TREINTA Y DOS

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Despertar al día siguiente fue una experiencia completamente nueva y extraña ya que se sentían más cercanos, más emocionales, sus lobos estaban muy tranquilos y felices... pero al mismo tiempo se creó una dependencia por el otro debido al tiempo que se prohibieron pasar juntos. Incluso el alfa llegaba a lloriquear cuando Jisung tenía que irse a la universidad para sus clases mientras que Minho se quedaba en su casa preparando el papeleo necesario para intentar ingresar a trabajar en una buena compañia.

Minho extrañaba a su lobo pero había olvidado el mar de emociones que este le ocasionaba.

Debido a que sus lobos se querían cerca, Jisung asistía a clases por las mañanas al mismo tiempo que Minho iba a diferentes entrevistas, por las tardes ambos se encontraban en la casa de alguno para comer, ver peliculas, salir o simplemente recostarse junto al otro para aliviar el estrés que la vida adulta les estaba generando mientras se hundían en el olor ajeno y una rica cena.

Aunque una nueva rutina se agregaba a su vida ya que por las noches ya no tenían únicamente sesiones de besos tranquilas, sino, habia ocasiones donde los besos eran más demandantes incluyendo mordidas y besos húmedos en el cuello u orejas. Aquello los calentaba de maneras absurdas, casi como si fueran adolescentes y a decir verdad, hubo un par de ocasiones donde terminaban masturbándose mutuamente entre besos, cuando se corrían simplemente se limpiaban y terminaban durmiendo plácidamente y más relajados.

Les daba vergüenza que el contrario mirara cuando lo hacían así que solo había ocurrido mientras se besaban sin moverse o mirar más de lo debido. Ambos estaban bien con eso, incluso se preguntaban como es que aquella vez habían actuado tan descarados y avanzado tanto pues ahora el simple hecho de que alguno tocara el miembro erecto del otro les generaba una vergüenza increible.

Pero por el momento no se quejaban, estaban bien con esa dinámica.

Esta era una nueva mañana en la que la pareja se encontraba separada nuevamente, sus lobos se llamaban con insistencia haciendo que Jisung no pudiera concentrarse completamente en sus clases y Minho estuviera bastante nervioso en su nueva entrevista.

Cuando el alfa salio del edificio soltó un suspiro frustrado, seguramente lo habia arruinado y no lo llamarían. Otra vez. Estaba hartandose poco a poco, quería conseguir un trabajo estable para tener un ingreso económico del mismo modo. Había un pensamiento recurrente en su mente que le suplicaba irse a vivir con Jisung en su propio espacio especial para los dos, él quería comprar una casa más grande y linda; quería comprarse un auto, aunque sea un modelo viejo, pero quería un vehículo para salir con el omega a conocer lugares juntos y llevarlo a citas románticas por otro medio que no fuera caminando o en bus. Quería darle la mejor vida al omega pero no podía ni siquiera conseguir un empleo.

Además había algo más que lo molestaba. Su celo sería en menos de una semana y estaba nervioso por lo mismo, tal vez no de la manera que esperaba.

Su teléfono vibro cortando de golpe sus pensamientos cuando sacó su celular descubrió que era su omega así que atendió de inmediato.

-¿Sung? ¿Pasa algo?- Pregunto temeroso a la respuesta.

-No Min, lamento si te asuste o llamé en un mal momento pero quería escuchar tu voz.- Lo último lo susurró por lo que no fue difícil deducir que el omega estaba nervioso.- Es un poco tonto porque nos vimos hace unas horas pero te extraño y necesitaba hacer esto para calmarme un poco...

-Yo también lo necesitaba Sung, gracias.- Quiso reconfortar a su novio.-Puedes llamarme siempre que quieras, no me molesta, al contrario me calma escuchar tu voz.- Escucho a Jisung soltar una risa bajita junto a un suspiro y supo que allí estaba su novio dulce.- ¿Ya saliste de la universidad?

MAKTUB × Minsung OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora