[06]

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La nieve caía y el frío que calaba hasta los huesos era presente, el olor a té llegaba en aquella habitación, el sonido de la música llegaba tranquilamente a los oídos de cualquiera, un gusto musical excepcional era presente, no actualizado pero decente.

El tintineo de la cuchara menenandose en el sentido contrario de las manecillas del reloj, era lo único que se podía escuchar aparte de aquella música. Fue hasta entonces que se escuchó un ruido más que la cuchara y la música, tres golpes en la puerta se escucharon. La puerta se abrió dejando ver a un hombre rubio de barba de al menos un mes, junto de el hombre se encontraba aquella castaña de ojos cafés.

La mujer recargada en el escritorio miró con seriedad a los adultos que a su vista, era una mujer de cuerpo excelente y atlético, alta, de un cabello castaña y ojos azules, piel blanca o quizá pálida.

Entonces vieron como se formaba una fina sonrisa en los labios de aquella mujer elegante. La música se detuvo mientras los dos adultos miraban sorprendidos lo que tenían delante.

- Buenos días. - era una voz nada aguda peor tampoco grave, sonaba con poco ronca pero se notaba el tono femenino, voz que era musica para los oídos de cualquiera. - Lo más adecuado sería que pasarán, detestaria hacer corajes en caso de que uno que otro mosco les acompañe.

La mujer dio vuelta a su escritorio y se sentó, vio que los otros daban un paso, la puerta se cerró logrando que los ex alumnos de Hogwarts pegaran un pequeño brinco.

- Un sangre pura gran creyente de la pureza y una hija de muggles...quién lo diría. - se burló con seriedad mientras sacaba unas cosas ignorando por completo a los padres. - Como seguramente sabrán han sido llamados porque sus hijos son pésimos en Defensa Contra las Artes Oscuras. - siguió hablando para levantar la vista observando que aún seguían de pie. - Tomen asiento señores...

Draco tomó seriedad tratando de reaccionar pero no podía, aunque sabía que la mujer seguramente lo disfrutaba.

- Oh cierto, creo que me he vuelto muy despistada con la presentación por lo tanto maleducada, dónde quedaron mis modales. - se paró hasta llegar a un metro de distancia hacia ellos. De inmediato un olor agradable dulce o quizá vainilla, unos ojos grises y unos cafés miraban aquellos azules. - Amaris Sayre.

Cualquier duda de Draco y Hermione se fue, la mujer les acababa de confirma que era ella, no Florence Graves, nadie, era ella, estaba con viva y marcaba su presencia luego de mucho tiempo.

- Que maravilla. - hablo por fin Hermione, haciendo que Amaris le mirará. - Actuaras cómo si nada pasara.

- No pretendo actuar nada señorita...¿Weasley? Pretendo que entiendan lo grave que puede ser para sus hijos al tener tan bajas notas. - explico con ese tono distante que siempre habían conocido.

- Granger...es Granger. - murmuró con fastidio pasándole por un lado y sentándose.

- Gracias. - respondió confundiendo a ambos, pero pronto la mujer de ojos cafés rodó los ojos al ver que buscaba el apellido entre los papeles. - Rose, definitivamente viene de un Weasley.

Draco miró fijamente aquella mujer, se veía bien, se vean incluso feliz, mantenía una seriedad que lastimaba incluso la frialdad en su mirada pero se notaba feliz.

- Y Scorpius...va mejor pero en definitiva le hace falta mejorar, considero que pone esfuerzo pero solo en prácticas y no en teoría. - comentó mirándolos. - ¿Hay problemas en casa? El señor Hugo no entrega tareas y Rose tampoco.

- ¿Eso harás? ¿Arruinarle la vida a mis hijos por un odio que me tienes a mí? - la mujer que se encontraba del otro lado del escritorio levantó una ceja. - Puedo sacarte del colegio si así lo deseo.

𝓐𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓾𝓶 [𝚆𝚑𝚊𝚝 𝚑𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗𝚎𝚍?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora