Tinieblas

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♪Soy un recuerdo
tapado con tierra y papel
un testimonio
que nadie va a reconocer♪

Frío, mucho frío. Siento el frío quemar mi piel, calarse entre mis huesos, entumecer cada fibra de mi ser desde adentro hacia afuera.

Exhalo. Exhalo por el frío del lugar desconocido donde me encuentro pero, tiene tanto de frío como de resignación.

¿Por qué me resigno? Me lo cuestiono, mientras flota en la poco acogedora nada a la que estaba acostumbrada.

Hasta hace un momento atrás me encontré delirando entre placeres que por mucho tiempo me causaron repudio. ¿Es esto una especie de maldición? ¿Acaso mi maldición nunca fue convertirme en éste desgraciado y putrefacto ser? Tal vez… mi verdadera maldición fue rendirme justo ante ese algo que tanto desprecié.

Inhalo, y siento ahogarme en el intento. Como si hubiera abierto mi boca en el fondo de algún mar, pero no hay agua, ni fluidos, ni esperanza. IT's Me. Ahogándome de mi mismo.

Sostengo mi garganta entre mis manos y en ese momento me doy cuenta de que no poseo mis afiladas garras, ni mis brazos rojizos recubiertos de piel corrupta. Intento verme entre las tinieblas y, eventualmente, me encuentro.

El ascendido dentro de mi.

Allí comprendo que no es ningún tipo de líquido el que me ahoga, y que tampoco resulto ser yo mismo.

Es la corrupcion.

Río irónicamente, pues ahora sé que yo mismo me condenó.

Cubro mi rostro y así mi risa se transforma en sollozos. Recuerdo, recuerdo a mi padre buscándome entre las piedras el día de mi ascensión. Escucho como grita, grita que puedo ser grande sirviendome a mi mismo y no a “ estos supuestos” dioses. Escucho su llanto ya la vez, lo siento.

Sentir.

¿Quién era antes de todo esto?

♪Plomo contra mi piel
heridas que nunca pedí
hoy muero de olvido y dolor♪

No logro recordar más. Me enojo conmigo mismo por ello y me recrimino que tal vez debí escuchar al que reconozco como mi padre aunque no le vea.

Vuelve a casa, pequeño.

♪Rompe mi corazón, por favor
Quisiera morir de amor♪

. . .

Despierto abruptamente y, como consecuencia en un efecto mariposa inmediato, Kayn lo hace también. Grito en mi furia interna que causa que mi huésped se retuerza sobre las sabanas recién puestas y, eventualmente al sentir calma, solloce una exhalación pausada.

- ¿Qué… - No puede continuar su pregunta, consecuencia de la ira que siente correr por sus venas gracias a mi.

- Yo . – Respondo inmediatamente a leer su pensamiento abierto hacia mi, como una flor preparada para recibir todo el alimento posible de un joven sol. – Lo que te pasó, yo .

Tan pronto como respondo Kayn entierra sus dedos en la sabana blanca, arqueando su espalda y dejando salir un par de lagrimas. Está recordando su propia fuente de ira: su infancia.

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora