Michael De Santis
—Antes que nada —la dulce voz de Eloise me interrumpió—, quisiera saber más sobre el contrato que he firmado.
Le di un leve asentimiento.
Claro que iba a explicarle todo sobre el contrato.
O por lo menos parte de el.
—Por supuesto que contestaré tus dudas, pero antes de entregarte una copia traducida me gustaría aclarar que lo único que busco para ti es tu bien —me sincere—, solo quiero lo mejor para ti, Eloise.
Le hice una seña a uno de los empleados que se encontraban a unos metros de nosotros y uno de le llevo los documentos a Eloise.
Ella los tomo mirando confundida al empleado y él se alejó.
—¿Este es el contrato que firme? —pregunto mirándome con sus ojos grises.
Asentí se nuevo.
Ella no espero más antes de comenzar a leerlo.
Y a medida que iba pasando hojas y hojas ví su rostro tornarse confundido, incrédulo y molesto.
Ví si respiración acelerarse.
Entonces me miró.
—Esto debe ser una jodida broma —todo en ella era enojo y confusion.
—Lenguaje, Eloise —adverti sintiendo molestia.
Ella siguió leyendo hoja tras hoja.
—Esto...
—Dejame explicarte mejor —me acomodé en la silla y bebi se mi vaso de whisky—, me perteneces. Punto y final.
Era tan simple como eso.
Eloise había firmado un contrato donde no solo trabajaba para mí, sino que también se había vendido a si misma a un Diablo.
Ella no solo debería entregarme todo sobre la Flor Zahri, también debía pertenecerme tanto en título como en todo.
Sería mi hija.
Mi hermano cometió un error al no haber registrado a Eloise nunca, prácticamente ella no existía.
Así que me atreví a primero registrarla yo hace semanas.
En lo que a la ley respectaba ella era mi hija adoptiva.
Ahora tenía mi apellido.
Pero la ley no decía nada sobre no contraer matrimonio con alguien que biológicamente no estaba demostrado que fuera compatible conmigo.
No había registro de su nacimiento, no había registro de quienes eran sus padres y si tenía relación conmigo.
Si, podía adoptarla.
Y en un futuro, ella podría convertirse en mi esposa.
Mi reina.
Y si ella se negaba... bueno la demandaría hasta dejarla sin nada y como no tendría con que pagar ella terminaría en una prisión.
Pero ella no terminaría solo en una prisión por haber incumplido el contrato, sino por un az que tenía bajo la manga.
Ella se puso de pie y salio rápidamente del comedor.
Le di cinco minutos de ventaja antes de ir tras ella y reprenderla por tal comportamiento.
Entendía su molestia, pero no lo aprobaría.
Ella no estaría segura con nadie más que conmigo.
Yo le daría la vida que se merece, la protegería como mi hermano no lo hizo.
![](https://img.wattpad.com/cover/339490169-288-k485951.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El infierno de una rosa
RomantizmEloise Edevane: Este mundo es tan perverso que puede corromperte de una y mil maneras. No es que nosotros vayamos por ese camino buscando problemas y haciendo cosas malas, a veces no tenemos opción cuando el descendiente del diablo se nos pone en el...