ᴀɴɢᴇʟ // ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ

XI

—Cuando volví a Tannyhill, Rafe hablaba con Ward, y le decía todo el rato; es mía, es mía, es mía— explicó Sarah en el jardín de la Chetau—. Debía hablar de la cruz.

—O de la droga que se mete— murmuró Amelie, sus dedos jugueteando con los mechones de su pelo y sus ojos en ellos.

—Y atención— siguió Sarah—; esta noche llega a Wilmington, a las ocho.

Las miradas de Pope y JJ se cruzaron, por otro lado Amelie alzó sus ojos ante aquello y con la mano del rubio apretando su muslo.

—De allí la envían en tren a Raleigh, pero es nuestra oportunidad.

—Bueno, habrá unos mil millones de vagones— comentó la castaña, las miradas cayeron a ella, que se encogió de hombros—. ¿Los Pogues con suerte?— ladeó sus labios—. En otra vida.

—O en esta— contestó Kiara, Amelie la miró sin entender—. Sarah tiene el numero del vagón, algo es algo.

—Si— asintió JJ antes de ladear su cabeza, soltando el muslo de Amelie—, seguro que hay movimiento ya— aseguró—. Así que seria mejor ir ya.

—Sarah, ¿Sabes algo de John B?

—No, supongo que estará con su padre— contestó Sarah, recibiendo un asentimiento de Kiara—, con la furgoneta.

—Nuestro transporte— se quejó Pope, Amelie chasqueó su lengua y miró el teléfono.

—Tú— señaló Pope a Amelie, que alzó sus ojos del teléfono—, conoces a mucha gente con camioneta

—¿Yo?

—Si— aseguró, Amelie alzó sus cejas— Ummmm, ¡Big Mike!— exclamó con una sonrisa—. Ese hombre te ama, Amelie.

—¿Y si no?

—A Bob.

—Crees que desaparecer del trabajo 6 semanas sin avisar ¿hará qué me la deje o...?

—Vale, pues Mark— nombró Pope con nervios.

—No— dijo JJ serio, todos le miraron—¿Qué? Pensad en alguien más

—Nathan.

—¿Solo conoces a hombres?— preguntó Cleo con algo de impresión, Amelie entreabrió sus labios sin saber qué decir.

Se preguntó si los rumores sobre ella habrían llegado a Cleo, se preguntó si se lo había creído, se preguntó si, aquella pregunta, era por los rumores, unos que se creía.

—No, ¡claro que no! — negó tras unos segundos—. Tengo amigas, muchas—. aseguró antes de levantarse, las manos de JJ rozaron con su muslo al pasar delante de el—. Pero es que...— dijo nerviosa—, no le he dicho a nadie que he vuelto, y si se enteran ahora van a...— pasó las manos por eso pelo y JJ notó que tembló levemente—. Si saben que estoy aquí, los servicios sociales vendrán por mí.

—¿No lo sabe ni Rose?— preguntó Kiara con cautela, Amelie negó con su cabeza, y sintió ganas de romper a llorar de nuevo, la mano de JJ fue de su rodilla hasta la mitad de su muslo varias veces.

—Solo llevamos 1 día y medio aquí, y he estado...— miró a JJ de reojo—, en otras cosas, y es que...

La voz le tembló con temor y la mano de JJ continuó acariciando su muslo con cariño y con los ojos de su novia evitando mirarle. Sabía que Amelie temía a que Rose hubiese empeorado al punto de lo saber ni su propio nombre.

El silencio reinó durante un momento hasta que el teléfono de Amelie sonó, haciendo que soltara un quejido antes de que el ruido seguido de notificaciones llegando al móvil de Amelie llenara el lugar.