Cap 1

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Contrato de confidencialidad


Pov Gustav

Luego de terminar nuestro último concierto de la gira del 2008, puedo recordar todo como una gran experiencia, además de que nuestros fans siempre nos han dado mucho amor y regalos a lo largo de la gira. Si tuviera que recordar uno en especial, puede venir a mi mente cuando nos llegaron unas estructuras de un terreno en Stuttgart, propiedad de alguna abuela de los fanáticos, por lo que nos vimos en la necesidad de llevar maletas exclusivamente para los regalos. Pero fuera de eso, cada uno estaba en su mundo, tanto Bill se estaba maquillando para el Meet and Greet, mientras que Georg y Tom se habían quedado profundamente dormidos en el sofá del camerino. Yo, por mi lado, me dedique a reponer un poco de mis energías comiendo de la mesa de bocadillos antes de ser avisados del inicio del evento.

-¡Chicos! Es hora de levantarse. - susurro Bill a los muchachos, estos obviamente ni se inmutaron; es más se pusieron a roncar. Tuvimos que moverlos un poco para que se despertarán, pero como no funcionó, Zian, quien es uno de nuestros guardaespaldas, los cargó como costal en sus hombros para llevarlos al salón donde llevaría a cabo el Meet and Greet. Durante el camino, nos veníamos riendo a la par de Bill, ya que las rastas de Tom se balanceaban al paso del camino de Zian, mientras que Georg estaba despeinado, pero nada que no pudiera arreglarse. De a poco se fueron despertando y despabilando, en lo que llegábamos podían escucharse los gritos de las fanáticas, cuando entramos comenzaron a gritar mucho más fuerte, incluso decían cosas como: "¡GEORG, TE AMO!" "¡BILL, DAME UN HIJO!" "¡GUSTAV, TE AMO!" "¡TOM, ERES TAN SEXY!".

Ya estábamos tan acostumbrados a esa clase de comentarios, por lo que cada uno se sentó delante de la pequeña tarima asignada para cada uno de nosotros para que las fans pudieran acercarse en fila; asi pudieran entregarnos regalos, una gran cantidad de peluches, cartas, flores y pancartas, incluso recuerdo una vez que una fan nos regaló una tanga de color rojo, eso fue bastante raro. En eso, una chica en la fila se me acercó dulcemente, pudo entregarme una bolsita que pesaba un poco, no estaba acostumbrado a algo tan grande o pesado, pero yo le sonreí por supuesto, con esa acción, pude darme cuenta de cómo sus mejillas se ruborizaban para luego devolverse a su asiento aún con la emoción en su rostro; la convivencia se llevaba a cabo de lo mas normal, poco a poco cada una de las asistentes se sentaba en sus sitios, una vez la calma volviera al recinto; el staff nos entregó un micrófono a cada uno de nosotros y uno más para las fans del evento, estas comenzaron a hacer preguntas nada fuera de lo común, tipicas cuestiones a las que ya nos habiamos enfrentado en distintos eventos, preguntas venian y van, hasta que le tocó el micrófono a aquella chica del regalo ostentoso, ella me miraba con tanta ternura; que no hubiera imaginado que ese momento cambiaría mi vida por completo, aunque por ese segundo yo no me había percatado de ello, veo como ella tomó el micrófono y se colocó de tal manera que su cuerpo y palabras iban dirigidos a mi en específico.

- Gustav, me gustaría que supieras que vine a verte especialmente a ti desde Londres, estuviste increíble como siempre, pero bueno iré al punto, en el regalo que te entregué podrás encontrar una tarjeta, ahí esta mi número de teléfono, mañana será mi cumpleaños y me gustaría mucho poder tener una cita contigo; espero no ser indiscreta con ello, pero me encantaria. Deseo que se mantengan saludables y ¡Sigan así!- aquella joven entregó el micrófono al miembro del Staff encargado de ello enmedio de gritos de euforia y emoción, todas ansiosas por escuchar la respuesta a tal propuesta inesperada.

En ese momento solo senti mi rostro muy ruborizado, nunca había experimentado algo similar en mi vida, sali del trance cuando Tom me golpeó con el codo suavemente para que volviera en si. No voy a mentir, estaba bastante impactado con su propuesta.

Luego del Meet and Greet, tuvimos que despedirnos de los fans, estábamos muy agradecidos por el apoyo y el amor que nos hacían llegar com todo lo que nos habían dicho y entregado. Durante toda la gira que duró 7 meses a lo largo de Europa, no podía evitar sentirme tan feliz por todo lo que habíamos podido lograr como banda, se siente como si estuviéramos dentro de un sueño lucido por las grandes demostraciones de amor recibidas por el público, toda esas sensaciones embriagaban con placer que no queremos que llegarán a su fin.
Todos nosotros nos fuimos directamente a la habitación de Georg, el cual no estaba convencido por utilizar su cuarto como lugar de descanso, debido a su gusto por la privacidad. Necesitábamos un lugar amplio para poder ver todos los regalos de los fans que nos habían dado en la convivencia. Entre comida chatarra y bebidas energizantes, nos sentamos para charlar sobre cómo nos habíamos estado sintiendo a lo largo de la gira; entre todos habíamos discutido que una vez terminada la gira, nos dedicaremos exclusivamente a trabajar en nuestro siguiente proyecto, el cual quedamos en poner de nombre "Humanoid"
Pero entre las risas, los peluches y mensajes en donde aseguraban que el hijo de una de las asistentes era de Tom, algo en mi mente estaba bastante intranquila, no podía dejar de pensar en la propuesta de la chica de la convivencia. Si tengo que ser muy honesto, me había tomado por sorpresa, dentro de las jerarquías de las bandas juveniles, tenemos que entender que la gran mayoría de las ocasiones, las miradas y los orgasmos van dirigidos al vocalista, o puede ser al bajista o guitarrista; pero ¿Un baterista? Estamos en la parte trasera del escenario ¿Donde van a verme? ¿Qué podría tener de interesante mi persona?
La actitud tampoco me es de mucha ayuda, no puedo compararme con la picardía de Tom, la galanería innata de Bill o la rapidez de improvisación de Georg; la timidez siempre ha estado de mi lado, lo cual no me permite ser tan comunicativo, sin embargo Bill comenta que lo hago reír cuando se siente mal, eso me ayuda a veces.
Pero soy un ser humano, la curiosidad se apodera de mi ser, y no puedo evitar querer saber más del asunto. Me levante de la cama de Georg para dirigirme a una de las bolsas donde se encontraba el regalo; lo recuerdo muy bien por que yo mismo lo guarde en ese sitio; volví a mi lugar en la mullida cama de hotel, para poder abrir cuidadosamente aquella caja rojiza con detalles dorados, como si de un regalo navideño se tratase.

LA CHICA DEL DOM Gustav Schäfer y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora