Un cumpleaños inolvidable
POV GUSTAV
- nos iremos a la casa en cuanto ellas lleguen, para poder terminar de planear la fiesta; así que calma, nadie vendrá a molestarlos. - Bill comentaba bastante seguro de sus palabras, sentándose junto a mi para mantenerme sereno, podía ver como mis piernas temblaban por los nervios, por lo que yo mismo la sujete con mis manos para evitar ser visto.Esos 15 minutos podía sentirlos como si de una eternidad se tratase, solo podía ver el reloj de mi muñeca, los minutos pasaban tan lento ¿Por qué sucede eso cuando uno quiere ver a alguien con todas sus fuerzas? Eso nunca me lo he podido explicar, pero vaya que me agradaba la sensación. La espera llegó a su fin en cuanto pude visualizar a lo lejos al par de amigas, Lily utilizaba un conjunto de dos piezas de color lila con los adornos en negro, mientras que Bennett estaba utilizando un vestido negro a las rodillas con vuelo, adornado con pequeñas flores rosadas, el cabello recogido en una coleta alta y sus típicas Converse negras, no podían faltar. Lucía tan linda, era como una princesita en toda la extensión de la palabra, e incluso más. En cuanto igual las vieron llegar, los chicos me dieron palmadas suaves en la espalda como ánimos antes de retirarse nuevamente en la camioneta, dejándonos esperando tanto a mi como al buen guardaespaldas a mi lado.
POV ______
Desde que salimos del hotel, Lily ha estado bastante sospechosa, no deja de mirarme con esa sonrisa curiosa en su rostro, era como si quisiera decirme tantas cosas, que no sabe por dónde empezar. Si tengo que ser honesta, cuando hacia eso, podía esperar cualquier cosa; sea buena o mala ¿Porque? Pues esto es por el hecho de que con ella, todo puede ser posible.Gire mi rostro nuevamente hacia el suyo, tomando sutilmente su mano izquierda, moviendola de un lado a otro, para llamar su atención.
-Vamos Lily, estas demasiado extraña, si hice algo y estas molesta, dime e intentamos resolverlo. Pero no me dejes con la intriga. - continuaba moviendo a la chica como si de una muñeca se tratase, a la vez que notaba como tomaba de su bolso su maquillaje habitual, para retocarlo.
- Ya te dije que no, así que mejor ponte de una vez lo que te dije. Te juro que no es nada malo, pero tienes que ser paciente, me lo agradeces después. ¿Ok? - Lily comentaba desde su posición, soltando levemente su mano de la mía para tomar su lápiz labial rosado con brillos, para volver a colocar un poco en sus labios, mirándose en el espejo.
Pude percatarme, que de su bolso extraía un pañuelo negro, el cual me entrego en las manos, indicando con sus manos que me lo colocara en los ojos, para cubrirlos. Aunque no tenía muy claro el motivo de esta petición, la curiosidad me podía más, así que con el sumo cuidado de no estropear el maquillaje que tarde un buen tiempo en hacerme, me coloque la venda en mis ojos, no pudiendo divisar nada, la tela del pañuelo era bastante gruesa para complicarme la vista, por lo que hacía bien su trabajo. De repente, pude sentir como el automóvil en el que nos transportamos, se detenía por completo.-¿Sucede algo, Lily? No me digas que nos quedamos varadas. Habrá que llamar a la grúa. - palpaba con mis manos a mis lados, para poder sentir la presencia de mi amiga, la cual me tomaba de una de mis manos, para tranquilizarme.
-Aquí estoy linda, no te preocupes, solo escucha mi voz y sígueme. Todo irá bien ¿Si? Confía en mí. -escuché como la puerta del automóvil era abierta y como a poco podíamos salir del mismo, juntas.poco a poco comenzamos a caminar por el extraño sendero al que habíamos jalado, el temor de tropezar y caerme era tal que tuve que sujetarme de sus brazos para continuar caminando hacia nuestro destino, a lo lejos podía escuchar algunas voces masculinas, pero de igual manera, podía distinguir algunos olores bastante agradables a mi alrededor. ¿En donde estábamos?
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LA CHICA DEL DOM Gustav Schäfer y Tu
Romance¿Alguna vez has tenido delante una historia con un inicio similar a esta? La historia del rockstar solitario buscando compañía, y una fanática empedernida por el miembro de una banda distancional, pero no dejen que el prólogo los engañe. La vida pue...