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- Creí decirte que hoy no podía salir, parece ser que no tienes nada que hacer, Granger. - se escuchó la voz de Amaris mientras escribía con rapidez.

Su musica fue pausada y eso logró que Hermione recibiera una mirada de seriedad y enojo. La castaña sonrió y camino a sentarse delante de la rubia.

- ¿Con que derecho has quitado mi música? - la ministra se encogió de hombros y observó el papeleo que veía en el escritorio.

- No podríamos hablar si no la quitaba. - Amaris asintió y Hermione señaló los papeles. - ¿Por qué no ocupas magia?

- Mhmm. - miró fijamente los ojos cafés de la mujer. - Creo recordar haberte dicho que entonces la vida sería más fácil y aburrida, no he cambiado de opinión respecto a eso.

Hermione dio un asentimiento alzando ambas cejas.

- Supongo que algunas cosas no cambian. - entrecerro los ojos y le miró con curioso. - ¿Pero como es que tienes una vida perfecta? ¿Casa perfecta y esposo perfecto? Parece vida de película, ¿Cómo Barbie?

Amaris sonrió divertida por lo último y termino por negar, relamia sus labios observando a la mujer y preguntó.

- ¿De verdad crees que tengo una vida perfecta? ¿Que te hace pensar eso?

- Bueno...parece que tienes una excelente relación con tu esposo, tu hijo obedece lo que le dices y pide, tienen toda la fachada de vida perfecta, tu casa es encantadora, sin duda te mereces todo eso y más, se que es lo que en algún momento deseaste.

- Parece que apesar de todo, no has aprendido nada. - aquello confundió a Hermione, ¿No era feliz acaso? - La fachada es eso, una fachada, lo importante es el interior pero claro que muchas veces es difícil de ver el interior cuando la fachada te deja fascinada. Creo que te faltó aprender que la sonrisa no es significado de felicidad. Muchas veces las personas más rotas tienen la mujer sonrisa. No te dejes engañar.

Hermione no comprendían ni un poco, ¿Le estaba diciendo que no era feliz y que todo lo que demostraba su pequeña familia era una completa mentira?

- ¿Que me estás queriendo decir? - su entrecejo fruncido provocó una mirada divertida en Amaris.

- Yo nada, ¿Que es lo que tú quieres que diga? - la castaña rodó los ojos notando que la mujer que tenía de frente se divertía.

- ¿Cómo lo haces? - preguntó. - Casi nunca tienes expresiones faciales, pero tus ojos la mayor parte del tiempo lo dicen todo yu aún así es difícil notarlo si es que no te prestan atención.

- Vaya...pareces niña pequeña, hace una pregunta pero tiene otra que no espera a recibir la respuesta.

Y ahí estaba otra vez, la Amaris Snape que Hermione conocía, esa que algunas veces sonreía, era divertida y sarcástica.

- Hay preguntas de las que no recibirás respuesta, claro que no todas...

- Bueno, es divertido porque todas las preguntas que te hago a ninguna recibo respuesta.

- Tal vez tus preguntas no son tan importantes o no son las correctas.

La rubia le guiño el ojo mientras Hermione analizaba todo, le parecía estúpido que siempre que quería una respuesta no se la daba y en cambio recibía palabras que Amaris notablemente ocupaba para confundirla.

Así es, Amaris y Hermione tenían una amistad nuevamente, aunque era obvio las intenciones de una, la otra las ignoraba.

Snape disfrutaba tener compañía, una amistad después de años, incluso pensaba que Hermione era una gran amiga.

𝓐𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓾𝓶 [𝚆𝚑𝚊𝚝 𝚑𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗𝚎𝚍?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora