparece al ver la tormenta que estaba cayendo. Toma un poco de aire y sale de la casa mientras que yo le cierro la puerta.

Cierro mis ojos mientras unos puños adornaban mis manos, todo iba perfecto hasta que Carlos apareció en la conversación. Carlos esto, Carlos el otro, ese cabrón se está robando todo lo que me pertenece pero bien, así sea Carlos o Liam ella ya no me importará, si quiere coger, cogeremos, pero ese hijo para mí ya está muerto.

Uno, dos, tres respiraciones profundas y no logro calmarme, no hay un solo día donde no podamos coger y ella no tenga que irse o ponga algún pretexto para pelearnos y pase esto, nos digamos hasta de lo que nos vamos a morir y al tercer día estará todo como si nada, las cosas cambiarán, o bueno, cambiarán para ella.

- Como si fueras la única mujer que me rodea... - Susurró y después me acerco a una ventana haciendo a un lado las persianas para asomarme verificando que _____ ya se hubiera ido pero no, ella intentaba cubrirse de la lluvia bajo el pequeño techo que estaba a un costado del departamento, ya no habrá más Lando para ella, no hay nada que nos vincule.

Camino hacia la cocina sacando de la nevera una botella de jugo de naranja, cuando lo abro y empiezo a beberlo a mi mente llega el recuerdo de ______ en el balcón de la habitación, es tan indefensa que es imposible no sentir tristeza. Lleva un hijo mío, desde el inicio ella fue mía, no entiendo que más quería.

~

_______

Habia pasado un rato, como máximo una hora y media mientras espere bajo aquel techo del departamento de Lando, me moría de frío pero por suerte encontré un taxi casi de inmediato. Ahora mismo me encontraba frente a la puerta de la casa de Liam, mis nervios me estaban matando.

Entro a la casa y las luces estaban apagadas, cuando las enciendo miró a Liam fumando un cigarrillo en uno de los sofas mientras que en un costado de su frente tenía un especie de vendaje cubriendo la herida que le había hecho por la mañana.

- Creí qué nunca llegarías, pero viendo tu vestimenta puedo imaginar de dónde vienes - La mirada de Liam se fija en mí -. Mañana nos casamos, espero estés consciente de eso

- No es verdad, aún faltan unos días... - Susurró.

- Bueno, aquí se hace lo que yo digo y mi decisión es retomar la boda antes de tiempo. Tendremos nuestra noche de bodas en Praga, allá te he agendado una cita para que esa cosa no arruine tu cuerpo

- ¿De qué cosa hablas, Liam? - Junto mis cejas.

- Un hijo ilegítimo no formará parte de esto y menos teniendo sangre de un piloto cualquiera - Se levanta del sofá para acercarse a mí.

- Bien púes entonces déjame ir, rompe ese estúpido contrato y buscaste a alguien más que sea solo para ti, apuesto que de esa manera solo podrás tener un hijo - Lo miro fijamente a los ojos, empezaba a perderle el miedo, no sabe lo que le espera.

- Buena opción pero yo te quiero a ti y yo obtengo lo que quiero. Clarice estuvo un tiempo conmigo pero con ella todo lo obtenía demasiado fácil es por eso que contigo, mi reina de las nieves, todo es diferente. Eres difícil, y a mí las cosas difíciles me satisfacen de muchas maneras - Me guiña un ojo pero yo me volteó para caminar hacia la escaleras.

Siento su presencia a mis espaldas pero simplemente lo ignoro, creí que actuaría peor pero veo que está más tranquilo pero aún así mis ganas de querer matarlo no se han ido, mi palabra es firme y cuándo me propongo a hacer algo, es porque en verdad lo voy a hacer.

Cuando entro a la habitación me siento sobre la cama, realmente no se que haré con Lando, está claro que cuando nos enfadamos nos decimos lo que realmente pensamos pero solo pasa un tiempo para volver a estar bien y ese bien se convierta en un acostón de media hora.

Ahora mismo tengo tres cosas importantes por hacer, hablar con Carlos acerca de lo que hablo frente a la prensa, planear de inmediato el plan para Liam y... olvidarme de que el hijo que espero es de Lando, necesito paciencia, mi mente no esta completamente despejada y eso hace que piense en diversas cosas, diversas cosas que me hacen sentir mal.

Noto como Liam camina hacia el baño y me lanza un pequeño beso a la distancia pero yo simplemente ruedo mis ojos mirando hacía otro lado, ni haciendo este tipo de cosas me harán aceptar esta vida junto a él.

Bien Liam, el día de mañana te esperan unos dulces sueños que durarán para siempre.


𝐋𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨| 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐫𝐫𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora