LA CHICA DEL DOM Gustav Schäfer y Tu

Cap 14

Una linda sorpresa

POV GUSTAV

Los nervios me estaban comiendo vivo, jamás había sentido esta ansiedad en todo el tiempo que teníamos tocando, pero siento que esta vez, era algo totalmente diferente y especial, ya que era mi manera de demostrarle lo importante que es ella para mi, sentía como mis manos temblaban, sabía que debía concentrarme para poder tocar la batería, pero era muy complicado con todas las emociones que tenía en ese momento, sin embargo, voltee a mi alrededor, y mire a los chicos los cuales me miraban con alegría y calma, antes de iniciar a tocar y cantar hacia ella, gracias a eso, se que ellos no me van a dejar caer en esto. Tom y Georg me sonreían con algo de nerviosismo, a pesar de que no era la primera vez que tocábamos. Todos estaban esperando a que ella dijera "Si", pero no me imagino que podría pasar si sucede lo contrario. Todo en mi mente pasó tan rápido, que pude recobrar la compostura una vez escuchara que Bill terminaba de cantar.

En cuanto él dio la señal con una de sus manos, bajé cuidadosamente de la tarima donde habían colocado la batería, pude sentir cómo las piernas me temblaban en todo momento, pero ya no podía hacerme para atrás. Era el momento perfecto, y no lo podía desaprovechar, en cuanto me encontraba delante de ella, tomé sus dos manos de forma firme, antes de aclarar un poco mi voz ansiosa y nerviosa a la vez.

-Señorita ____ Bennett, cuando yo la conocí, nunca me llegué a imaginar que mi vida daría un vuelco total, tu presencia me hizo ver las cosas de forma diferente, una visión fresca e inocente que no sabía que necesitaba. Hoy estamos nuevamente en donde todo empezó, puede que las cosas hayan sido poco usuales entre nosotros, tuvimos altibajos e incluso llegué a tener la cobardía de querer huir de mis sentimientos, pero tu fuiste capaz de llenarme de valor para poder esté así frente a ti. Tu misma me lo dijiste, tú en mí buscabas el caos, pero yo en ti encontré la paz que tanto he estado buscando. Estoy enamorado de ti desde el primer momento en el que nuestras miradas se encontraron, desde ese gran primer beso y esa noche inolvidable a tu lado.- Notaba su rostro bastante confundido y emocionado, a la vez que las lágrimas no dejaban de brotar de sus bonitos ojos, con las yemas de mis dedos, retiraba cuidadosamente las lágrimas, antes de ponerme de rodillas ante ella, sin soltar sus manos.

-Te amo mucho, tienes un efecto en mi cada vez que me miras, cada que tomas mi mano, cada momento contigo es el mejor de mi vida y no puedo evitar sentirme muy afortunado de haberte podido conocer. Así que…Bennett ¿Te gustaría ser mi novia?-

Bennie no dejaba de llorar por la emoción que podía notarse en su rostro ruborizado por el sentimiento, mi corazón iba a mil por hora mientras esperaba su ansiada respuesta, con un movimiento torpe de cabeza, asintió emocionada, expresando un "Si". Los temores en mi cabeza se disiparon por completo al verla asentir, por lo que me levante rápidamente, para abrazarla con mucha alegría, fundiéndose conmigo en un tierno momento mágico.

Los chicos por su lado, comenzaron a gritar y dar saltos de alegría, ya que todo el esfuerzo había valido la pena por aquel momento, sin embargo, la alegría no duró demasiado, ya que en cuanto nos alejamos un poco del abrazo, ____ se desvaneció entre mis brazos, por lo que solo pude sujetarla con fuerza, en lo que Lily se encargaba de abanicar su rostro con ayuda de su cartera de mano negra con plateado.

-Al parecer, fue mucho para ella ya que se desmayó de la emoción ¡Despierta Bennie! La noche no puede acabar así, si lo mejor está por venir.- comentó su amiga sin dejar de ventilar su rostro, el cuál esbozaba una tierna sonrisa a pesar de todo.

A pesar de todo, estaba algo asustado por la reacción que había tenido, ¿Puede que haya sido demasiado? No lo sé, pero lo bueno fue que a los pocos minutos, mi Bennie despertó, y me miraba desde su posición con esa dulzura que la caracteriza, levantándose un poco para tomar impulso, acercarse a mi rostro, logrando robarme un beso en los labios, lo cual me sabía a gloria.