Confesiones inesperadas
Pov Gustav
No nos pudimos haber imaginado que una cita dentro de uno de mis parques favoritos, terminaría con una banda de amigos con peinados curiosos y personalidades variadas, dentro de un supermercado a las 5 de la tarde, nuestros guardaespaldas tuvieron que hablar con los encargados para que nos permitieran hacer las compras con un poco más de privacidad, ya que notaron que las chicas en el mismo lugar, comenzaron a perseguirnos. Zian nos entregó un par de carritos para las cosas que llevaríamos, tanto para la fiesta de cumpleaños improvisada para Bennett, como para la cita que tenía planeada en mi mente para ella. Afortunadamente Bill en el camino nos hizo una lista para las compras para todo, el actuaba como nuestra figura de autoridad más cercana, ya que tiene ese sentido bastante desarrollado debido a que tomo el rol de líder desde nuestra etapa como Devilish, así que era algo de lo que tenemos que estar muy agradecidos con él. Así que con mucho optimismo y ganas, nos adentramos con nuestros carritos de supermercado, Tom quiso uno solo para él, yendo directo al área de licores para poder llenarlo de todo tipo de alcoholes, algunos probablemente densos para el cuerpo pero ¿Qué más daba? Valdría la pena si pudiera ver una vez más a Bennett, y poder disfrutar de su sonrisa y la alegría que lograba transmitir a todo el mundo. Yo me acerque a Bill y Georg, quienes se mantenían al frente del carrito que sobraba, para dirigirse a los distintos pasillos que íbamos encontrando en el camino, pensaba que sería una situación normal pero ¿Acaso las hemos tenido desde que somos una banda? Claro que no, cada día es una aventura con distintos nombres, un día estamos buscando a Tom a lo largo de una discoteca y al otro podías escuchar a Bill y Georg discutir sobre el nivel de azúcar en los alimentos para una cita. ¿Esperaban algo normal? Siguen a la banda equivocada.
-¿Y como va todo? Creo que tengo todo para la comida ¿Qué más nos hace falta?- revisaba atentamente el carrito con todo lo que había puesto, notando como Georg volvía a guardar el paquete de galletas en el carrito, con un Bill cruzado de brazos por la molestia.
-Ya esta, solo faltan pequeños detalles y estarás listo ¿No lo crees, Bill? - notaba como el chico de los largos cabellos se reia ante lo que decía, y al girar la mirada, se veía que Bill hacía un gesto muy cómico cuando estaba molesto. - Recuerda que lo estamos llevando por el precio, y el sabor.-
Entre los tres continuamos nuestra travesía entre los distintos pasillos que no ofrecía el supermercado, hasta que llegamos a la sección de jardinería, entre algunos artículos que no eran de nuestro interés, encontramos algunos manteles, justo lo que nos hacía falta. Bill fue el primero en asomarse, tocándolos un poco para sentir la textura de los mismos, me coloque a su lado, ya que yo buscaba el color; tenía en mente el clásico color rojo, pero no lo encontraba en ninguna parte, y eso me ponía un poco decepcionado, solo hasta que la voz del líder se hizo presente.
-Miren este mantel, es muy bonito ¿Qué opinan? - sacaba de entre una larga pila de opciones el clásico mantel color rojo con cuadrados blancos, lo cual era justo lo que estábamos buscando, por lo que lo tomé entre mis manos, revisandolo por mi cuenta.
-Es perfecto, me encanta; va a ser una gran sorpresa, ya lo verán. - No podía evitar sentirme tan contento, nunca me había imaginado en una situación como esta, pero sabía que ella lo merecía, así como ella se había esforzado por mi, su gesto debía ser devuelto.
-También me gusta, me gusta que es suave y cómodo, creo que va a quedar muy bien en su día de campo. - Georg comentaba más tranquilo, sujetando el carrito para guiarlo hacia nosotros, donde depositaba el mantel entre la pila de cosas que habíamos elegido.
Una vez todo estuviera listo, nos dirigimos a las cajas para poder pagar todo, y justo al inicio de los pasillos, pudimos escuchar a otro carrito que corría a roda velocidad hacia el nuestro, volteamos las cabezas al mismo tiempo y era el mismo Tom, con el carrito igual de lleno, pero de frituras de todo tipo y sobre todo, una cantidad desmesurada de alcohol que ni siquiera sabíamos si nos dejarían llevarnos.
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LA CHICA DEL DOM Gustav Schäfer y Tu
Romance¿Alguna vez has tenido delante una historia con un inicio similar a esta? La historia del rockstar solitario buscando compañía, y una fanática empedernida por el miembro de una banda distancional, pero no dejen que el prólogo los engañe. La vida pue...