CONSTELACIONES [Kayn x Rhaast]

Veredicto

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Salón principal de reuniones,

14:45

Al llegar, Zed inmediatamente puso los asuntos sobre la mesa. Rhaast se mantuvo silencioso durante gran parte de la reunión,  por no decir toda,  donde aunque escuchaba... decidió no interferir.

Segun su maestro: Habian asociaciones o  tribus , que se oponian a dar el primer paso contra Noxia. Sobre todos aquellos que seguían la ideología del absoluto  todo  en dicha ciudad... normalmente por el tipo de pensamiento que la orden Kinkou, los Wuju y todas las viejas órdenes habían implantado en el pensamiento de la población. Con Irelia y Karma reforzando esta mentalidad era muy difícil conseguir que apoyasen la visión de Zed.

Por fin, el maestro decidió hacer  nada .

Ni atacar, ni defender.

Y tenía varios motivos para ello... uno de los principales era que Noxia prevería como principal obstáculo la orden de las sombras, por ende, cuando atacasen y no viesen la presencia de la orden entre la mutiltud entonces probablemente cambiarían el plan.

O salía muy bien para Irelia y los demás si cambiaban el plan, o salía muy mal si Noxia decidióa seguir aplastandolos con toda la fuerza que usarían para subyugar a la orden, incluso si no  estaban allí.

Otro motivo era que sus intenciones eran ofrecer su ayuda  sólo  para empujar al resto de los pobladores a adaptarse a la nueva ideología que él deseaba implementar en Jonia. Eliminando códigos morales estúpidos que eventualmente los llevarian a su propia destrucción, yendo un paso delante de quienes osaban poseían toda la magia del territorio, aprovechandolos al maximo para así contraatacar cada vez mejor y más  fuerte.

Si entonces se negaran a aceptar ese cambio, él dejaría de defenderlos. Estando completamente seguro de que en cualquier caso,  incluso si Noxia terminó asesinando a todos y cada uno de los pobladores , al llegar a la orden serían detenidos. Ya no por un deseo de una mejor tierra, sino por  prevalecimiento y dominio.

Siendo totalmente honesto con Kayn, confesó que prefería perder a Jonia antes que seguir peleando por una ideología que en tiempos actuales ya no funcionaba. Tal vez fue todo un éxito décadas atrás, un siglo atrás,  quizás más...  pero los tiempos cambiaron, evolucionaron, y Jonia debió tomar su lugar en dicha evolución tarde o temprano.

El menor no refutó, encontrando lógicas las palabras de su padre no por ser su hijo, sino por comprender la postura que los asesinos debieron tomar en esta situación. La orden siempre se movió bajo intereses individuales, sin importar quiénes se vieron afectados, la voluntad de la orden debe siempre ser absoluta y respetada. Ser un asesino de las sombras significaba ser libre de elegir tu propio camino, tú y nadie más que tú pones tus reglas y tus limitaciones, siendo tu  propio  sentenciado y tu  propio  sentenciador. Pero cuando éste tipo de situaciones ocurren, donde la unidad de todos y cada uno de los acolitos era necesaria, era cuando realmente se veía la fuerza aplastante con la que la orden se movía.

Sin equivocaciones, pulcros, total y absolutamente efectivos. Donde la orden ponía las manos,  allí caía el objetivo . Sólo en dos ocasiones la orden se a movido de esa forma: Durante el asalto a la orden Kinkou, y durante la ocasión en que drenaron el poder mágico de uno de los pueblos vastaya.

- ¿Le dirás a las dos  brujas  que no cooperarás? – Preguntó Kayn, tan serio como casi nunca estaba.

- No tengo porque asistir a las reuniones, no tengo porque decirles nada. Ellas tienen que venir por mi, ellas deben arriesgar su misera vida intentando entrar a mi templo para hablarme, ellas son las que arrastrandose me pedirán apoyo y será porque  yo lo he decidido asi, Kayn. Siempre será porque yo lo decida.