Capitulo 21:Un juego de lealtades: El capítulo de Noah

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Noah


Estoy sentado frente a mi escritorio en mi oficina en Nueva York cuando alguien abre la puerta. Sé que es mi hermano Noé porque es el único que entra sin tocar.


—Noé, tienes que tocar —le digo mientras se acerca al escritorio.


—Lo haré cuando tú lo hagas —responde molesto.


—¿Qué tienes? —le pregunto al notar su molestia.


—¿Que qué tengo? Es fácil: tengo que ser amable y aceptar que esa estúpida sea mi tutora, gracias a ti. La verdadera pregunta aquí sería: ¿por qué?


Permanezco en silencio, mirándolo mientras se sienta en la silla enfrente de mí.


—Dime, Noah, ¿por qué? —eleva su tono y se levanta de la silla, pasándose la mano por la cara—¿Por qué, Noah?


—¿Por qué no? —digo encogiéndome de hombros.


—Noah, teniendo a Penny, Samanta, Catalina, Saeri y todas las chicas con las que has salido, ¿por qué tienes que estar con ella?


—Reynira se llama Reynira —lo interrumpo, diciendo el nombre correctamente—. Y la respuesta es simple: porque aún no he estado con ella.


—Por Dios, Noah, si ese es el maldito problema, Brandon y yo podemos conseguirte a alguien que sí te haga caso.


Noto su enojo en la forma en que me mira; su mandíbula se tensa, así que intento calmarlo.


—Relájate, estás molesto. Lo veo en tu mirada. Respira hondo —trato de seguir hablando cuando el teléfono sobre mi escritorio suena—. Cállate, Noé —le digo antes de presionar el botón del altavoz—. Sí, dime.


—Señor, —La voz de mi secretaria se escucha—aquí está la señorita Reynira Parkes. Me dice que por favor Noé la llame en cuanto termine de hablar con usted.


Dirijo mi mirada a Noé, quien niega con la cabeza. Con una sonrisa, respondo:


—Claro, Catalina. Noé se comunicará con ella en cuanto terminemos.—Cierro la llamada


—Maldición, Noah, no es gracioso, así que deja de sonreír.


—Sí que lo es, Noé, querido hermano.


—Si, quieres algo, nunca me dices "querido hermano" —me interrumpe, lo cual me divierte aún más porque tiene razón.


—Hazlo por mí, porque sabes que yo lo haría por ti y porque nunca te pido nada.


Noé respira hondo y finalmente accede. Saca su celular, llama a alguien y lo pone en altavoz.

Que esto sea un "secreto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora