Flores y una dolorosa verdad.

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Willy no sabía como empezar está conversación, para él era bastante jodido ser quien se encargaría de dar las malas noticias y era obvio que seguía sin tener la total confianza de sus amigos después de los errores que cometió.
Pero sentía que esto era una forma de hacer el intento de recuperarlos, se había sentido bastante solo y después de mucho pensar, era claro que cada acusación de sus amigos hacia Sapo Peta tenía buenos fundamentos.

- Descubrí que una de las flores en el amuleto se usa para... - tragó saliva mientras se pasaba la mano derecha por la nuca - para abortar.

Luzu le dió un fuerte golpe a la pared buscando calmar la irá que se había acumulado dentro suyo.
Si bien ya lo sospechaba, había querido creer que Sapo Peta no sería tan maldito como llegar a esos extremos.

Willy dudó de seguir hablando pero ya que había empezado, debía terminar.

-Lo que no entiendo es porque dársela de esta forma, se supone que para tener efectividad debería estar tomándola.
Tiene que existir un conjuro, hechizo o algo en esto como para que sea usado de esta manera.
Quizás la combinación con las otras flores o algo que esté oculto entre el hilo rojo que la forma es lo que ha provocado el malestar de Roier pero no a tal punto de lograr su cometido.

- Sabía que estábamos dejando de confiar en él y no sería tan imbécil como para darle algo extraño a Roier.
Cualquier cosa sería examinada y lo expondría.- contestó Veg dándole un gran trago a su copa de vino. Había tenido que agarrar una botella para mantener los nervios en línea.- Bien puede estar buscando debilitarlo para que sea más sencillo atacar.

- Entiendo.
Pero parece que no es lo peor.- rebuscó entre su chaqueta sacando un pedazo de papel algo dañado que tenía inscripciones extrañas, parecía que alguien intento quemarlo para borrar cualquier evidencia pero no había servido.
- Si bien el amuleto era para que Roier perdiera al bebé, ya que su sola existencia afectaba todo su plan, no es lo único que buscaba. Él jamás tuvo en mente que Juan sería capaz de curiosear tanto entre universos como para saber lo que sucedería aquí. Quería que Spreen y Roier se separaran, hicieran su "revolución" y así poder tomar el control de aquí. Como debió ser desde hace mucho.
Ya no podía simplemente iniciar de cero aquí.
Él piensa que está haciendo lo que los Dioses buscan y eso es; mantener el orden.

- ¿Orden?
Una jodida mierda Guillermo.
¡Quiso matar a mis nietos!
¿Qué puto enfermo hace eso?- gritó Quackity teniendo una mueca de dolor al haberse movido tan brusco. Luzu rápidamente fue a auxiliarlo revisando que no se hubiera arrancado el suero.
Tenía que calmarse, no quería ser el causante de que el bebé en su vientre sufriera.

- El mismo enfermo que mato a Brayan.- Nunca les dijo que él también recordaba a Brayan, ni que había tenido alucinaciones donde juraba haber estado aquel día cerca de la mina que fue la tumba del chiquillo.
Dudaba de todo lo que sucedió ese día, era como si algo se pusiera entre las memorias buscando alterarlas.

Rubius se desplomó, dejando que las lágrimas cayeran sin importar nada, aunque quería mantener la calma para no terminar hospitalizado, no podia.
Esto no era un dolor físico.
Por fin confirmo lo que tanto temía.

- Debemos matarlo...- escupió Spreen mientras abrazaba a un dormido Roier.
Agradecía que no estuviera enterandose de todo esto pero tarde o temprano tendría que contarle.
Se había negado a dejarle solo en la habitación, la paranoia había aumentado tanto que sin importar que sucedería, estaba dispuesto a morir por él.
Y Carre estaba en la misma situación.
Si bien sabía que el ataque había sido directo a sus amigos, ¿Quién le aseguraba que luego no iría por él y Rob?

- ¿Matarlo?
Eso sería demasiado bueno para él.
Merece sufrir.- Gruñó Quackity siendo abrazado por su esposo, fue lo único que se le ocurrió para evitar que siguiera moviéndose.

- ¿Quieres que seamos como él?
¿De que serviría?
No nos va a devolver todo lo que perdimos.

- Le vamos a devolver todo lo que causó.
Haremos que sienta que incluso llegar al infierno sea lo mejor que puede pasarle.
Sapo Peta se metió con nosotros, con nuestros hijos y peor aún, con nuestros nietos.
¿Crees que merece tener la oportunidad de librarse de pagar por ello?- aunque Vegetta estaba consolando a Rubius, seguía sintiendo su sangre hervir, tenía tantas ganas de ir tras Peta y molerlo a golpes, verle sufrir, suplicar.
Y sabía que encontrarían la manera de hacer que pagara por sus pecados.

Ni los Dioses podrían salvarlo.

- Aunque sé que dijimos que íbamos a esperar al nacimiento de estos bebés, tiempo es lo que menos tenemos.
Y si he de morir para hacerle pagar, estoy dispuesto a tomar el riesgo.

Parece que Sapo Peta tenía mucho que ver aquí desde antes de saber de su existencia.

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Si me van a funar por esto, ni modo (?)


Sproier y shippeo. ¿Hay algo mejor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora