VEINTITRÉS

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Durante la madrugada Jisung durmió realmente poco. Sentía a Minho descansar sobre su pecho con tranquilidad lo que le contagiaba demasiado las ganas de dormir pero cuando cerraba sus ojos el alfa gimoteaba juntándose más a Jisung, casi como si quisiera fundirse en él. Claro que al omega no le molestaba seguir con los cariñitos al mayor, incluso prendió su televisión para tratar de ver algo que le espantara el sueño y siguiera con su trabajo reconfortante para el alfa.

Sin embargo, no duró mucho, cerca de las cinco de la mañana Jisung apenas y podía mantener sus ojos abiertos por lo que, sin soltar a Minho, se estiró para tomar los teléfonos de ambos y desactivar las alarmas que estaban a minutos de sonar, definitivamente no irían a la universidad ese día.

Una vez realizada esa acción se junto más a Minho y cobijandose mutuamente en un cálido abrazo, cayó dormido cómodamente.

Se sumieron tanto en el calor que emanaba el cuerpo contrario y la combinación tan gratificante de sus aromas -que los arrulló durante toda la mañana- que incluso el sol que se colaba por la ventana poco les molesto.

Fue cerca de la una de la tarde cuando finalmente ambos chicos despertaron. El primero en hacerlo fue Minho, su cabeza le dolía y sentia sus ojos hinchados. Tardo unos segundos en analizar donde se encontraba, la cabeza de Jisung descansaba en la curvatura de su cuello con sus cabellos despeinados cosquilleando su nariz. No podia verlo en su totalidad ya que no queria moverse demasiado o terminaría despertando al omega, queria admirarlo unos minutos más.

Pudo cumplir su deseo pues se quedaron en esa posición diez minutos hasta que el omega comenzo a removese en señal de que estaba despertando. Cuando abrió sus ojos lo primero que encontro fueron los rojos y un tanto hinchados ojos de Minho mirándolo con ensoñación, acción que lo hizo sonrojar.

Por su parte Minho queria tomar una fotografía de lo que tenia enfrente, los pequeños ojos de Jisung se volvian más diminutos al despertar por tratar de acomodarse a la luz, su mejilla derecha estaba algo roja por haber pasado toda la noche recargada en ella, mientras que su cabello alborotado y el pequeño puchero inconciente que se habia formado en su rostro lo hacían parecer más pequeño de lo normal.

-Buenos días- Jisung saludó, con la voz algo ronca por estar despertando recién.- ¿Cómo estas?

Fue entonces que Minho recordó la noche anterior, que había llorado frente a su omega y que el mismo sabía ahora su más íntimo secreto. No pudo evitar sentirse algo cohibido, es decir, no era fácil admitir que habia sido abusado en su infancia y mucho menos al pertenecer a la jerarquia de los alfas pues era inevitable que sus lobos se sintieran demasiado degradados.

-Hey no, no dejes que esos pensamientos negativos entren de nuevo- Jisung intervino al notar como el aroma del alfa comenzaba a cambiar.- Ya no estas solo Minho, puedes hablar conmigo, yo jamás te voy a juzgar por lo que sea que pienses, al contrario, te apoyare o guiare cuando te sientas perdido.

Minho asintió, con un nudo en su garganta formándose nuevamente, hecho que le hizo frustrarse, no era posible que últimamente fuese más sensible, lloraba demasiado. Minho solo queria sentirse bien consigo mismo y vivir una vida tranquila junto a su omega.

-No fuimos a la facultad- Trato de desviar el tema el alfa.

-No, creí que era la mejor opción, además, tenemos pocas clases estos días, no nos perderemos de mucho.- Minho volvio a asentir, despeinando su cabello, se quedaron unos minutos en silencio hasta que el estómago de ambos sonó, haciéndolos reir levemente.- Iré a hacer el desayuno, no sé que tanto haya en el refrigerador así que no esperes un manjar de desayuno. Puedes bañarte si quieres, no tardo.

Jisung quiso besar a Miho pero no sabía si Minho seguía sensible, no quería sobrepasar sus limites nuevamente, asi que, un poco decaído por no poder probar sus labios, salió de la cama y segundos después de la habitación.

MAKTUB × Minsung OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora