MAKTUB × Minsung Omegaverse

VEINTIDOS

Su relación avanzaba bastante bien, sin darse cuenta un mes bastante acaramelado había pasado y a decir verdad, conforme más pasaba el tiempo su vinculo se tornaba más estrecho y fuerte. Sus tratos no habían cambiado demasiado, Minho seguía siendo el chico tímido que conoció a inicios de semestre, mientras Jisung cumplía la función de ser el extrovertido de siempre.

Ya que se encontraban a finales de semestre era común que algunas clases les fueran canceladas después de sus examenes importantes y por ello, sus citas no eran muy diferentes a las que tenían antes de ser pareja, aprovechaban las horas libres para salir a algún parque, sentarse en el pasto y sentir la calidez ajena en un abrazo o beso amoroso.

Minho aún no se acostumbraba al cambio radical que su vida habia dado en tan poco tiempo. Siempre creyó que se quedaría solo pues su lobo ausente y su constante olor a tristeza ahuyentaba a cualquier omega o beta que estuviera cerca de él, lo que le hacía hundirse más en su dolor. Pero con Jisung todos sus problemas parecían pasar a segundo plano, le hacía reir genuinamente y sentirse querido por primera vez en su vida.

Sin embargo, no todo era color de rosa pues su lobo aún no regresaba. Sabia que amaba a Jisung, algo dentro de él le afirmaba que era el indicado, pero la nula conexión con su lobo lo frenaba en muchos aspectos: había noches donde una gran tristeza lo inundaba y terminaba llorando con fuerza; en un otras ocasiones se sentía como un cuerpo sin vida, como si le faltase algo tan importante que se sentía perdido y sin ganas de nada; y ni hablar de las ocasiones que se sintió poca cosa para Jisung.

Sabía que eran pensamientos negativos que debía evadir pero no podía. Jisung era un omega tan perfecto que se sentía no merecedor de su cariño, no podía evitarlo e incluso le ocultaba a Han que aquellos pensamientos aún rondaban su mente. Y es que Jisung era todo lo que estaba bien, era lindo, amable, lo escuchaba, era divertido pero sabía comportarse en momentos serios, era inteligente y bastante bueno en cualquier actividad que le pusieran enfrente; pero él ¿qué tenía? Era un alfa debilucho, acosado la mayor parte de su vida lo que lo convirtió en un llorón tímido y apartado, que jamás habia estado con alguien sentimentalmente, lo que lo hacía un ignorante en todo lo que se tratara de amor y relaciones. No tenía amigos y mucho menos familiares con los que apoyarse, no tenía mucho dinero y sus trabajos siempre eran de los más cercanos a su hogar y que pagaban poco... ¿qué podría ofrecerle a Jisung?

-Minho, ¿me estas escuchando?- La voz a su lado lo devolvió a la realidad, ya había perdido la cuenta de todas las veces que se habia perdido en sus pensamientos negativos. Giro su cabeza y se encontro con los ojos lindos de Jisung viéndolo un tanto preocupado- ¿Estas bien?

-Si, perdón ¿qué decías?

-Mis hermanos acaban de avisarme que no llegarán a casa hoy. Al parecer Changbin irá con Seungmin unos días a la playa y Chris pasará el celo de Felix con él, lo que nos deja la casa sola ¿quieres que hagamos una pijamada? - Jisung pregunto emocionado, le gustaba cuando se pasaba! toda la noche comiendo chucherias en pijama y en compañia de su alfa.

-Si, hagamos una pijamada y mañana venimos juntos a la escuela.

-¡Genial! Saliendo hay que pasar a una tienda para comprar todo lo necesario y ya no salir después.

Y así fue, cada uno termino sus respectivas clases del día por lo que a la una de la tarde ya se encontraban caminando de la mano rumbo a una tienda. Entraron a la más cercana a la casa de Jisung para no ir cargando tanto tiempo, escogieron sus botanas favoritas y unos cuantos refrescos que sabían siempre tomaban, después de pagar se dirigieron a la casa del menor.

A comparación de otros días, las platicas eran más secas y cortas, y aquello no pasó desapercibido para Jisung quien notó claramente la actitud tan ausente de Minho, lo que le hizo preocuparse pero tambien sobre pensar. En los ultimos días había notado a Minho muy distraído y pensador, incluso su olor a tristeza volvia a acompañarlo en ocasiones, lo cual le causaba un sentimiento extraño en el pecho pues sentia que el Minho que conoció a inicios de año estaba volviendo y no entendía si era por algo personal, o algo que le molestara de él o su relación. Y el simple hecho de pensar en que Minho no estuviera a gusto a su lado le hacía revolver el estómago horrible.