[03]

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Draco seguía a Severus pues este parecía muy decidido a querer buscar a el director de Hogwarts pasado.

- Ayer parecía que te moririas. - siguió a el hombre que no escuchaba ni un poco al rubio.

- Amaris puede estar viva y se que si es así tal vez me odie pero al menos estará con vida. - murmuró caminando por los pasillos, sus pies le dirigían solo, años sin poner un pie ahí.

- Escucha, han detenido a Nott, hizo su viaje. Podemos preguntarle que averiguó. - soltó al ver qué el hombre no me hacía caso.

- No me importa, Draco. Tal vez no descubrió nada y simplemente perderemos el tiempo.

- ¿Papá? - llamaron y Draco miró indeciso a su hijo y luego a Severus.

- Hola, Scorpis. Te veo en el gran comedor. - le pidió apresurando el paso al ver al hombre de ojos negros ya más lejos.

- Es idéntico a ti. - comentó Severus y una vez delante de la gárgola se detuvo. - ¿Sabes la contraseña?

- ¿Ves? Punto a mi favor, odio a los Snape por querer siempre tener la razón...- murmuró, el hombre se sentó en espera de que llegara la directora o algún profesor. - Tal vez podríamos buscar a Neville, o irnos y hacer lo que dije en un inicio.

- O esperamos a que alguien venga. - el hombre se sentó a su lado viendo a los alumnos pasar.

El silencio entre ambos era un tanto incómodo, y como no serlo pues siempre unian conversación gracias a Amaris.

- Amaris siempre te admiró. - inicio logrando que Severus le mirara. - Te idolatraba tanto, tú y Dumbledore eran su ejemplo a seguir. Siempre dijo que quería crecer y ser tan buena bruja como lo eran ustedes dos. Quería ser una madre cómo tú lo fuiste, estar jugando y demostrando cariño, consentirle siempre...

Severus siguió observando al chico sin comprender porque se había detenido.

- Pero entonces sus héroes le decepcionaron. - le siguió diciendo. - Aquellos dos que tanto admiraba le dieron la espalda, uno le abandonó cuando más le necesitaba y el otro le utilizó de manera sutil y manipuladora. Al final estaba cansada de todo y todos, nadie se preocupaba por ella, era la villana de una historia mal contada.

Severus dejo de mirarle, ahora se encontraba perdido, agradecía que Malfoy le dijera aquello, al fin y al cabo por más que le lastimara, le estaba contando como era que se sentía su hija.

- Es por eso que creo que Amaris no ocupo aquel obsequio. - murmuró cuando escucho el sonido de la gárgola moviéndose. Miro al joven que pasaba por ahí. - Oye tú. - le hablo y este se detuvo sin girar a mirarle. - Gracias.

El chico giro mirando los ojos grises del hombre que daba asentamientos y el chico dio apenas una notable sonrisa asintiendo.

- Si buscan a la directora McGonagall no la encontrarán ahí. - le dijo para querer tomar marcha cuando Severus le detuvo, el chico bajo lentamente su mirada a la mano de Severus quien entendió que el contacto no me agradaba así que le soltó.

- ¿Dónde está Minerva entonces?

- En la sala de profesores. - respondió para ver el rostro de Draco. - Mi madre es profesora, vengo de ahí así que por eso lo sé.

Malfoy asintió, miró los movimientos del chico y cuando lo vio caminar negó.

- ¡Oye! - le habló y este giro. - Tampoco sabemos la contraseña, ¿Crees que puedas llevarnos? - el chico lo pensó pero termino asintiendo comenzando a caminar con los dos hombres atrás.

Saco un durazno y comenzó a comerlos, Draco miró a Severus y caminó a un lado del chico.

- Un Slytherin. - sonrió. - Bueno no creí que lo fueras, yo jamás habría ayudado a alguien.

𝓐𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓾𝓶 [𝚆𝚑𝚊𝚝 𝚑𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗𝚎𝚍?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora