sombras

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Cuando Kayn interrogó a los acolitos de mayor rango sobre las prácticas de las sombras, le explicaron que aunque muchos de los asesinos poseían la capacidad de control de sombras, no todos estaban expuestos a la caja. Algunos llevados por el odio y la venganza manipulaban dichas sombras bajo juramento y eran acolitos experimentados. Dichos acolitos normalmente no se veian alrededor del templo pues en su mayoria acompañaban al maestro cuando abandonaba su posicion por motivos de viaje. Se preguntaba cuanto faltaba para él poder acompañar a su maestro de esa forma, asumia que no mucho pues ultimamente demostraba ser bueno en la mayoria de sus entrenamientos, cada año avanzaba mas y mas, a pasos agigantados.

La fama de Kayn aumentaba en técnica pero también en popularidad. Conforme iba creciendo su cuerpo se iba desarrollando de mejor manera, y eso atraia mucho la atencion de algunas acolitas de menor rango.

Comenzó a notarlo más cuando pasados los 14 eran entregadas cartas bajo la puerta de su recamara normalmente con sitios específicos donde le invitaban a encuentros con fines sexuales, lo que le desconcertaba era que ni siquiera fingía interés amoroso, sino meramente sexual. Kayn ignoró ese tipo de invitaciones, no le era una necesidad por los momentos así que el afán por tener encuentros sexuales no era ni seria prioridad por el momento. Prefirió no comentarle a su maestro al respecto, era irrelevante.

Conforme pasaban los dias mas era la incertidumbre de Kayn sobre sus sombras. Eran buenas y distintas a las del resto, pero él deseaba ser el mejor. Ya no era un niño y deseaba que su maestro lo llevara a sus misiones, pasó años puliendo sus técnicas y se mejoró mas que listo para el resto.


-Maestro, ¿cuándo seré expuesto a la caja? - Termino preguntandole a Zed unos cuantos dias despues.

- La paciencia más que un requisito es una virtud Kayn. Estás muy joven, el precio de ser expuesto a “La caja” es muy alto. – Explicó el mayor, dedicando su atención al joven. Se preguntaba de dónde había oído o visto hablar sobre dicho artefacto. – Tambien tienes que buscar algo que hacer con ese cabello tuyo, por lo largo, puede ser una molestia en enfrentamientos.

- ¿Mi cabello? – Dijo Kayn desconcertado por unos momentos. - ¿Que tiene que ver mi.. ? – Hizo una seña a su cabello sin comprender lo que hablaba su maestro, es decir, claramente le escuchaba pero ¿por que hablar de eso ahora ? – No me cambie el tema, Maestro.

Zed reprimió internamente las ganas de volver y fijando su vista en un punto muerto preguntó:

- ¿Quién te habló de “ La caja ”?

- No comprendo. – Zed lo miró esperando una respuesta. – Es decir, ¿Quién no? Todos hablan sobre eso, viejo . – Dijo de manera socarrona.

- Tus modismos evitalos conmigo, mocoso . Cuida tus palabras. – Zed enfrió su mirada aún más, provocando a Kayn tragar en seco. – “ Maestro ” es la forma adecuada de referencia a mi.

-  Maestro , – Pronunció Kayn seguido de una pausa. – todos hablan al respecto. Se sabe que los acolitos de mayor nivel son los que te acompañan en misiones y poseén la mayor habilidad de sombras. – Kayn tenia la costumbre de gesticular su habla con sus manos y brazos.

-  No. – Kayn se cayó ya la vez detuvo sus gestos. – " La caja " te otorga el camino de la oscuridad y con él, las sombras . Las sombras reaccionan diferente segun el cuerpo o espiritu al que sean expuestos, se puede o no soportarlo. Y ninguno de los acolitos que me “acompaña” fueron ni quedaron expuestos a ella. Es un precio muy alto que pagar.

Kayn se mantuvo en silencio, ¿Que precio sería ese? Sabía que la apariencia de su maestro no había cambiado en lo absoluto desde que le conocía, así que si a la eterna juventud era a lo que se refería a su maestro no creyó que hubiera alguien que se opusiera.

- ¿Su apariencia es prueba de ello, maestro?

- Al parecer no envejecer fisicamente es parte de ello. – Respondió secamente a su discípulo. – El conocimiento no es una prohibicion en la orden, en la biblioteca del templo puedes encontrar antiguos escritos de artes prohibidas de las sombras. Investigue sus mismas consecuencias.

Kayn asintió, la lectura no era de su agrado, pero si le garantizaba conocimiento entonces estaba dispuesto a estudiarlo. Así que retirandose a la biblioteca abandonada en el penúltimo pabellón, Kayn avanzó su paso.


- ¿Como es que Zed no le da mejor mantenimiento a este sitio? Bueno – Dijo autorespondiéndose instantáneamente. – De todos modos no hay una sola alma que venga a estos pasillos.

Kayn había oído que entre acolitos estos pasillos eran muy famosos por leyendas urbanas de sonidos extraños, apariciones y demonios. El recuerdo trajo una idea a la mente de Kayn quien, devolviendose al pasillo principal donde todos cenaban comenzo a planear exactamente las palabras que iba a decir. Así que, al pisar dicho lugar, todas las miradas se posaron sobre él, como de costumbre, pero ahora por estar sobre la mesa central.

-  500 monedas de oro a que entre al ultimo y penultimo pasillo del templo . A la biblioteca especificamente.

Todos se miraron entre si y comenzaron a murmurar.

- Te doy 1.000 si te callas. – Gritó una voz de entre la multitud que, ahora estalló en risas.

- Ja Ja muy gracioso gordo Shun. – Dijo poniendo sus manos en la cintura. – Es cierto lo que apuesto, pueden ir conmigo y corroborarlo.

- Nadie se acercará a ese sitio, se sabe que han pasado catástrofes alli dentro chico. Pero yo, el gran Shun le haré un favor a nuestra orden y te pagaré por tu muerte.

Las risas volvieron a sonar. 500 monedas de oro en Jonia era trabajo de al menos medio año. Por lo tanto la idea de Kayn era tener las 500 monedas de oro para costar sus gastos personales y así saltar los trabajos de oficio por los cuales era pagado.

Kayn no era pagado como el resto: por misiones. Era pagado por oficios.

- Entonces , me imagino que te adentrarás conmigo al pasillo, así estarás seguro de que cumplirás el requerimiento: Entrar a la biblioteca del pasillo 89 y 90. ¿Está claro y público el reto?

Shun asintió: - 500 monedas . – Dijo entregándolas a Kayn. – Observaré desde el 80.

Kayn intento reprimir una risa pero fue tarde, todos observaron como con gracia Kayn bajó de la mesa y se dispuso a volver al pasillo 89. Le parecia estupido que para ser asesinos temieran de fantasmas. Existian los espectros y seres malignos, seres del vacio que eran aterradores. Pero, ¿muertos vivientes? No.

Cobardes . Para Kayn eran unos cobardes. Solo era un pasillo abandonado, no era el vacio. Al llegar al destino acordado Kayn terminó que unos cuantos techos arriba se encontró Shun observandole.

Kayn gesticuló un dedo del medio en el aire para su espectador y abriendo las puertas de la biblioteca se adentró en ella.


¿Es realmente valor o estupidez lo que te impulsa, muchacho?

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora