IX

4.7K 336 273
                                    



—Mis padres no me dejaban salir, pero les dije que quería venir a verte.

—De mí no tienes porqué preocuparte.

—JJ, ¿Qué pasa?, ¿Pope te ha dicho algo?— preguntó Kiara—. Por qué sé lo que pasó no le quita el sueño— aseguró, JJ miró hacia otro lado—. Los dos lo tenemos superado, pero tú le das vueltas a algo.

A Amelie. A lo que sentía desde siempre. A lo que estaba sintiendo. A la soledad de su casa. Al darse que su casa no se sentía como un hogar, y antes podía culpar a la presencia de su padre, pero, ¿ahora a qué?

—Lo que casi pasó en el barco fue raro— terminó por decir JJ con nervios.

—Si, para mí también fue raro— apoyó Kiara en voz baja—, pero no raro malo.

Kiara dio un paso hacia él, que tragó saliva con las palabras atascadas en su garganta. Los ojos de la de rizos bajaron a sus labios y JJ soltó un suspiró tembloroso.

—¿Qué estamos haciendo?— preguntó JJ en un murmuro—. No deberíamos de hacer esto.

JJ se separó, su mano movió el trapo en su mano, el cual apretó en su palma. Era un pañuelo que Amelie había robado hacia unos años tras una discusión para demostrarle que podia ser como el, que no eran tan distintos.

Pensó en cómo su cuerpo se relajó al entrar a casa de Amelie.

Amelie.

—Si tu lo dices...

—No, acabaría mal— JJ aseguró volviendo a colocarse delante de Kiara—. Mírate, ya tienes ropa nueva— señaló antes de mirarse a si mismo—. ¿Sabes de dónde he sacado esta ropa?— preguntó con nervios—. De casa de Amelie.

El nombre de la chica que había estado en la vida de ambos por tantos años, cayó como una bomba silenciosa que se había ignorado. Claro, que Amelie no era algo que podía ignorarse.

No podías ignorar algo que siempre había estado ahí.

—No estás siendo justo— susurró con la voz quebrada Kiara, la culpa golpeteó su pecho.

—Tu no estás siendo justa— contradijo el chico con enfado—. Vienes aquí, a una casa de la que me echan en tres semanas— comenzó a decir con rapidez—. Mierda, no tengo ni padres, ¿Que te va a importar a ti?

El pie del rubio dio una patada a una lata que comenzaba a podrirse, sus manos pasaron por su pelo y juró sentir su cabeza vibrar ante todo lo que pasaba por ella.

—JJ, me importa.

—No te importa— aseguró JJ con una expresión dolida—. Tus padres viven en Figure Eight, ese es tu futuro.

—No es mi culpa— los ojos de Kiara siguieron a JJ, quien se separó de nuevo, mirando hacia el lado contrario de donde estaba la chica—. JJ, si nos necesitas, te ayudaremos— aseguró—. Te ayudaré.

—¡Es eso, justo eso!— exclamó con rabia el rubio—. Te resulta tan fácil decir eso...—se quejó—. ¿Sabes por qué?— preguntó sin dejar contestar—. Porque eres una Kook, ¡eres una kook, Kiara!

—Si, soy una Kook— murmuró la de rizos, bajando sus ojos—. Estaba viviendo como una Kook en aquella cueva contigo por un mes.

—No me refiero a eso— contestó JJ entre dientes, Kiara tragó saliva—. Sabes que no me refiero a eso, Kiara.

—¿Y sabes qué vi también?— preguntó ella con rabia—. Que con Amelie no es lo mismo y...

—No te atrevas de hablar de Amelie— interrumpió JJ lleno de enfado, la gota que colmó el vaso—. Pero, mierda, piensa en ella, ¿qué diría de esto, eh?— Kiara quitó la mirada—. Justo eso, Kiara.

ᴀɴɢᴇʟ // ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora