Sproier y shippeo. ¿Hay algo mejor?

Tener un bebé nunca ha sido fácil.

Aunque estaba jugando con el tema de que sus tíos debían meter las trocas al hospital al ser una emergencia, ahora tenían una deuda bastante grande para poder pagar el desastre causado.
Parece que Cochi en su desesperación confundió el acelerador con el freno.
Nadie había salido lastimado, por suerte, solo que ahora la puerta estaba mucho más grande.
Una mejor ventilación si querías verle del lado positivo o un drive trhu bastante eficaz para los flojos que no deseaban salir de su coche.

(...)

Las contracciones continuaban teniendo menos tiempo entre cada una.
Roier en su ignorancia creyó que solo estaría así unos minutos más y luego llegaría el momento de pujar.
Lamentablemente no era así.

- ¿¡Cómo que debo aguantar esto por horas!?- grito con su respiración acelerada aferrandose de la camilla.

- Ay mijo, que el parto puede tardarse bastante.
Contigo fueron 48 horas ya que nomas no salias y a como sabemos, los bebés podrían hacer lo mismo.
¿Apoco creiste que saldrían así de fácil?
Ni que fuera hacer enchiladas.
Lo bueno que aquí sacas dos por el precio de uno porque te me traumas.

Claro que Quackity estaba preocupado por su hijo, pero pos también se estuvo mamando al pensar que esto sería sencillo.
Pocos tenían la suerte de tener un parto rápido.
Si bien le iba sentiría las caderas en una semana, igual no es como si fuera la primera vez...

- SPREEN HIJO DE TU CHIN...

-HEYY QUE ESTOY PRESENTE. - Rubius ya tenía a Quackity para mandarlo alv, no necesitaba que también el mini pato lo hiciera.
Podría entender que era el dolor hablando, pero nadie tenía porque recordarle a su madre de esta forma.

- PERDÓN SUEGRITA... - se mordió el labio aguantando las ganas de llorar.
¿No podía pedir drogas?
Solo poquitas.
Las suficientes para noquear a Spreen en su forma ozito.
QUE PARECÍA QUE SE LE SALDRIA UNA SANDÍA POR ENTRE LAS PIERNAS.

- Respire por favor, que necesitamos una buena dilatación o de lo contrario será necesaria la cesárea. No tiene porque exagerar.- El doctor queria calmar la situación, pero solo le bastó el sentir esas miradas asesinas sobre sí para irse casi corriendo a otra habitación.

¿Él que sabía?
Seguro jamás pasó por ello.

Recibía atención por toda su familia.
Tenía a Alexby limpiando su frente con un paño húmedo, Spreen aguantando como podía que le apretara la mano a poco de rompersela, su madre pasándole un huevo por todo el cuerpo, porque no vaya a ser que traiga mal de ojo.
Vegetta tejiendo lo más rápido que podía unos gorros a juego para sus nietos y los demás...
Bueno, hacían una rápida apuesta de cual bebé nacería primero.

Sabían que no era del todo correcto tener a tanta gente en su habitación, pero todos se negaron a irse de ahí.
Estaba la posibilidad que Sapo Peta hiciera aparición.

- Por favor díganme que el dolor vale completamente la pena.-miraba a todas las "mamis" en la habitación.
Tenía miedo, no sabía como actuar y que tanto sería su aguante.

Si era capaz de resistirlo.

- Cuando tienes a tu bebé en brazos, vale totalmente la pena y estás dispuesto a pasar por ello una y otra vez.
Es el único dolor que vale tanto la pena sufrir.
Aguanta por favor Roier, que Missa y...
Oh, cierto.
¿Qué nombre le pusieron a la niña?
Porque bolita no es adecuado.- preguntó Rubius acercándose hasta al castaño dándole un poco de hielo picado al notarle con sed.

- ¿Vos qué sabés, ma?

Y ese otro apretón fue un "te callas o te callo" muy entendible.

- Tenemos unos cuantos nombres pero  no podés solo tomar cualquiera sin saber si le queda.
Estábamos esperando a tenerla acá para decidir.
Missa fue obvio pero recuerdenme putear a Juan por no contar que eran dos.

Querian seguir la conversación pero la puerta se abrió teniendo a unos de los guardias dejando pasar a una enfermera a punto de las lágrimas.
Que ni un segundo tenía y un arma le estaba apuntando a la cara.

- Ve-vengo por el joven Roier.- su voz se quebraba un poco y se negó a levantar la mirada, el suelo se veía más interesante.

- ¿Y sus tacos de qué los quiere?
Se supone solo estamos esperando que dilate. No pueden sacarlo de acá sin nuestro permiso.- Quackity se negaba a bajar su pistola, mejor prevenir que lamentar.

- Queremos... - tragó saliva sin mover ni un músculo.- queremos dar una rápida revisión y ver si será necesario llevar a cabo la cesárea.
En base al expediente eso ya estaba previsto. Es totalmente rápido y seguro.

Dudaban mucho de eso.
Nadie podía tocar a Roier a este punto.
Que incluso solo habían llegado al hospital para cualquier cosa, no iban a arriesgarlo a tener un parto en casa sin la indumentaria adecuada.

- ¿Algo seguro?
Lo que si es seguro es que podemos hacer un pinche desmadre acá si alguien que no sea de nuestra confianza toca a mi hijo.

Ese de ahí ya no podía ser Quackity.
Big Q había aparecido.
Esperando hasta el parto para dar rienda suelta a esta parte suya y se negaba a volverla a esconder de aquí a que hicieran pagar a Sapo Peta por todo el daño.

- Y-yo... - miraba a todos a su alrededor, no solo a quienes tenían armas escondidas entre la ropa, si no a aquellos híbridos que no dudarían en entrar en su modo salvaje.
Era más seguro meterte a una mina sin inventario que estar un segundo más en aquella habitación.

Solo pudo salir corriendo con las manos sobre el rostro perdiéndose entre los pasillos antes que algo le pasará.

- Ma, no puedes estar amenazando a la gente.

- Te recuerdo que yo soy el adulto acá, chamaco baboso.

La salida de emergencias se abrió mientras aquella "chica" se quitaba aquel uniforme robado y la peluca castaña para dejar ver su rubia cabellera.

-"Será fácil levá-lo para Roier, Forever." "Apenas aja como uma enfermeira fofa e coloque-o na cadeira de rodas, Forever."
Se fosse tão fácil, faça você mesmo. Estúpido.

(-"Será fácil llevarte a Roier, Forever". "Solo actúa como una linda enfermera y ponlo en la silla de ruedas, Forever".
Si fuera tan fácil, hazlo tú mismo. Estúpido.)

Gruñó sacando su celular esperando que tuvieran un plan b.
No habían ido hasta ese pueblo por nada.

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Woops
Parece que aún no.