DIECISIETE

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Minho jamás admitiría que ansio con todas sus fuerzas que llegara pronto el sábado para poder verse con Jisung.

Después de aquella despedida no pudo dejar de sonreir inconscientemente. Aquel tímido beso sobre su mejilla lo había hecho volar hasta el cielo, tocar una nube y caer a la realidad de nuevo.

Muy cursi si le preguntaban pero no podía actuar de otra manera al estar cerca del omega.

Cada que recordaba aquel contacto con su piel, la pequeña sonrisa traviesa en el rostro de Jisung y como salio huyendo después de aquella acción, no podía evitar que una sonrisa se expandiera en su rostro.

Se abofeteó sin fuerza al notar que nuevamente estaba perdido en los recuerdos de hace unos días. Tenía que alistarse con rapidez pues esa tarde saldría con Jisung y no quería ser impuntual. Estuvo esperando por ese día con ansias, no podía echarlo a perder.

Reviso nuevamente su celular, no sabia cuantas veces lo habia mirado ya, pero temía descomponer el boton de encendido de tanto presionarlo.

Faltaban treinta minutos para las cinco, la hora acordada con Jisung en la que pasaría por él.

El omega le habia dicho por mensaje que podian quedarse de ver en algun lugar que sirviera como punto medio para ambos y así el alfa no caminara de más, pero Minho claramente se negó.

Aún así, decidió que era buen momento para salir de su casa para así poder ir con calma hacia la del peliazul y dejar de sobrepensar tanto.

Se detuvo frente a la casa de Jisung justo a las cinco. Ni un minuto más ni un minuto menos, asustado por su presición con la hora de llegada, decidio esperar un poco antes de tocar el timbre. No quería verse tan desesperado.

Jisung por su lado, estaba peor. No dejaba de dar vueltas en su habitación. Estaba listo desde hace una hora por lo que ya no sabía que hacer y sus nervios no ayudaban.

Miro su reloj y noto que eran las cinco con un minuto y supo que Minho pronto estaría ahí.

Y sí, llegó más pronto de lo esperado, pues enseguida escucho su timbre ser tocado.

Solto un pequeño grito que deseó Minho no hubiera escuchado. Miro su aspecto una ultima vez en el espejo y sonrio, no era su mejor atuendo pero se sentía lindo. Vestia un pantalón ancho de mezclilla, con sus converse favoritos rosados y un sueter del mismo color que le quedaba algo grande, haciendolo lucir más pequeño de lo que ya era. No sabía a donde iría con Minho, por lo que deseaba que no hubiera planeado ir a algún restaurante bastante elegante. En primera por cómo iba vestido y en segunda, sobre todo, porque no llevaba mucho dinero.

Retoco un poco el brillo en sus parpados y en sus labios antes de echar sus cosmeticos en su pequeño bolso junto a su cartera y celular, antes de darse media vuelta y bajar.

Abrió la puerta con una sonrisa nerviosa que se congelo al ver al alfa frente a él.

Minho vestía un pantalon de mezclilla negro ajustado que remarcaba sus muy bien tonificadas piernas. Jisung jamás lo habia visto con ropa ajustada, pues el alfa solia vestir ropa holgada por lo que ver lo poderosos que lucían los muslos y pantorrillas de Minho le hicieron cuestionarse qué tanto se ejercitaba el alfa.

Aunque claro, su pregunta fue respondida en un instante pues al seguir subiendo la mirada los brazos de Minho le saludaron con fervor. Traía puesta una playera de manga larga y cuello de tortuga negra que, nuevamente, se adhería sin pudor al cuerpo tonificado del mayor. Sus brazos y pecho diciendo hola en mayusculas.

Jisung jamás habia amado los musculos, incluso se burlaba de sus hermanos al verlos trabajar tanto en su cuerpo, bromeando con que pronto explotarían si seguian cargando tanto peso. Pero ahora Jisung ya no estaba tan convencido de que los musculos no fueran de su agrado.

MAKTUB × Minsung OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora