Leonor
Después del incidente con Brett, decido llamar a mi madre y contarle todo lo sucedido. Sin embargo, le pido a las gemelas que omitan la parte de Noah, ya que no quiero preocuparla aún más. Mi madre suena preocupada al otro lado del teléfono, y la entiendo perfectamente. No puedo evitar preguntarme cómo es que Brett ha salido de la cárcel y ha llegado hasta New York sin que yo lo supiera.
—Leo, ¿sigues ahí? —pregunta mi madre.
—Sí, perdón, mamá —respondo mientras sacudo la cabeza—. Mamá, te llamaré mañana. Ahora solo quiero descansar un poco.
Termino la llamada y me dirijo a la terraza del pent-house. Observo el cielo estrellado y la hermosa luz que emana de la luna. Estoy tan absorta en las estrellas y la luna que no me doy cuenta de que Ehdas está a mi lado hasta que intenta trepar por mis piernas. Me agacho a su altura y la levanto.
—Esta foto tengo que subirla —escucho la voz de Jess.
—¿Qué foto? —pregunto curiosa.
—Esta —me muestra su celular, donde aparece una foto mía con Ehdas en brazos y yo mirando al cielo.
—¿Cuándo tomaste esa foto?
—Hace poco. Deberías subirla. Si no lo haces, lo haré yo.
La dejo hablando sola al escuchar que alguien toca la puerta y ella entra a una habitación ya que estaba semi desnuda. Mi sonrisa se desvanece rápidamente al abrirla y encontrarme con Brett, quien sonríe de manera burlona.
—¿Qué haces aquí? —pregunto con la respiración agitada y el corazón acelerado.
—¿Qué creías, pequeña? ¿Que iba a permitir que alguien más vea o se atreva a besar mis hermosas pecas?
—No hables de mis pecas como si fueran tuyas —trago saliva pesadamente mientras él se acerca.
—¡No te acerques a mí! —le advierto, pero él hace caso omiso y continúa acercándose—. ¡Ehdas, muerde!
Suelto a Ehdas y ella obedece al instante, mordiéndolo en su talón de Aquiles. Brett intenta hacer que Ehdas lo suelte, moviendo su pie en el proceso.
—¡Lis, Lizzy! —grito, llamando a las chicas.
Las chicas salen preocupadas de una de las habitaciones y se inquietan al ver a Brett.
—¡Llamen a la policía! —vuelvo a gritar, sintiendo la urgencia de alejarme de él.
—Ehdas, ven —le ordeno y ella obedece de inmediato.
—Nos volveremos a ver, Nira —dice Brett antes de irse, mientras Ehdas le sigue ladrando hasta que desaparece.
La tensión en el aire disminuye, pero todavía siento una mezcla de miedo y alivio.
—Nunca entendí por qué te llama Nira, Leo —pregunta Jess.
—Me llama así por mi segundo nombre, Rey-Nira. Al menos eso creo —respondo mientras me siento en el sillón frente a mí. Escucho a las gemelas hablándome, pero en este momento no estoy con ellas. Estoy en el pasado, exactamente en el recuerdo de cuando Brett solía ser... ¿bueno? Para mí, aunque mi madre siempre tenía sus reservas sobre él.
Recuerdo claramente cómo Brett sostenía un ramo de tulipanes rosas, mis flores favoritas en ese entonces. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa que me contagiaba. Se acercó a mí y me abrazó como si fuera la última vez. Siempre abrazaba de esa manera, pero esa vez fue diferente, porque momentos antes estábamos discutiendo por la tutoría que le estaba dando a uno de mis amigos. En ese momento, no le di importancia a eso cuando él me besó, un beso fugaz.
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Que esto sea un "secreto"
RomanceElla acepta hacerle un favor a un completo desconocido sin saber que ese extraño resultó ser el hijo de la compañía enemiga de su padre. ¿Cómo se enteró? fácil, descubre que su padre hizo un trato con la compañía enemiga. ¿De qué trata este trato? D...