Lagrimas

44 6 0
                                    

.

Jonia

Horas antes del ataque.

...

- ¿Es cierto? - Preguntó Rhaast - Lo que dijiste frente a tu padre.


Kayn, quien ahora se encontraba en su habitación meditando, suspiró ante la súbita interrogación. Rhaast no se había pronunciado desde que salieron de esa sala, silencio sepulcral y miradas agotadas es lo único que compartieron.

- ¿Importaría? - Pausó, dando tiempo de reformular su pregunta - ¿Me creerías?


Más silencio, mas brecha entre ambos, mas soledad. Unos eternos minutos pasaron antes de Kayn obtener una respuesta de parte del mayor entre ambos; y no es que esto fuera un comportamiento extraño en Rhaast, últimamente todo se reducía a un intercambio equivalente entre ambos. Si uno no obtenía nada a cambio, entonces silencio y soledad era lo único que recibiría el otro.

- Conoces bien lo que está sucediendo dentro de mi, se lo haz explicado a Zed sin importarte si lo escuchaba o no. Ni siquiera te molestaste en nublar mi percepción, ni en apagarme cuando sabes muy bien que puedes hacerlo porque yo te lo permito. - Una pausa se hizo presente, inseguro por primera vez en su vida si proseguir o no. Eventualmente la duda fue mayor que su rabia. - Si conoces lo que está pasando dentro de mi, ¿por qué desconfías? ¿fue por no soportar el vacío y llevarte al limite de ejecutar una masacre?


Kayn, sentado en el pequeño sofá de la entrada del cubículo mental, cubrió con sus manos su rostro, sintiendo como las lágrimas comenzaban a formarse contra su voluntad. ¿Que objetivo había en ocultar sus emociones a Rhaast en este punto? Suspirando temblorosamente se vio con el muro que si mismo se impuso.

La respuesta es que todo lo que había dicho frente a su padre no era un sentimiento propio, cegado por su propia ira e impulsado por lo peor de sus sentimientos. A veces, las palabras pueden lastimar mas que las armas, y Kayn aprendería eso con dolor.

Se vio entonces con la consecuencia de sus propias acciones, ahora, debía enfrentar su mayor inseguridad en el momento...

La indiferencia de Rhaast.

Y es que siendo honesto, Kayn sabia que todo había sido producto de la indiferencia que habia obtenido por parte del Darkin estos últimos días.

En cada ocasión que intentaban entablar una conversación SIEMPRE lo que salia a relucir era un "¿Qué obtendré a cambio de..?" ¡Como si fuese meramente laboral esta situación que ambos traían entre manos!

Pero, a quien podría culpar, el fue parte de esto. El incentivó a este intercambio equivalente de beneficios ¿fue realmente porque consideraba que tendría algo positivo de esta alianza? ¿la masacre lo hizo sentir mejor, o mas conforme, con sus propias habilidades?

Nuevamente no engañaba a nadie, ya ni siquiera podía engañarse a sí mismo.

Esto había surgido por temor.

Temor a que el Darkin se fuese de su lado. Temor porque un día de tanto llevarle la contraria este le odiara. Temor a enfrentar que también habia desarrollado sentimientos por él. Peor aún, temor de que un día la indiferencia se hiciese presente en su día a día.

Ese día habia llegado, estaba frente a él desde hace mucho, y no lo vio venir. Creía conocerlo todo, creía que obtener información era un movimiento sutil a la hora de beneficiar a la orden con esta alianza...

- Kayn, todo este tiempo decidiste manipularme. - Esto ya no era gracioso, era triste, vergonzoso para el ojiazul. - Preferiste manipularme pudiendo hacer algo tan sencillo como pedirlo. - Pausa.- ¿Es mas fácil para ti causarme este sufrimiento que perder tu orgullo al pedir ayuda, a mi, en el silencio de nuestras mentes donde NADIE se enteraría? ... No hay nada que decir, la respuesta la . Soy el conocimiento, ¿lo olvidas? - Las palabras eran arrastradas entre sus dientes, saliendo de una voz que no reconocía suya. - Yo no, me lo recuerda este pútrido cuerpo a cada segundo de mi existencia. El dolor que decidí soportar por amarte, por aceptar que siento algo para lo que NO fui construido, es una carga con la que tengo que vivir el resto de mi inmortal y patética vida.


Insoportable.

¿Por este mismo dolor pasaba Rhaast cada vez que sentía algo bueno por Kayn?

Probablemente no era ni una cuarta parte de lo que realmente pasaba.

- No puedo hacer esto ahora mismo, Rhaast, perdóname.


Con lamentos entre cortados salio disparado a través del jardín que el mismo Rhaast había construido para él, incapaz de enfrentar cara a cara al dueño de sus desgracias.

Corriendo, las lagrimas no paraban de caer y tampoco él paraba de huir. ¿De quien huyes, Kayn? ¿Tal vez de tus propios sentimientos? ¿Tu propia culpa? ¿Cuantos kilometros tomará huir de ti mismo? Ningún dolor se comparaba a este, y en medio de su confrontamiento interno se preguntó si su padre había pasado por esta misma situación, recordó la tarde en el endemoniado bosque y también, las lagrimas de sangre que vio caer de su padre, ¿Así se veía físicamente este tipo de tristeza? No... El había, definitivamente y por toda la eternidad, perdido a su ser amado, Kayn estaba cruzando lineas que no debía si terminar como Zed y Shen era lo que quería evitar...

Las caras de una misma moneda que no pueden soportarse el uno al otro, que no pueden encontrarse, que no pueden amarse.

Deteniéndose en sus pasos lo entendió, en ese momento.

Amar dolía, incluso si estas construido para ello

.

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora