XLI
Lando
Cuando caminaba para bajar las escaleras para ir hacía la cocina, escuchó a ______ caminar detrás de mi y una sonrisa aparece de inmediato en mi rostro, amaba que ahora mismo estuviera conmigo, sé lo que dije anteriormente acerca de qué ya no quería que estuviéramos relacionados en ningún sentido pero es imposible cuando sin ella mi mundo está perdido.
Solo espero que piense en lo que le dije, estoy esperando el día en que sin ninguna objeción ella me elija por encima de todos. Entro a la cocina cuando ya me encontraba en el piso de abajo y saco lo indispensable para hacer la pasta, recuerdo que cuando ella se sentía mal era yo quién iba a su casa a cocinarle algo.
— Vamos señor chef, muero de hambre — Me mira ella sonriendo desde el marco de la puerta —. Tú departamento es lindo, es casi tan grande como una casa
— Debes estar enamorada de la casa de Liam, tiene una estructura realmente bella. Odio al cabrón pero que buenos gustos tiene, yo creo que con mi sueldo de un año podría pagar una casa como la suya, te prometo comprarte algo tan lujoso como lo que es capaz Liam de comprarte
— No quiero regalos Lando, quiero estar contigo aquí en este departamento, es tal y como lo habíamos soñado — Su mirada se posa en la barra de la cocina donde estaba mi teléfono, sus ojos se abren en par al ver la pantalla.
— ¿Pasa algo, nena? — Me acerco a ella para agarrar el teléfono y noto veinte llamadas perdidas de Liam, este hombre no dejará de molestar si no le respondo —. Tranquila, lo llamaré y le mentiré diciendo que no te he visto desde que te fuiste con él, no hables ni hagas ruido ____
Tomo un largo suspiró y marco el número de Liam, apenas pasan unos segundos cuando él ya había respondido a la llamada, esté hombre está loco.
Llamada
— ¡Dile a ______ qué regrese cabrón!, ¿¡Dónde carajos están!? — Grita mostrando la desesperación que tenía acumulada.
— ¿Qué regrese a dónde?, espero que sea una jodida broma. Tú te la llevaste del gimnasio y no la volví a ver, iré a verte y más te vale que _____ este sana y salva — Tomo un largo suspiró —. Te mataré si no está contigo
— ¡Carajo, te estoy diciendo que no está conmigo!, no se a dónde fue — Bufa —. No me quites el tiempo que debo encontrarla, debió haberse ido con ese estúpido piloto de Sainz — Cuelga a mi llamada y la mirada aterrizada de _____ se apoderaba de su rostro.
— Lando debo irme, Liam será capaz de todo — Sale de la cocina rápidamente y yo salgo detrás de ella para evitar que se fuera.
— No te vayas, él se quedó conforme con lo que le dije — Agarró su brazo pero ella se aleja de inmediato.
— Es la mejor opción Lando, él me buscará hasta encontrarme y no quiero que te haga algo — Sube las escaleras y a los pocos minutos baja con sus pertenencias en las manos.
— ______ relájate, quédate está noche ya mañana te irás temprano, puedes decirle la opción del hotel — Me acercó a ella.
— No. Liam me da miedo, Lando... no se que de lo que sería capaz
Me acerco a ella y frunzo el ceño al ver sus brazos, habían marcas recién hechas, otra vez estaba pellizcando su piel para evitar los ataques de irá que le dan.
— ¿Volviste a hacerlo? — Agarró sus brazos para revisarlos pero ella retrocede para evitar que siguiera mirándolos.
— Liam me saco de mis casillas. Agradezco tú hospitalidad pero será mejor que vuelva, no sigas metiendo pretextos porqué no lograrás que me quedé Lando, ¿podrías pedirme un taxi? — Hace una mueca.
Rodeo su cintura con mis manos y las meto dentro de la camisa que había agarrado prestada. Mis manos llegaban hasta su punto débil, no traía sujetador así que era mejor para mí.
— ¿Te quedarás? — Relamo mis labios.
— Ajá... — Me regala una mirada penetrante, era como si sus ojos me estuvieran pidiendo algo más.
— Estupendo, ahora vamos, te prepararé algo de cenar — Sonrió y me alejo para caminar nuevamente hacia la cocina. Pongo a hervir un poco de pasta mientras preparó la mezcla de cuatro quesos que tanto le gusta a ella.
— Lando, te quiero — Volteó para mirarla y se sienta en una de las sillas que estaban en la barra de la cocina.
— Y yo a ti _____ — Le sonrió y continuó preparando su pasta.
El rato se pasa rápido, habíamos cenado en acompañamiento de un buen vino tinto, bromeabamos, me mostraba memes e incluso algunas ediciones de seguidoras que me hacían en tik tok. Ahora mismo nos encontrabamos a nada de ir a dormir, yo me encontraba abrazándola mientras que ella me daba la espalda para poder dormir.
Mis dedos acariciaban su cabello, quizás está noche sería la última y única que podríamos pasar juntos.
Trataba de no cerrar mis ojos, pero era imposible, ella me traía tanta tranquilidad que ni siquiera supe el momento en que se me fue el tiempo hasta el punto de quedarme profundamente dormido.
Lo rayos de sol me quemaban el rostro, olvidamos cerrar las persionas anoche. Abro mis ojos lentamente y cuándo intento abrazar nuevamente a _____ mi brazo cae en seco, no había nadie a mi lado, me exaltó y me levantó rápidamente para buscarla en el baño o en cualquier otro lado del departamento.
— Maldita sea _____ — Bufó, la busco por todos lados y nada, ella se había ido. Paso desesperadamente una mano por mi cabello y subo a la habitación para cambiarme de ropa para ir en busca de ella, sé que está con Liam ahora mismo.
Salgo de casa y subo al porsche para conducir a casa de Liam, me centro mirando al frente tratando de acelerar lo más que pueda, debía pensar en algún pretexto para decirle a Liam en dado caso de que ella no estuviera con él. Mi paciencia se terminaba al estar entre todo el tráfico, golpeaba el volante pero era absurdo, esto no me ayudaría a terminar con el tráfico.
Habían pasado como treinta minutos máximo, me encontraba estacionando el auto frente a la casa de Liam y bajo casi de inmediato para ir a tocar el timbre varias veces, se tardan algunos minutos en abrir y veó a Liam con una taza de café en la mano.
— Piloto, buenos días. ¿Qué te trae por aquí? — Me mira y su mirada se desvía de mi cara hasta los tenis qué usaba.
— ¿Dónde está _____, la encontraste?
Eran las únicas palabras que salían de mi boca para poder saber de ______.
— Ella llegó sola, según ella se quedó en un hotel pero yo no me creo ese juego — Su mirada era seria, deja a un lado la taza y se acerca a mí —. Aléjate de ella Norris, Sainz mencionó que ella se quedó contigo ayer después de qué ella fuera por sus pertenencias. Me encargaré de ella, más te vale no entrometerte
— Tonterías, es mi amiga y no pienso dejarla sola — Lo empujo fuertemente para entrar a la casa, necesitaba verla por última vez.
— Tienes tres segundos para salir, uno... — Volteó para mirarlo y noto un arma en su mano apuntándome —. Tú y Sainz me tienen harto, se quieren hacer los superhéroes queriendo “salvarla” como si esto fuera una estúpida película donde los enamorados tratan de salvar a la fugitiva — Suelta una carcajada.
— Ya veremos Liam, ya veremos — Sonrió y salgo de la casa escuchando el portazo de la puerta. Ese cabrón con un arma puede ser peligroso incluso para ______, regreso al auto y subo para regresar al departamento.
Pasemos al plan b, una lección a mano limpia no estará nada mal. Sí a él le gusta jugar sucio a mí me gusta jugar el doble, si él tiene un arma yo traeré el triple.
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𝐋𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨| 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐫𝐫𝐢𝐬
Fanfic𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬, 𝐤𝐢𝐥𝐨𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐲... ¿𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐝𝐨? Edición de ortografía, redacción y modificación de diálogos u otra cosa será al finalizar la historia, gracias por tú apoyo.♥