ᴀɴɢᴇʟ // ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ

XVII

Los dedos de JJ se movieron con nervios sobre su pierna cuando entraron a la calle de la casa de Amelie. Sus ojos pasaron por las casas, bastante destrozadas comparadas con la casa blanca y azul en la que John B paró delante.

Los nervios del rubio fueron a mas al ver a la castaña sentada en el sofá del porche, sus ojos en ambos chicos, que caminaron por el jardín.

—¡Anda, mi novio!— exclamó algo molesta la chica, JJ sonrío inocente— ¡Qué milagro!

JJ no contestó, apretando sus labios y John B quitó la mirada ante lo que parecía el comienzo de una discusión.

—¿Qué hacéis aquí?— pregunto ella, su mano llevó un trozo de fruta a su boca. JJ relamió sus labios ante el hambre y el saber que un beso sabría dulce.

—Venimos a contarte algo y a que nos ayudes con una cosa— dijo John B, cruzándose de brazos, Amelie ladeó su cabeza y sus piernas se cruzaron encima de mesa baja.

—Dime.

La chica movió su mano con otro trozo de fruta entre sus dedos, el estómago de ambos gruñó con hambre que Amelie pareció ignorar

—Ames— murmuró John, esta alzó sus cejas—, ¿tienes comida?

—Ah, habéis venido por eso— señaló con un poco de molestia, ellos negaron con la cabeza—. Sed sinceros

—Solo una pequeña parte— admitió John B, Amelie miró a JJ con enfado y este le dio un golpe—. ¿Tienes?

—Hay pasta en la nevera, ayer hice— murmuró Amelie sería—. Traed dos platos y coméis.

—Genial.

JJ se quedó en su sitio mirando a la castaña, que evitaba mirarle, hasta que JJ apoyó su brazo en el cabezal del sofá tras de ella que trató de seguir sin mirarle.

—Hola— murmuró con cautela.

Había marcado sus distancias con Kiara, le había dejado claro que era Amelie, que siempre iba ser ella cuando la de rizos le dijo que le quería en un ataque espontáneo. A JJ le gustó que aquellas palabras no le confundieran, ni descolocaran.

Buscar a Amelie era lo único que tenia en su cabeza.

—Ángel...— insistió cuándo Amelie llevó otro trozo de fruta a su boca.

La boca de JJ fue a la mejilla de su novia, que mantuvo la postura, hasta que JJ dejó un beso de boca abierta en su cuello, haciendo que Amelie moviera su hombro hacia si sin pensar.

—¿Te importo?— preguntó Amelie sería, JJ la miró con sorpresa, separándose un poco de ella.

—¿Que?

—Solo responde

—Claro que me importas— contestó con rapidez, serio y seguro—, eres lo más importante de mi vida, ángel.

Amelie le miró insegura y JJ llevó la mano libre de la chica a su pecho. Su corazón iba con rapidez.

—Ayer vine a verte— el ceño de Amelie se frunció y la mueca de confusión sorprendió a JJ.

—No viniste— susurró con lentitud la castaña, JJ arrugó sus cejas.

—¿Por eso estás enfadada?— preguntó tras unos segundos—. ¿Por qué crees que no te vienes a ver?

—No estabas— repitió la chica más seria, casi enfadada ante lo que creía que era una mentira—. No estabas.

JJ entreabrió sus labios, pero no pudo discutir aquello. No estaba cuando la joven se despertó, ni cuándo se fue a dormir.