Capítulo 2

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Capítulo II

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Parada frente a la cocina, me recargó en la puerta tratando de analizar todo lo que había pasado, literalmente fue una ridiculez por la que ahora estaba enfadada, al final Lando es mi amigo y siempre se va a preocupar por lo que haga o deje de hacer.

Suelto un fuerte suspiró, y ahora lo que pienso dejando las emociones a un lado, realmente estaba feliz por Lando. Llevamos casi trece años de habernos conocido, yo tenía tan solo diez años y él trece cuándo una casualidad bastante tonta hizo que nos conociéramos, y desde entonces aquí estoy, parada en su cocina con una réplica de la llave de su departamento.

Saliendo de mis pensamientos, el toque de Lando en mi hombro me hace dar un pequeño brinco.

- Me asustaste - Río mirándolo.

- Lo lamentó. _____, no quería verme tan sobreprotector, sólo quería darte un pequeño consejo acerca de la lesión que tuviste, no quiero que vuelvan a dejarte caer en algún saltó... - Hace una mueca -. Pero sabes que te apoyo en todo tonta, ahí estaré animandote cómo siempre lo he hecho

- Esas son las palabras que quería oír, mañana tendré una presentación formal y un pequeño entrenamiento para conocernos mejor Wyatt y yo en la pista, ¿quieres venir? - Sonrió ampliamente.

- Hace un momento por impulso respondí al correo de Mclaren diciéndoles que mañana me presentaría para saber más detalles, no podré ir - Suspira y después se queda pensando durante algunos segundos -. Bueno sí es temprano podemos ir primero contigo y después tú me acompañarás ¿qué dices?

- Me aburro muy fácilmente cuando se trata de monoplazas y eso, pero de acuerdo - Sonrió y caminó hacia su nevera para sacar una botella de jugo y servirlo en un vaso.

- Iré a dormir, es tarde y aprovecharé que hoy no transmito, cuando lo hago me duermo más allá de las tres de la mañana

- Espero que en f1 no pierdas tú vida como la pierdes nada más sentado sonriendo para una cámara - Bebo del vaso, y caminó saliendo de la cocina para ir directamente hacia la habitación que Lando me presta para cuándo me quedo en su departamento.

No escuchó ningún reproche de su parte, cuando estoy frente a la puerta de la habitación entró y cierro la puerta detrás de mí dejando el vaso del juego en la repisa que estaba a un lado de la puerta. Caminó hacia la cama y me dejó caer mientras mis ojos se vuelven cada vez más pesados, me invaden los pensamientos pero al final me quedo profundamente dormida.

Las pesadillas son lo mismo de siempre, Shelby, mi madre drogándose en cualquier parte de la casa mientras yo estoy aturdida a qué no meta a ningún cabrón y nos haga algo como una de las tantas veces que pasa. Desearía tan solo tener un sueño digno o simplemente no soñar nada, pero eso no es posible para _____ Harrison cuándo una vida tan miserable me pisa los talones siempre.

La luz traspasa mis ojos, claro que me despertaría de inmediato cuando no pude dormir en toda la noche, me quedo mirando hacía un punto fijo y la única motivación que tengo ahora mismo es qué volvería a la pista, el único lugar donde puedo ser yo desahogandome de todos incluso de mi misma. Me levantó de la cama, y acomodó las cobijas.

- Buenos días - Sonríe Lando entrando a la habitación ya completamente cambiado, en sus manos traía la ropa que use ayer pero completamente seca y doblada.

- Deberías dejar la costumbre de lavar mi ropa cuando me quedo dormida - Río quitándole mi ropa de sus manos -. No pude dormir, odio vivir con estás pesadillas

- Te recomendé uno de mis amigos, es psicólogo y apuesto que estará encantado de ayudarte. ¿Vamos a desayunar?

- No necesito ayuda y no, no hay tiempo

Lo empujó para que salga de la habitación y vuelvo a cerrar la puerta para cambiarme, hoy nos esperaba un largo día. Iríamos a la pista y después iríamos a qué Lando firmará su contrato o es lo que entendí anoche.

Me pongo el short junto a la sudadera negra que traía junto a los tenis blancos que hacían un conjunto entre casual y normal. Salgo de la habitación y Lando se encontraba hablando por teléfono en la sala de estar, me escondo detrás de la pared que estaba a unos metros de entrar a la sala, se que no se deben escuchar platicas ajenas pero realmente quería escuchar su conversación.

Lando: Sí, lo entiendo. Estaré al punto de las dos ahí, estaré encantado de ver el circuito en dónde correremos cuando llegué el gp de la ciudad, agradezco su atención...

Era emocionante saber que Lando estaba dispuesto a ser uno más de ellos, de f1. Salgo de mi escondite y me acerco a Lando sentándome a su lado mientras él solo guarda su teléfono en su bolsillo delantero izquierdo.

- Entonces tú correrás en un circuito mientras yo patino sobre hielo, sí que son dos cosas mucho muy diferentes Norris, algo me dice que esto nos alejará - Suspiró.

- No digas eso, serán deportes diferentes pero eso no quita que tengamos que alejarnos el uno del otro - Sonríe y palmea mi muslo mientras él se levanta -. Hay qué irnos, no quiero que llegues tarde a tú primer entrenamiento

Me levantó y ambos nos disponemos a salir del departamento cerrando la puerta detrás de nosotros. Norris realmente tiene suerte al estar en la planta baja del edificio, que flojera sería subir por la escaleras hasta un quinto piso. Salimos del edificio y Lando me convence para que nos vayamos en su Porsche Taycan, para él la primera impresión hacía Mclaren era importante.

Subimos a su auto y él empieza a conducir encendiendo la radio. Le voy indicando la dirección del gimnasio dónde se encontraba la pista y él gustoso conduce hacía la dirección, el caminó era silencioso pero me agradaba la tranquilidad que lograba hacerme sentir Lando, sí tuvieran la suerte de estar con él créanme, amarían pasar el rato con él.

Bajó la ventanilla y cierro los ojos cuando el aire me pega en la cara. El clima era perfecto para ir a las orillas del mar o incluso solo estar en el parque disfrutando de la brisa del sol pero no hay tiempo para eso ahora, tanto Lando cómo yo empezaremos a trabajar y no en algo cualquiera sí no en algo que nos apasiona realmente.

𝐋𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨| 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐫𝐫𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora