Morado

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Por eso perdóneme si no hago bien, pero por usted me muero♪.

Al despertar, por un momento el menor respiró profundo. Poniendo su mirada en el bonito horizonte que pintaba el cielo de la temprana mañana… ¿Qué hora aproximadamente deben ser en estos momentos? Se preguntaba el joven, aún en los brazos de Morfeo. ¿Habia soñado lo sucedido? Cruzó también por su mente esa pregunta, de haber sido asi, entonces internamente se sentía apenado de que obviamente Rhaast ahora supiese la forma en que quería mantener relaciones sexuales, en especifico, con él.

Suspiró, apoyando su ante brazo en la superficie de su cama, intentando levantarse un poco. Inmediatamente un calambre recorrió desde su vientre hasta su pierna derecha, frunciendo su ceño intentó ahora mover dicha extremidad, causando un dolor inmenso en él al ejercer el leve movimiento.

- Dios… ¿Qué está mal conmigo? – Masculló, notando que a penas y podía oir su voz.

Levantase así un poco con esfuerzo quedando ahora completamente apoyado en su antebrazo derecho. Respirando un par de veces, con los ojos cerrados, poco a poco comenzó a helarse. No era porque sintiese frío físicamente… sino porque inmediatamente comenzó  a armar las piezas del rompecabezas, respondiéndose a si mismo pregunta por pregunta.

Sus piernas dolían porque en efecto, él había cogido con Rhaast la noche anterior. Se sentía mareado porque el agotamiento podía con él, y no le extrañaba... ya que los recuerdos del encuentro comenzaron a inundar su subconsciente, haciéndole tirarse de vuelta en la cama, arrastrándose bajo la almohada lo suficiente como para cubrir su rostro sonrojado.

- ¿Por qué eres asi Kayn? – Volvió a recriminarse a si mismo mientras buscaba hundirse más y más en su cama. En definitiva, se encontraba afónico. A penas y podía oir sus propias palabras.

Recordar la forma en que gimió era insano… era claro que no podría hablar por días ya que, más que gemir, era gritar lo que había hecho.

Sentía ahora demasiada pena, ni siquiera se creía capaz de darse la vuelta mentalmente en su cama, para así encarar a Rhaast…

¿Qué iba a decirle? “Oye, no puedo moverme ¿Serías tan amable de hacerlo por mi?” INCONCEBIBLE.

Suspiró levantando un poco su rostro, dejándolo descansar ahora directamente sobre la almohada mirando hacia la pared de enfrente. A su costado derecho tenia un increíble horizonte Joniano, a su costado izquierdo tenía a Rhaast recostado en el armario.

Mentalmente, en cambio, a su derecha no tenia el horizonte… pero vaaaaya que si tenia a un Darkin a su izquierda.

Cerrando sus ojos y concentrándose en su alrededor, podía sentirlo.  Incluso si tomaba un respiro profundo internamente, podía olerlo.

- J-Joder. – Chilló, volviendo a enterrar su rostro en la almohada, apenado.

¿Cómo hacer que un asesino de sangre fría se comporte como una niñita de 15 despues de su primera vez?

Paso 1 según Rhaast: Cogertelo.

Kayn escucho una leve risa al fondo del cubículo rojo y, soportando al máximo sus ganas de reclamarle un “¿¡Que mierda se te hace tan graciosa!?” al Darkin, mordió su labio inferior. Preparandose asi mentalmente, diciéndose a si mismo que el dia a penas comenzaba y, le gustase o no igual debía ir a ver a Zed.

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora