Oh oh.

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Roier y Robleis continuaban hablando del chisme como si fuera lo único que les importase ahora, si bien el castaño no tenía aún toda la información, apostaría hasta sus calzones porque la "gastritis" de el Mariana sería de las que tienen manitas y piecitos.
Y luego te dicen mamá.
Era de esperarse.
Después de tantas veces que los cacharon en posiciones incómodas y teniendo las manos (y otras partes del cuerpo) encima del otro, se habían tardado.
Ya hasta querían saber con que método se cuidaban, porque debía ser demasiado bueno.

- Sho la verdad no esperaba que durarán tanto tiempo casados.
Mínimo hasta tener la ciudadanía y sha.- comentó Rob semi acostado, se sentía a punto de explotar y ya no encontraba posiciones cómodas para estar.

-Se tienen un amor apache bien raro,  pero, ¿quienes somos nosotros para juzgar?.- dijo Roier mientras se terminaba su helado.- Yo la neta lo shippeaba con Aldo. No sé wey, para mí harían bonita pareja.
Es hasta de esperar que los mejores amigos terminen juntos. Aunque luego tenemos las excepciones como Spreen y Carre.

Rob le dió cierta mirada como si quisiera decirle algo, pero quizás no era el momento.
Esto claramente no pasó por alto ante Roier, ¿Apoco había un chismesito que él no se sabía?
¿Cómo podía ser posible ese suceso?

- Robleis.
¿Algo que tengas que decirme?

Le vio morderse el labio inferior, moviendo la cuchara de un lado a otro en el pote de helado.
Tenía bastantes ganas de decirlo pero no le correspondía.

- Robleis Fargexby.

Oh no, decir el nombre con apellido no.

- Yo te cuento todo y no me parece justo que te guardes chismesito.
Dime, no creo que sea para tanto.

- Si vos decis que no es para tanto, entonces, ¿Para que contarte?
Podés solo olvidarlo.

Levantó la mirada llevándose un susto al ver a Roier frente a él, analizando cada una de sus expresiones.
Se sentia juzgado.
Vale que él juzgaba pero estar del otro lado no le parecía divertido.

- Robleis, somos amigos.
¿No?
Eres el padrino de mis hijos, así que por favor.
Dimelo.

Estaba dudando, una parte de él desde hacía mucho tiempo quería contarle y la otra le gritaba que ya no tenía porque hacerlo.

- Dime o le digo a tu madre quien provocó aquel desastre en la pasarela al llegar ebrio y vomitar sobre la maleta con los diseños.

Uis.
Empezó con las amenazas.
¿A qué le tenía más miedo?
¿A su madre enojada?
O
¿A sus amigos?
A su madre.
Mil veces a su madre.

- SpreenyCarretuvieronalgoquever cuandoteníamos12.- dijo tan rápido que dudó de que se le hubiera entendido, pero lamentablemente Roier tenía un buen oido en este tipo de cosas.

- No me chingues... Que buena broma, neta.
Casi te creo, ahora dime el verdadero chisme.

Rob se le quedó mirando en plan "what?"
¿Por qué no le creía?
Bueno...
Claramente sabía porque no le creía, que incluso cuando él se enteró tardo bastante en asimilarlo.
Porque una cosa era joder a tus amigos diciendo que harían bonita pareja y luego enterarte que SI fueron pareja.

- Roier, boludo.
Spreen fue el primer beso de Carre.

El castaño comenzó a reír al punto que se le iba el aire, que buen chiste le estaba diciendo su amigo.
Lo malo es que al no escuchar alguna carcajada o el "te la creíste" fue cayendo en cuenta que lo decía en serio.
Parece que si hubo cierta historia entre Carre y Spreen, una que él desconocía totalmente.
Y aunque ya había pasado tanto tiempo de eso, sentía celos.

- Rosher mi amor, no encontré más salsa Tabasco, pero conseguí una que se shama igual que tu prima Valen...- apenas regresaban de sus compras de emergencia cuando un muy molesto Roier se les puso en frente.
Si que era rápido a pesar de tremenda panzota...

- ¿¡POR QUÉ NUNCA ME DIJISTE QUE FUISTE EL PRIMER BESO DE CARRE!?

La tensión era tanta que se podía cortar con un cuchillo.
El hibrido paso su mirada a su mejor amigo, quien estaba viendo como opción lanzarse por la ventana, podrá ser hijo de los más inestables del pueblo y tendrá conocimiento en autodefensa, pero Roier hormonal era otra cosa.
Y mejor aquí corrió que aquí quedó.

- ¿Quié-én te inventó tal estupidez?- se aclaró la garganta, que se le había salido un gallo por los nervios.
Mínimo debía intentar actuar ofendido, como si eso fuera una mentira.
Lo malo es que...
No hubo necesidad que lo dijera, al ver a Robleis intentando huir de ahí lo entendió todo.

- Si vos no tuvieras un Minion dentro te metería el puño hasta la garganta.

- No puedo creer que me hiciste tremenda escena de celos antes.¡Y tú te besabas con el chaparro ese!

Carre quiso decir algo pero sabía que calladito se veía mas bonito.
Además pa' que negarlo, si estaba chaparro.

- Fue hace musho, ya no importa.

- ¿"No importa"?
¡Claro que importa!- quizás eran las hormonas hablando o es que el pensamiento de que quizás está vida hubiera sido de Carre le daba un mal sabor de boca.
Todo lo que él tenía, pudo ser de otro.

- Teníamos 12, el boludo estaba shoriqueando porque aún no besaba a nadie y lo besé.
Y sha, no significo nada.

- ¿Y la relación que tuvieron?
¿No significó nada?

La discusión iba a seguir escalando hasta que el sonido de agua caer les hizo voltear hacia donde estaba Robleis, dándose cuenta que al parecer se le había roto la fuente.

- Oh oh.

Bebé 1 naciendo.

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Tenía que hacer esto, lo siento (?)
Mi pasado me sigue y shippeaba re harto (aún lo hago) a Carre y Spreen.
Pensé que sería divertido tocar el tema.

Sproier y shippeo. ¿Hay algo mejor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora