Fricción

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Nota:
Este capítulo, aunque sea algo corto, tiene un lenguaje explícito que hace referencia a violaciones y pedofilia. Si esto lastima tu sensibilidad por favor salta la primera parte de la historia.

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Tardaron bastante en llegar de vuelta al lugar que Kayn llamó "templo."

Durante el camino, Rhaast pensó gran parte de los recuerdos de Kayn. Mientras más atrás buscaba, más asco de la humanidad conseguía dentro de sí. Eran seres despreciables, asquerosos y tergiversados del verdadero motivo inicial por los cuales fueron creados. No le importaba cuanto Kayn sufría al repetir recuerdos dolorosos una y otra y otra vez, necesitaba incentivar el odio en él, hacerlo debil. Pero, curiosamente, ésto solo fortalecía el vínculo entre ambos.

Lo que tardó el trayecto Kayn intentó alejarlo de sus recuerdos pero le era imposible. Estaba demasiado exhausto como para poder alejar a Rhaast de su mente. No cruzaron palabras, ni miradas.

Rhaast supó lo necesario: El sujeto al que Kayn anteriormente llamó "maestro" es Zed, su figura paterna, su refugio. Le salvó en el río Epool, el mismo en el que hubo anteriormente.

El "Templo" era el hogar de Kayn a su vez palacio de Zed. Kayn tenía 17 años de edad, y era el mejor aprendiz del orden de las sombras. Una doctrina que según Rhaast, era definitivamente prohibida para humanos incluso para seres que rozan con la divinidad. En sus tiempos, los humanos practicaban el equilibrio, pero debido a la evolución en lo absoluto positivo de los humanos al parecer... también optaron por el opuesto al equilibrio: las sombras.

Kayn sufrió abusos sexuales , psicológicos y mentales desde la edad de 4 años . Demasiado pronto incluso para algún ser maligno. Rhaast se creía incapaz de sentir, hasta que en los recuerdos demostró como el pequeño lloraba de dolor en silencio al ser penetrado por sujetos de al menos medio siglo mayores a él. Le mutilaban por placeres sexuales también partes de su cuerpo: mordían su rostro sin cuidado alguno, lo amarraban con trozos de piel ardiente cuando el pequeño se rehusaba a sentir más dolor, desgarraban partes de su piel con sus uñas o golpes.

Jamás lo demostraría pero ese día, Rhaast comprendió que era capaz de sentir . Pues la ira e impotencia que llegó a sentir en esos momentos, cuando revivia los encuentros una y otra y otra vez con él de expectador en un lado de las camas, lo hizo caer en repetidas ocasiones en apagones cortos. Kayn sufría con estos recuerdos, y consumian las pocas energías que empleaba en caminar para volver al templo. Si Rhaast sufría un apagón duradero, también lo haría Kayn mental y físicamente.

Rhaast ahora mismo no podia permitir ser devuelto a Noxus. Habia decidido que éste sería el primer lugar que exterminaría en su venganza. Le daba igual lo exhausto o herido que Kayn se sintiera por los recuerdos, tenía que verlo todo una y otra vez, así cada vez más se fortalecía su vínculo y... de esa forma el primer motivo para seguir unidos inconscientemente nació.

Después de unas horas, Kayn visualizó a lo lejos el templo. Y empujando uno de sus recuerdos Rhaast lo rechazó, él ya sabía que ese era al lugar al que debería ir, a que piso dirigirse para descansar. Zed por un informe de situación podía putas esperar.

Rhaast podría ser todo lo que decidais llamarle, pero no era un cobarde como para tomar el cuerpo de Kayn en tal estado. Cuando decidiera consumirle completamente sería porque él mismo lo haya debilitado moral, mental y físicamente tanto que se sienta merecedor de tomarlo.

Empujó ese pensamiento hacia la cansada mente de Kayn, en vez de hablarle, sólo le mostró su pensamiento en esos instantes, cortando la conexión cuando Kayn le comprendió. Éste soltó su agarre en su conexión y de allí en adelante era solo Rhaast quien dirigia el cuerpo.

Veia con los ojos de Kayn. Caminaba con el cuerpo de Kayn. Si decidiera hablar, lo haría con la voz de Kayn también. Pero su mente era la suya, su conocimiento, sus habilidades. Era el momento perfecto para tomar ventaja, pero no. Eso era jugar sucio y él, jamás fue como Aatrox.

Agilizando el paso, casi corriendo, se acercó al castillo donde dos acolitos le recibieron en la entrada, por supuesto que parecian impresionados por su aspecto, pero Rhaast ignorarlos y seguir su paso hasta la habitación. Analizó si Kayn sintió la necesidad de alimentarse o hidratarse, pero encontró que solo necesitaba agua. Así que dirigiendose a uno de los arroyos del centro del templo, sació la sed.

Apresuró su paso pues mas acolitos se acercaban probablemente a interrogarle sobre su fisico. Tampoco queria encontrarnos con Zed a quien aun no sintio al rededor del enorme templo. Pero evitar las casualidades era mejor, no se comunicaba constantemente con los humanos, no lo hacía antes y no lo haría ahora.

Al llegar al piso donde se encontraba la habitación, revisó en los recuerdos cual era el numero especifico. Al encontrarlo, se adentró en ella. Se preguntaba porque Kayn dormía en uno de los pisos mas altos del templo, le tardaría siglos subirlo en su estado actual si aún siguiera consciente.

¿Recordaba como dormir? Se preguntó, mirando a su alrededor. Tal vez no habia apresuro. Adentrándose en el baño tomó un baño, se sintió relajante... incluso Kayn en su inconsciencia parecia ahora relajarse aún más.

Se sintió humano, otra vez. Miraba su mano no corrupta y se preguntaba si sería capaz de conciliar el descanso. No lo hacía desde hace milenios.

Levantándose de la tina, desnudo en su totalidad se demostró en el espejo de enfrente. Un ojo suyo, otro de Kayn, un brazo suyo, otro de Kayn. Tocó su nariz, donde comenzaba su corrupción (inicio del puente) hasta el final (punta de la nariz). Analizó la parte azul del cabello de Kayn, no parecia natural, pero tampoco se iba por mas que intentara retirarlo. Sostuvo el inicio del cabello largo, y pasó sus garras tratando de sentir las fibras del cabello, inocentemente cortó unos mechones sin querer con sus garras, a lo que decidió dejar de tocarlo. Era delicado.

¿Como un ser tan agresivo y letal como Kayn podia tener delicadezas como su nariz, cabello o sentimientos ?

Olvidaba que no era éste un ser maligno. Sólo distinto al resto.

Tocó su abdomen con sus garras, pasó por su pectoral no corrupto y luego su cuello. No era muy musculoso a diferencia de la mayoria de los noxianos. De hecho era bastante delgado pero marcado.

Se grababa a si mismo antes de la corrupcion. Era poco más alto que Kayn, igual de estructura corporal, cabellos dorados al inicio rojizos al final de sus puntas así como sus ojos, pálido. Solía llevaría enmarcaciones de oro en su mandibula como marcas delgadas. Muy humano, no tenia atributos de algun animal a diferencia de sus otros hermanos.

Imprimió esa imagen en su mente, le gustó recordarlo. Habian cosas que no queria perder .

Ante ese pensamiento el apagón comenzó a pulsar desde lo profundo de su subconsciente. Siempre sucedía cuando intentaba aferrarse a algún recuerdo como ascendido. Maldecía internamente su desgracia.

Como pudo llegar a la cama, y allí, permitió que el apagón tomara posesión del cuerpo agotado.

-Kayn . _ - Pronunció cayendo en las profundidades del vacío, una vez más.

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora