Leonor
Entro al pent-house, me quito las zapatillas y dejo mi cartera en una mesa cercana al sillón donde me siento. Ehdas viene moviendo la cola hacia donde estoy. Los gritos de Mandy no se hacen esperar, al parecer ella tenía a Ehdas y se le ha escapado en cuanto entré al apartamento.
—¡Qué traidora! —grita Mandy, cruzándose de brazos y dando pequeñas patadas en el suelo.
—Mi querida Ehdas no es ninguna traidora, solo tiene buenas preferencias.
—La he estado cuidando todo el día y de repente apareces tú y parece olvidarlo.
Ehdas lame mi cara y mueve su cola con entusiasmo. Es tan preciosa que no puedo evitar hablarle como si fuera un bebé. Mandy se está dando la vuelta cuando en mi mente aparece el chico... ¿Brandon?
—Oye Lis, me encontré con un tal Brandon, amigo de Jess. ¿Lo conoces?
—¿Cuándo le volverás a decir Lizzy? Y sí, conozco a un Brandon, pelo castaño, alto, enamorado de ella.
—Espera, ¿qué? ¿Cómo que enamorado de ella? —La interrumpo y repito lo último que ella ha dicho.
—Sí, solo que ella se hace la loca. Ya sabes cómo es y que es fiel a Jackson.
Asiento con la cabeza y susurro: —Vale. Oye, por favor dile que él me ha dicho que hay una fiesta para celebrar que Christopher se casó —Ahora grito al verla dándose la vuelta.
—¡¿Qué Christopher se casó?! —grita Jess a todo pulmón, lo que hace que Ehdas se asuste y comience a ladrar. La tranquilizo rápidamente acariciándola y dándole unos besitos en la cabeza. Ehdas ha estado muy alerta desde que Brett vino.
—Sí y, por favor, deja de gritar así. Antes de que me hagas un interrogatorio, déjame decirte que no sé mucho más. Solo me dijo que hay una fiesta esta noche porque Christopher se casó, no me dio más detalles —digo rápidamente, quedándome sin aliento.
—Vale, vale —Jess toma su móvil y llama a alguien, supongo que es Brandon por la forma en que su sonrisa se forma en su rostro. Una que conozco bien y que dice todo: fiesta —Okay, claro que estaré ahí y, si no te importa, llevaré a mi hermana y a mi mejor amiga... Bueno, a alguien más —ahogo una risa al escucharla llamarme "alguien más" y la forma en que me mira.
—No pienso ir —digo en cuanto Jess termina de hablar por el teléfono.
—Oh sí, claro que vas a ir. Si no vas, yo tampoco lo haré porque después esta señorita super sociable me abandona en una esquina y se va.
Comienza un debate con Mandy porque realmente no tengo ganas de ir a una fiesta donde no conoceré a nadie. Y conociendo bien a Jess, Mandy tiene razón: me dejaría sola y ella se iría a hablar con otra persona. Mi única opción, aunque parezca muy infantil, es jugar a "piedra, papel o tijera". Si gana Mandy, iré a la fiesta, pero si gano yo, no voy y punto.
La primera en ganar dos, o incluso tres, gana. La primera la gano poniendo papel y Mandy piedra, la segunda la gana ella poniendo tijeras y yo papel. Se me escapa una maldición por lo bajo. La última también la gana ella, esta vez ella pone piedra y yo tijeras. Me levanto del sillón derrotada porque acabo de perder y ahora voy a tener que ir a esa fiesta.
Mandy tiene una sonrisa triunfante, a lo que yo le miro con desaprobación y ella suelta una carcajada. Ahora no puedo evitar mirarla mal. Ella levanta sus manos en señal de inocencia.
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Que esto sea un "secreto"
RomansaElla acepta hacerle un favor a un completo desconocido sin saber que ese extraño resultó ser el hijo de la compañía enemiga de su padre. ¿Cómo se enteró? fácil, descubre que su padre hizo un trato con la compañía enemiga. ¿De qué trata este trato? D...