Que esto sea un "secreto"

Capítulo 48

Leonor

La llamada de mi madre en el móvil hace que deje la cama y deje a Noah solo. Camino hacia la terraza que está en su habitación y descuelgo su llamada con una gran sonrisa, la cual se desvanece al escuchar su voz llorosa y sus palabras.

—Tu padre...él-él está...

—Mamá, tranquilízate y dime que tiene papá.

—No sé como pasó, pero—sus sollozos hacen que el alma se me destroce. Ella traga con dificultad y continua hablando.—Está en cirugía porque intentaron matarlo.

Siento como los ojos se me inundan de lágrimas, me cuesta seguir de pie y siento como las piernas me fallan.

—¿En cuál hospital están?—No sé como logro pronunciar esto.

—En el...

Se escucha como si le quitaran el móvil y ahora escucho la voz de Matt.

—Estamos en el Nort West. Te enviare la ubicación.

—¿Qué sucede, reina?—La voz de Noah suena justo detrás de mí, él besa mi hombro.

Volteo hacia él para que pueda ver mi rostro lleno de lágrimas.

—Iré en—siento un gran nudo en mi garganta—en seguida.

Noah no hace preguntas y solo me abraza acariciando mi cabello. Dejo que todas las lágrimas salgan de mis ojos.

—Tenemos que ir al hospital Nort West, ¿sabes donde queda?

Él asiente, se aleja despacio de mí y toma mi mano. Ambos entramos a la habitación. Ya dentro me coloco mis pantalones y me quedo con la camisa de Noah, dejo mi cabello suelto y recojo mi bolso. Por otro lado veo a Noah vistiéndose con unos jogger y una camisa holgada. No le presto mucha atención, siento que cada minuto que no esté con mi padre algo grave le podrá suceder. Las lágrimas no dejan de abandonar mi rostro.

—Leonor.

La voz de Noah hace que regrese a la realidad. Trago pesadamente saliva y tomo su mano para salir junto a él a su coche.

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Entro apurada al hospital. Pregunto desesperada a la recepcionista por mi padre. Las palabras que me da me destroza. Siento como la vista se me nubla ya no solo por las lágrimas. Noah detrás de mí me sostiene antes de que pueda caer al piso y así todo lo que veo es negro.

***

Despierto desorbitada sin entender que pasa. Miro a mi alrededor y me percato de la presencia de Noah, quien está sentado en un sofá cerca de mi camilla. Paso mi mano por mi cara y veo que tengo unas intravenosas en el brazo y una de las maquinas que revisan los latidos, creo que eso ya es una exageración. Aún con dolor de cabeza decido sentarme.

—Noah—hablo con dificultad.

Al oír mi voz abre los ojos rápidamente, como si estuviera esperando desde hace rato. Se levanta lo más rápido que puede y me abraza.

—¿Cómo te sientes?—Cuestiona alejándose un poco y mirándome a los ojos, lo veo notablemente preocupado.

—Solo me duele un poco la cabeza.—Le aseguro cerrando los ojos por un breve momento.—¿Y mi padre?—Pregunto al recordar el porqué estoy aquí. Noah no me responde y aparta sus ojos de los míos—Noah...—siento que pierdo la voz, que no me responda me hace sentir que algo muy grave sucedió.