LXI
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Habían pasado 4 días después de que Lacey nació y 1 desde que me habían dado de alta, ahora mismo me encontraba en casa de Carlos, habían dos chicas ayudándome con cosas que llegará a necesitar ya que según él doctor debía estar en completó reposo ya que fue un parto un poco difícil pero al final ambas terminamos con buena salud, aunque mi pequeña era lo único que me importaba.
Desde que Lando fue a vernos ese día al hospital me quedé pensando en sus palabras, no permitiría que me arrebatará a Lacey ya que al final fui yo quien la tuvo en el vientre sintiendo cada dolor en cada minuto que pasaba y él solo quiere llevársela porque así lo decidió. Trataba de pasar cada segundo con mi hija, temia por muchas cosas y aunque Carlos me juro que ella se quedaría con nosotros sabía que eso no sucedería.
— Regresé, iré a darme una ducha y mandaré a pedir que nos preparen algo para que cenemos, las extrañé bastante — Besa mis labios Carlos y después besa la frente de Lacey —. Hey, ¿estabas llorando? — Alza mi barbilla para que lo mirará a los ojos pero yo desvío la mirada.
— No quiero que Lando aleje a Lacey de mí, temo demasiado cuando llegue ese día — Acarició la pequeña espalda de mi pequeña mientras ella seguía comiendo de un pequeño biberón.
— Te dije lo qué haremos, no entiendo porque tienes miedo — Sale de la habitación y camina hacia el baño que se encontraba fuera de la habitación, era fácil para él decirlo ya que es una hija que no lleva su sangre pero en mi corre demasiado coraje y desesperación de solo pensar en lo que posiblemente ocurrirá.
— Señorita ______, tiene visitas — Me mira una de las chicas que usualmente me ayudaba.
— Sí, deja pasar a quien sea que esté aquí — Le sonrió un poco y ella asiente. A los pocos segundos veo entrar a Lando a la habitación, manifesté su presencia y ahora está frente a mí.
— No pude ir ayer al hospital con ustedes, lo lamento — Se acerca a nosotras y se sienta sobre la cama dejando algunas bolsas con ropa nueva dentro —. Pide que la cambien, mi hija no usará ropa comprada por Carlos
— Lando, por favor — Suspiró y me acomodo sobre las almohadas que se encontraban a mis espaldas —. Lo que trae puesto ahora mismo lo compre yo con las pagas que me han estado dando
— Como digas — Se encoge de hombros —. Lacey, cariño. ¿Quieres dar un paseo? — Sonrió ampliamente.
— Lando, ella es muy pequeña aún
— No lo es, simplemente dará un paseo a su nueva casa, tendrá que acostumbrarse a la casa en la que a partir de ahora estará viviendo — Cuando pone sus manos sobre Lacey yo intento alejarla de él.
— Estás loco, no puedes llevártela. Te la pasas viajando, Lacey estará conmigo — Lo miró enojada.
— Entonces ven con nosotros _______, no hagas de tu vida un infierno. Tu hija y el padre de tu hija quieren que formemos una familia, deja a Carlos y cásate conmigo ______ — Me sonríe un poco mientras acariciaba mis manos.
— Estás loco, Lando. Te dije que podrías ver a Lacey cada vez que quisieras, no hagas esto — Trago saliva mirando las expresiones que se reflejaban en el rostro de Lando.
— Bien — Suspira alborotando su cabello —. Arregla las cosas de mi hija, hoy mismo me la llevaré. Tres días con ese tipo fueron suficientes, no puedo tolerarlo más
— No puedes hacerlo Lando, no hagas esto difícil — Abrazo a Lacey mirando a Lando fijamente a los ojos.
— Si puedo hacerlo ______, hay una orden con la custodia de mi hija escrita, tienes veinte minutos — Me mira por última vez antes de que caminara hacia la puerta —. ¿Y Carlos?, me sorprende que no esté como chicle cerca de ti
— No creí que llegarías a hacer esto... — Susurró con un nudo en la garganta, ¿en verdad me la quitaría?, su odio hacia Carlos se fue a otro nivel.
Lando sale de la habitación y yo intentó levantarme de la cama para poder hablar con él pero quizás solo arruinaría las cosas, quizás solo es un susto para que piense las cosas. Recuesto a Lacey con dos almohadas a sus costados y caminó hacia una de las pañaleras que habíamos comprado para ella. Le meto algunas cosas indispensables que utilizaría y en caso de emergencia en una nota le escribo los más importante, sentía como si me estuvieran arrebatando una parte de mí, esto me deja claro que debo pensar las cosas más que nada por Lacey.
Con lágrimas cayendome sobre las mejillas me cuelgo la pañalera y nuevamente caminó hacia Lacey, solo sería un pequeño paseo con su padre... no es tan malo que pase tiempo con él.
— ¿¡Qué estás haciendo!?, deja a Lacey ahí — Entra enojado Carlos con una toalla sobre la cadera —. ¡Te dije que lo tenía solucionado! — Agarra lo primero que saca del clóset y se lo pone casi de inmediato al igual que los primeros tenis que tenía enfrente.
— Esto lo soluciono yo amor, es mejor no empeorar las cosas. Solo estará unos días con Lando en lo que logro convencerlo — Le sonrió un poco y cuando sigo caminando para salir de la habitación Carlos me empuja haciéndome caer de senton pero como instinto aferró a mi cuerpo a Lacey cubriendo con mis manos su pequeña cabeza.
— Te dije que yo me hacía cargo, de esta habitación no sale nadie ________. Ahora levántate y acuéstate junto con ella, haremos como si nada hubiera pasado aquí, yo me hago cargo de Lando — Me mira de manera seria.
— Primera y última vez que la tocas, eres un puto cobarde de mierda. ¿Y enserio sigues poniendo pretextos para qué no me lleve a mi hija? — Miró a Lando quien había entrado a la habitación cuando habíamos empezado a discutir. Se acerca a mí ayudándome a levantarme y yo hago una mueca, estaba avergonzada por esta escena que había visto Lando.
Suspiró y Lando me quita a Lacey de los brazos, muerdo ligeramente mi lengua para evitar volver a llorar. Le entrego la pañalera y llevo mis manos hacia mis labios.
— Sigue dejando que te lave la puta cabeza, cuando no te deje verla seguirás llorando en mi hombro, pero en fin, has lo que quieras — Me mira enojado Carlos y sale de la habitación.
— Hey, ____... — Me mira Lando y yo le correspondo a la mirada —. ¿Carlos te ha golpeado?
— No... — Miró a Lacey quién se encontraba dormida y yo sonrió ligeramente —. Lando, váyanse ya. El alma me está desgarrando al solo ver qué estoy dejando ir a Lacey
— ______ por favor piénsalo... — Suspira —. No te quitaré a Lacey, pero si sigues con él no tendré otra opción
— Lando cuídala con tu vida, estos días he notado que le gusta dormir cuando le acarician su cabeza — Abrazo a Lando junto a Lacey y así me quedo por unos segundos, ahora entiendo lo que realmente es que te quiten algo y te dejen ese vacío marcado.
— Lacey estará bien, espero que pienses las cosas — Se aleja de mí y sale por la puerta dejándome sola en la habitación, caigo de rodillas mirando hacía la puerta aunque ellos ya habían desaparecido entre los pasillos de la casa.
Lando se había llevado mi vida.
Tenía muchas ganas de correr y gritarle que regresará, que me iría con ellos pero es algo que claramente no haría, yo elegí esto y con este destino me quedaré.
— ¿Terminaste de llorar?, vámonos de aquí. Vayamos a otra ciudad, a una playa, a dónde quieras, no quiero que mi prometida esté triste y menos cuando se supone que deberías estar en reposo — Se acerca mi Carlos para agacharse quedando a mi altura.
— No me iré de Inglaterra y menos sabiendo que Lacey no está conmigo, si tanto quieres vete tú — Me levantó para caminar hacia la cama y acostarme tapandome con las sábanas.
— Lamento haber sido tan grosero hace un rato, cuando está Norris no tengo control en mis palabras y acciones — Siento como se acuesta a mi lado pero yo simplemente no digo nada.
Quería dormir y despertar pensando que todo esto era una pesadilla. Dormiré, pero cuando despierte solo espero encontrarme mejor, necesito demostrar que esto no me afectó solo para mantenerme fuerte, todo sea por Lacey. Lucharé por ella, así haya una costodia por parte de Lando.
Te quiero Lacey, dulces sueños mi pequeña.
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𝐋𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨| 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐫𝐫𝐢𝐬
Fanfiction𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬, 𝐤𝐢𝐥𝐨𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐲... ¿𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐝𝐨? Edición de ortografía, redacción y modificación de diálogos u otra cosa será al finalizar la historia, gracias por tú apoyo.♥