CONSTELACIONES [Kayn x Rhaast]

Volveras -segunda parte-

Hunger -  Florence + The Machine

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Nunca encontramos una respuesta pero sabíamos con certeza algo♪

— ¿Estas seguro de lo que dices? — Preguntó la Vastaya con la que entablaron conversación.

— Dije lo que dije.

Unos minutos antes

Kayn se sentía como un forastero, una vez mas, un sentimiento que no tenia desde que era niño, cuando fue adoptado por su maestro. El pueblo Vastaya se veia y se sentia lleno de vida, la energía que fluia a traves de la vegetación y la población era preciosa, de vez en cuando, el aprendiz de asesino se permitía admirar la belleza de Jonia.

Aunque inmerso en su alrededor, las miradas expectantes no se hicieron esperar. Kayn era familiar con la anatomia Vastaya, sin embargo, siempre la primera impresion de toparse con seres vivos diferentes era dificil de disimular. Para su consuelo, no era el unico que le costaba trabajo ignorar al elemento sorpresa, en el caso de los vastaya: él.

Y para ser completamente honesto y justo él lo entendía, incluso si no estuviese Rhaast, siempre causaba este impacto en aquellos que no estaban acostumbrados a verle, teniendo en cuenta que en plena luz del dia su cuerpo estaba completamente expuesto, y sus sombras buscaban refugio entre las sombras que otorgaban los tupidos arboles, su energía se escurria de sus manos como tinta.

Todos tenemos un hambre♪

Sentía el escrutiño de las miradas curiosas, cada vez haciéndose mas cercanas. El conocía a los Vastaya por lección de su padre, eran una raza bastante curiosa, aunque precavida. Kayn sabía que ante el minimo movimiento brusco probablemente se alejarían y no obtendría su ansiada respuesta, incluso, el leve movimiento de sus párpados podía ser considerado una amenaza para ellos.

Respuestas,

si, eso buscaba.

Rhaast por su parte se encontraba ya no tan inusualmente silencioso, obsevando desde la distancia y permitiendo que el menor fuese quien manejara la situación... Después de todo su mera presencia seria mas que una ofensa, asumía, y no se equivocaba. Para su sorpresa, el plan de mantenerse inmovil parecía ser efectivo, los vastaya eventualmente se comenzaron a acercar mas y mas, analizando de cerca a Kayn, quien con una sonrisa se dejaba guiar hasta una pequeña cabaña.

— ¿Podre hablar con el jefe de su tribu? — Mencionó, con tono bajo y precavido... Algunos Vastaya se apartaron, pero también otros se quedaron y señalaron la cabaña. — Ah, me estan llevando a él. Comprendo.

— ¿Estas seguro de lo que dices? — Preguntó la vastaya con la que entablaron conversación.

— Dije lo que dije. — Fastidiado, Kayn se cruzó de brazos. — Nunca me ha importado tu pueblo, de no ser cierto ¿Que haría aqui advirtiéndote? Los hubiese exterminado hace mucho.

— Aunque me cueste admitirlo, que no te interese mi pueblo es el mejor de los escenarios con ustedes... Y que estes aqui no es un preludio de un salvador. — Kayn sonrió irónicamente y asintió.

— Nunca he querido ser uno. He venido a ofrecer información a cambio de información. Te lo deje claro cuando decidí entablar una conversación contigo.