MAKTUB × Minsung Omegaverse

FINAL

Pasó nervioso sus manos por su pantalón tratando de quitar el sudor que se comenzaba a acumular. Después de tanto tiempo finalmente había llegado el día.

-Deja de moverte o te pegaré con esto.- Amenazó Changbin a su espalda con un cepillo en su mano. El alfa se había ofrecido a peinarlo y estaba haciendo un buen trabajo pero era poco paciente.

-Además estás arruinando tus labios de tanto morderlos.- Felix, que se encontraba frente a él, lo regañó también. El omega le había dicho que podía hacerle un maquillaje sencillo para este día, maquillaje que al parecer estaba arruinando por su nerviosismo, sin embargo el pecoso volvió a maquillar sus labios con tranquilidad.- Espero ya no lo hagas, ahora debo ir con Sunggie y no quiero retocarlos de nuevo.

Le apunto con su pequeño aparato que utilizaba para difuminar el color antes de guardarlo en su caijta especial y salir de la habitación dándole una última mirada de advertencia.
Los dos alfas se quedaron en el lugar en silencio, Minho cerró sus ojos relajado por el movimiento suave del cepillo en su pelo ya que no importaba si Changbin lucía feroz la mayor parte del tiempo, era muy delicado en realidad.

-Listo- Comentó, sacando de su ensoñación a Minho quien abrió sus ojos y se levanto mirándose en el espejo iluminado frente a él. Lucia bien.

-Wow, gracias Changbin.- Hizo una pequeña reverencia.

-No es nada- Contestó limpiando el cepillo y acomodando las cosas que utilizó.- Sabes Minho... hace bastante tiempo he querido decirte esto pero no encontraba el momento exacto hasta hoy.- Detuvo sus movimientos, poniendo nervioso a Minho quien se acercó a él.- Solo quería agradecerte por cuidar a mi hermano, ustedes de verdad se complementan muy bien y se nota a kilometros el amor que se tienen. El hecho de que hayas decidido crear esta ceremonia solo me demuestra un poco más que en tus manos Jisung está a salvo. Gracias por ser quien eres y esforzarte por ambos, yo de verdad estoy feliz que Jisung sea tu pareja.

Minho quedo sin palabras, no esperaba un comentario como aquel pero se sintió muy bien, su lobo hinchó el pecho orgulloso de sí mismo.

-Yo de verdad tuve suerte con Sung, estoy muy enamorado de él y tu bendición es realmente un honor.

Changbin sonrió mientras asentía y Minho pudo recibir un brillo de satisfacción y orgullo en él.

-Bueno, no esperemos más. ¡Vayamos a tu boda!

Porque sí, hace más de un año que Minho le había pedido matrimonio a Jisung. En su tercer aniversario de noviazgo Minho lo llevó a aquellas cabañas que conocían tan bien su historia y se habían vuelto tan íntimas para ellos. Dónde después de una tarde romántica a la orilla del lago, sacó aquel anilo con un zafiro azul en el centro que había comprado hace dos semanas y no había dejado de mover por su nerviosismo de no encontrar el momento adecuado. Jisung gritó eufórico y no fue hasta que paró de dar brincos que contestó la duda de su alfa. Claro que se casaría con él.

Cuando se lo comunicaron a sus amigos y hermanos estos no duraron en tirar la casa por la ventana, repartiendo los gastos sin escatimar en ellos. Y es que era una ocasión especial ya que las bodas no eran muy comunes.
O más bien, no eran necesarias, no había una muestra más grande de amor que una marca. Éstas no se hacían solo por que sí, eran algo que se pensaba muchísimo antes de que sucediera ya que el romper una marca conllevaba consecuencias dolorosas tanto para la parte humana como para la lobuna. Nadie marcaba a nadie sin pensarlo dos veces antes.

Los matrimonios, por su parte, eran menos válidos ya que se podían romper más fácil que una marca, era menos doloroso y por ello ocurría con más frecuencia. Por lo que la gente había dejado de pensar en ellos como una demostración duradera de su amor. Los matrimonios no les prometían estar siempre juntos. Pero Minho quería que su amor quedara demostrado, no solo ante la diosa luna, sino ante las leyes del país. Sería mucho más simbólico y fuerte.