MAKTUB × Minsung Omegaverse

SEIS

El fin de semana pasó lentamente para Jisung quién, por primera vez en su vida, se alegró que fuera lunes y, por ende, tuviera que levantarse temprano para ir clases.

Pasó todas sus clases sin estar totalmente presente como ya era costumbre, perdido en sus memorias y añoranzas. Por lo que, en cuanto su profesor les dio salida, corrió hacia la cafetería argumentando a sus amigos que había especial de tacos y quería aprovechar. Aunque la verdad era que quería ver a Minho, sin que se le escapara esta vez, ya que la cafetería solía conectar ambos edificios.

No importaba lo loco o acosador que sonara, no se movería de esa puerta hasta hablar con Minho... saber por qué lo estaba evitando. Trataría de que pareciera un encuentro casual y no altamente premeditado por sus noches de insomnio donde platicaba consigo mismo.

Una vez estuvo frente a la puerta, tomó aire pesadamente antes de recargarse en la pared y fingir que veía su telefono. Ya no tenía datos y el internet de la escuela era una mierda, así que solo revisaba antiguas fotos con aburrimiento, pero eso nadie lo sabría a parte de él.

Cuando escuchaba pasos acercarse a la puerta alzaba rápidamente la mirada, aunque casi siempre sabía que no se trataba de Minho pues su olor no le acompañaba.

Pero tal vez si alzaba demasiadas veces la cabeza podría invocarlo o algo parecido.

Un tanto asombrado por creer -tan solo un segundo- que realmente tenía poderes, Jisung se alegró de ver cierta cabellera castaña venir hacía su dirección. El alfa miraba el suelo y traía sus audifonos consigo, bloqueando todo a su alrededor. Por lo que fingió estar en una llamada para hacer como si de casualidad se lo encontrara.

-Que sí Seungmin, ya te dije que los tacos se acabaron y ahora voy a ver que puedo comprar para que comamos y... ¡Oh! Hola Minho. - Fingió haberlo encontrado por sorpresa, interponiendo su delgado cuerpo entre la puerta y el alfa, quién quitó sus audifonos y saludó al omega con un pequeño asentimiento. - Que casualidad encontrarnos ¿no?... El viernes ya no viniste a desayunar con nosotros, ¿está todo bien?

Aunque Jisung no queria parecer un desesperado, no era bueno en actuación. Ni con la paciencia. Ni siendo disimulado.

-Mhm si... respecto a eso... lo lamento, surgieron algunas cosas bastante importantes que hacer y ya no pude llegar acá. No tuve como avisarte, perdón. Tambien, dale mis disculpas a tus amigos.- Minho hizo una pequeña reverencia.

Jisung sabía que el alfa estaba mintiendo pues le evitaba la mirada y su olor le delataba. Y es que de un momento a otro, su olor a madera y libros viejos se habia vuelto amargo, típico de un sentimiento de tristeza o enojo, incluso pudo detectar un poco de vergüenza en él. Pero no quiso preguntar pues sabía que era un tema que no le correspondía saber si no era decisión del alfa.

-No te preocupes, solo me... nos preocupamos por ti, pero con tanta pizza estoy seguro que se les olvidó aquel malestar. - Sonrió, tratando de contagiar al alfa. Falló. - ¿Vas a comer? Los chicos y yo íbamos a hacerlo apenas, por si nos quieres acompañar.

Minho lo dudó, quería pero se sentía inseguro. Negó con la cabeza tratando de alejar su sentimiento de amargura. Tal vez no merecía un omega o ser amado, pero no podía negarse la comida con un buen amigo.

-Claro, vamos.

Ambos chicos caminaron dentro del gran espacio con olor predominante a café, el líquido que mantenía en pie a la mayoria de los alumnos ahí presentes.

Buscaron con la mirada alguna mesa vacía, encontrando la indicada casi al final del recinto, hacía la cual caminaron con rapidez para que no se las ganaran.

Una vez estuvieron sentados, Jisung se reprendió mentalmente al no encontrar una sola plática que pudiera compartir con el alfa a su lado.

-¿Y tus amigos?- El castaño preguntó mientras sacaba una pequeña manzana de su mochila.