ᴀɴɢᴇʟ // ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ

I

—Te acostumbrarás.

Los ojos de Cleo dejaron de mirar hacia el frente y giró su rostro a un costado, donde Pope se había sentado.

—¿Eh?

—A verlos tan juntos.

La cabeza del chico señaló hacia el frente. Ambos pares de ojos fueron hacia la pareja, estaban separados; Amelie estaba deshilachando ramas, mientras JJ quitaba las espinas de un pez que la chica había cazado. No estaban juntos, pero tampoco muy separados.

—¿Has visto cómo ha cazado ese pez?— preguntó Cleo tras unos segundos con un matiz de impresión en su voz, Pope asintió con su cabeza—. Con la camiseta de JJ.

—También te acostumbrarás— repitió Heyward, Cleo le miró sin entender—. A que sea bastante perfecta.

—¿Perfecta?

Aquella descripción causo algo de acidez en el cuerpo de la chica. No llevaban más de dos semanas en la isla, y, por mucho que Cleo quisiera, las chicas habían sido algo reservadas. Y, para qué mentir, ella también. Se había reducido a observar a aquellos jóvenes casi desde la distancia.

—Si, bueno...— ladeó su cabeza e hizo una mueca con sus labios—, ya sabes, que sea buena en todo...

—¿Es buena en todo?

—Si, es bastante perfecta— aseguró Pope sincero, Cleo alzó sus cejas— John B, Kiara y yo tenemos una apuesta sobre eso

—¿Sobre su...perfección?— preguntó extrañada la chica. No porque no considerase a Amelie habilidosa, o inteligente. Simplemente no la consideraba perfecta, y, por alguna razón, Cleo supo que la castaña tampoco se describiría así nunca.

—Ajá— asintió— Kiara dice que es buena en tantas cosas porque, simplemente, es habilidosa—explicó— Yo creo que es superdotada— se encogió de hombros—, y John B dice que es cómo...— rio cortamente—, un Superman, o que ve el futuro, es lo menos probable.

—Si, no es muy probable— apoyó Cleo, sus ojos fueron a la chica de nuevo, quien trenzaba una hojas, convirtiéndolas en un bol.

—¿Y JJ?

—JJ no participa en esta apuesta— aclaró, sus ojos volvieron al frente al ver como el recién nombrado se levantaba, caminando hacia la joven.

—¿Por qué?

—Porque sabe cosas de Amelie que nadie más sabe, no sabemos qué, pero bueno, míralos...

Amelie sonrió sin alzar la mirada mientras JJ le decía algo. Amelie negó y JJ apretó sus labios antes de agachar su cuerpo un poco, cargando a Amelie en su hombro mientras esta reía. Las carcajadas junto los chillidos se escucharon cuando los dientes del rubio se clavaron en el trasero de Amelie, que movió sus piernas mientras el chico la mordía

—¡Basta, basta!— exclamó Amelie entre carcajadas, su pelo rozando con los muslos de JJ, que dejó de morderla— Eres tan dócil, es ridícu...

Los dientes volvieron a encajarse en su piel y la chica soltó aun más risas, mientras una mano apretaba su muslo

—¡Je desolé, mon amour!— exclamó Amelie entre risas, su cara algo roja al estar boca abajo, JJ volvió de alejar su boca, dejando un beso rápido acompañado por una nalgada que hizo que Amelie riese tontamente y que JJ sonriese, bajándola al suelo.

—Si, me he dado cuenta que son muy...— buscó las palabras—, muy unidos.

Lo eran, vaya que si lo eran. Es decir, llevaban poco tiempo varados, pero el hecho de que la primera noche JJ la hiciera dormir casi encima suya para que no estuviera incomoda en la arena, fue un factor que Cleo no pudo evitar observar.