Placer

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No era dolor, era placer , era extasis lo que logra distinguir. Sus ojos inmediatamente se tornaron blancos al sentir como en la primera embestida la punta del miembro de Rhaast empujó contra su próstata,haciendole gemir como nunca se había oído a si mismo.

Enroscó así sus manos en las sabanas, cerrando sus ojos al momento en que dejó de sentir dicha presión en su próstata para inmediatamente, con una fuerza sobrehumana, ser embestido nuevamente, sintiendo ahora que más alla del inicio del miembro pulsó contra esa parte tan sensible de su cuerpo.

Sus piernas comenzaron a temblar, parecían hechas de gelatina con sólo dos embestidas... rió al comprender que no podría levantar su culo nuevamente en la siguiente embestida.

Y así, interrumpiendo sus pensamientos, vino la siguiente. Ocasionando que Kayn se derrumbara sobre la superficie de su cama, incapaz de levantarse de vuelta. Rhaast, pasó uno de sus brazos por sus caderas, no sin antes acariciar su culo, sosteniendole así sin mayor esfuerzo.

- ¿A donde fue toda tu resistencia? Mocoso. – Masculló entredientes, preparandose para volver a empujar con todas sus fuerzas antes de que Kayn pudiese responder.

Y así fue.

Kayn gritó en esta ocasión, enterrando su rostro en la almohada e intentando levantar todo lo posible su trasero al aire para así lograr sentir mucho mejor al Darkin dentro de él.

Era increible, se sintio tan lleno, tan satisfecho, tan completo... lo queria todo.

- A-AH... ¡¡Más!! – Gritó con la almohada en su boca, intentando mover sus caderas contra las de él, indicandole que siguiera.

- ¿Hmm? No te escucho. – Sosteniese Rhaast entonces con su mano libre un puñado de cabello de Kayn, tirando de éste hacia atrás mientras nuevamente volvía a embestir contra él. Esta vez mucho más fuerte que las anteriores si eso era posible.

- ¡¡¡D-Dios!!! – Cerró sus ojos, intentando contener las lagrimas que de igual forma se escapaban. Nada le dolía, ni su cabeza por ser halado de ella, ni su culo por las duras penetraciones, ni su cadera por las garras intenciones de Rhaast rompiendo su piel. nada _

- ¿Sí? – Volvió a mascullar entre dientes Rhaast, embistiendole con pausa por ultima vez. - ¿Yo? ¿Dios? Si a penas me llamaste... parasito . – Dijo en voz alta, con algo de ardor en sus palabras.

- No... – Mirase Kayn sobre su hombro a Rhaast, se vio precioso. Sus caderas pegadas a su culo, su cintura desde ese angulo se vio mas pequena de lo usual, un brazo halando con fuerza de su cabello y el otro sosteniendo parte de su cadera.

Bruscamente Rhaast tiró del cabello de Kayn, poniendole así de espaldas completamente hacia él, no siendo necesario sostener sus caderas pues era suficiente con el agarre del cabello y de su miembro.

Con su mano libre Rhaast aprisionó ambos brazos cruzándose por detrás, justo en el hueco entre la espalda baja de Kayn y su propio vientre. Sosteniendole alli, comenzó a moverse dentro de Kayn, el primer golpeteo fue suave, el segundo ya era un paso brutal.

El choque de su trasero con las caderas del mayor produce un sonido insano como muestra de la velocidad con la que era empalado el menor. Sus ojos volvieron a tornarse blancos y de su boca comenzaron a escurrir lineas de saliva junto a su lengua, en conjunto con su rostro sonrojado, para Rhaast era sinonimo de estaba haciendo las cosas bien.

CONSTELACIONES  [Kayn x Rhaast] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora