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Dominic miró a su alrededor y supo de inmediato que se encontraba en el pequeño pueblo, camino con rapidez hacia al castillo, hizo una mueca y negó, iba recordando todo y para llegar más rápido le sería de ayuda una aparición así que eso hizo.

El chico ahora no sabía hacia donde ir examinó el lugar en el que estaba para saber que le quedaba más cerca, escuchó unas voces así que de inmediato le dijo la contraseña a la gárgola. Subió unas cuantas escaleras y luego se maldijo al ver qué las voces eran de Hermione Granger y su querida madre.

Quería escuchar aquella conversación pero eso ya no era posible, pues estaba delante de la puerta del despacho de la directora, ni siquiera llamó a la puerta solo entró y tenía mucha suerte pues la directora no se encontraba ahí para regañarlo.

Dio múltiples vueltas sobre el mismo lugar sin saber a dónde buscar, pero tal vez podría encontrar el nombre de su madre o el torneo de los tres magos, así que camino con rapidez y nerviosismo hacia el escritorio, revisando cajones con infinidad de papeles.

Sentía sus manos sudorosas por los nervios, leía tan rápido que no sabía que podía hacer eso, estaba atento hasta del mínimo ruido en caso de que alguien entrara, pero no encontraba nada, listo para revisar todos los libros que había en aquel despacho aunque sabía que nunca acabaría no perdía la esperanza y comenzó a buscar, se sentía muy agitado, una adrenalina que no conocía.

Cómo en película animada el adolescente pegó un brinco al oír una voz atrás suyo. Entrecerro los ojos y giro sin encontrar a nadie, frunció el entrecejo y sacó su varita, escuchó una risa y eso le ponía más nervioso.

- Aquí arriba muchacho. - Sayre levantó más la vista encontrando el recuadro de un viejo barbón, de ojos azules y con gafas. - Veo que se te ha perdido algo, ¿Quieres que te ayude?

- ¿Cómo podría si está muerto? - el viejo sonrió ampliamente negando.

- ¿Qué tal estuvo el viaje, Dominic? - preguntó y el chico le miró confundido. - No creo que el despacho de la directora sea el mejor lugar para descubrir sobre el pasado, a excepción de todos los recuadros.

-¿Quién es usted y como sabe mi nombre? - guardó su varita obervandole con curiosidad y con mucha atención.

- No quiero sonar arrogante, pero me sorprende que no sepas de mi siendo yo alguien tan importante en la historia del mundo mágico.

- Lo bueno que no quería sonar arrogante, pero aún así no tengo la menor idea.

- Uno de los mejores alumnos de tu generación y no es posible que no sepas nada de historia. - se burló y el chico rodó los ojos. - En cuánto a tus preguntas, soy Albus Dumbledore y es un gusto conocer por fin al hijo de Amaris.

- Dumbledore...- murmuró y asintió. - Es el antiguo director de Hogwarts, mi abuelo lo mencionó y creo que mi madre tiene una foto con usted.

Albus mostró otra sonrisa, no esperaba oír aquello pero tampoco esperaba sentirse tan bien al oírlo, mucho menos que necesitaba escuchar algo parecido.

- Sabes Dominic, es gracioso, hace muchos años tú sabías quién era yo pero yo no sabía de ti, ahora es al revés. - le chico lamió sus labios alzando una ceja, listo para hablar fue interrumpido por el anciano. - ¿Que fue lo que más te sorprendió? ¿Que Amaris era una adolescente arrogante y todo lo malo que quieras y pelinegra o que tuvo una relación formal con Hermione Granger y no con Theodore Nott?

- Ni siquiera lo sé, las dos cosas son igual de sorprendentes. - se sentó frustrado.

Pensaba que había obtenido poca pero mucha información, pero sentía que ya la conocía más, que había obtenido el 90% de información, pero no era así y eso ya lo sabía, sabía que le faltaba algo importante por averiguar.

𝓐𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓾𝓶 [𝚆𝚑𝚊𝚝 𝚑𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗𝚎𝚍?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora