Pastel de Manzanas

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Conforme los dias avanzaban, asimismo lo hacian las tecnicas de Kayn. De esa forma Zed consideró que aplazar sus salidas del templo no serían necesarias por mas tiempo.

Kayn era capaz de aprender obersavando al resto de los acolitos tanto como era capaz de obedecerle si decidia entrenarle directamente, era un buen subdito.

Por su parte nuestro pequeño Kayn se trazaba cierta rutina diariamente: Al levantarse repasaba sus deberes diarios; estos normalmente variaban conforme Kayn avanzaba de categoria entre acolitos, parte de estas tareas se dividian en ayudar con el aseo de las salas de entrenamiento o las tareas culinarias. Kayn comprendía que por su edad no pudiera hacer guardia como el resto de acolitos, pero también notaba que solo él y unos cuantos acolitos más eran siempre seleccionados para dichas tareas asi que, en su infinita curiosidad al preguntarle a Zed su maestro respondió:

- Si haz sido seleccionado para alguna tarea es porque tienes deficiencia en ese ambito y necesitas ser pulido, adiestrado, pues mis asesinos son buenos en absolutamente todo, no solo en tecnica.

Y Kayn obedecia porque asi debia de ser, y tambien porque le agradaba el afecto que las señoras del servicio le ofrecian, pero muy internamente pues jamas lo demostraba. Un dia la amable señora Sue le preparó un delicioso pastel de manzana pues dias anteriores habia sido interrogado sobre su cumpleaños, pregunta la cual el pequeño no supo responder, por lo que la muy bonachona se tomó la libertad de elegir ese especifico día como “el dia de cumpleaños del pequeño Kayn.”

- Pensé que te agradaría aunque fuese poco. – Y con una amable sonrisa, pastel de manzanas en sus manos y un – Feliz cumpleaños pequeño Kayn. – Kayn, por primera vez en su vida se sintió apreciado genuinamente. – Despues de todo sigues siendo un niño.

Kayn se convenció de esas ultimas palabras y que, por su edad, no estaba mal ser amado.

No de vez en año.

Zed al enterarse de esto no lo consideró como algo que afectara el desempeño de su discipulo. Al contario consideró estas muestras de afecto un motivante pues al preguntar al pequeño que sentia en cada cumpleaños la respuesta siempre fue:

- Deseo proteger a la señora Sue y sus amigas, son muy majas.

Kayn cumplió nueve, diez, once, doce, trece años y siempre la señora Sue le preparaba su pastel de manzanas. En su cumpleaños numero 14 se encontró con el debate de “Lo que mi mente me pide hacer y lo que mi corazon no puede dejar de recibir.” Pero, despues de mucha dedicación y debate interno decidió que si queria proteger a sus seres queridos debia dejar ir los sentimientos pues, consideró, que en algun punto los sentimientos lo convertirían en un ser manipulable.

- No puedo permitir tener puntos debiles. – Exclamó el ahora Joven Kayn al decidir ir a enfrentar a la señora Sue. Pensó en pedirle que no se celebrara más su cumpleaños y que su contacto fuese meramente limitado.

Al llegar a la gran sala de cocina se consiguió con las amigas de Sue, quienes entre lagrimas y agonia se acompañaban las unas con las otras. Kayn no dijo nada pues sabia que su presencia exigia saber que sucedia.

- Oh, pequeño. – Una de las señoras se acercó y acariciando el cabello de Kayn amablemente le explicó que la señora Sue habia fallecido a tempranas horas, acostada en su recamara. – Pero nos pidio que te entregaramos esto. Ella lo realizó antes de su descanso, momento en el que falleció. – Los ojos de Kayn volaron a las manos de la señora Chutz quien sostenia un apetecible pastel de manzanas. – Quiza sea dificil para ti celebrar este dia pero, Feliz cumpleaños pequeño Kayn.

Kayn asintió en forma de agradecimiento, tomó el pastel y se retiró a uno de los robles del gran templo donde se dispuso a comerlo. Kayn se preguntaba cual era el punto de amar o ser amado si, la vida tan efimera, siempre tenia otros planes.

Al terminar su pastel dió por terminada su etapa de niño, y con ella, los sentimientos.

- Son una molestia. Sentir debe ser eliminado de mi. – Y así poniendose de pie decidió dejar atras sentimientos como el aprecio, el amor, el cariño. – Son como los pasteles de manzana, dulces pero se acaban muy rapido.
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CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora