Amor ≠ Obsesión y todo cobró sentido.

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Sabía que estaba haciendo las cosas mal, pero Roier llegaría a entender sus razones.
A veces hay que cometer locuras por amor y la más grande que estaba haciendo era...
¿Secuestrar?
¿Ésto cae en la definición de secuestro?
Si bien fue en contra de su voluntad, tenía razones suficientes para hacerlo ya que no podía permitir que ese desastroso futuro llegase.
Tomenlo como una forma de proteger lo que es suyo.

Se había unido a Sapo Peta creyendo que era el único cuerdo en este pueblo de locos que no hacía nada para evitar la tragedia.
¿Cómo pudieron siquiera permitir que tuvieran un bebé?

Pero no importa, él sería el mejor padre.

Admiraba el rostro de Roier, sintiendo como si solo estuviera dormido cómodamente entre sus brazos, tenían que aprovechar esto para darle más tiempo a Sapo de continuar con su plan.
Entendía que había una manera de cambiar el presente y futuro, aunque no lo entendía del todo, parecía lógico.
Tenían que deshacerse del problema, sacarlo de raíz.

Y él estaba dispuesto a dar todo por él.

Mientras ellos huían el desastre recién empezaba en el hospital.

Spreen estaba más que cabreado, había sido un total imbécil al dejarles ir a sabiendas que estaban en una gran desventaja.
Creyó tontamente que estarían seguros, que no había forma que alguien ajeno a ellos pudiera siquiera entrar sin permiso a los pisos en donde se encontraban.
Su paseo solo duraría máximo 10 minutos pero cuando tardaron más de lo esperado fueron en su búsqueda, creyendo que quizás Quackity estaba peleando con alguna viejita por sus joyas, pero al escuchar el grito de aquella enfermera y notar aquel gorro azul tirado en el suelo todas las fuerzas desaparecieron y creyó que su corazón había dejado de latir.

Roier no estaba ahí.

Alguien se lo había llevado y temía que no le volviera a ver.

Luzu rápidamente fue a auxiliar a su esposo, mataría al jodido imbécil que se atrevió a hacerle esto.
Estaba aguantando las ganas de llorar al ver que no reaccionaba.
Sus manos temblaron mientras le tomaba del rostro, rogando incluso a todos los demonios porque no se lo llevarán, no podían.
Él daría su vida por Quackity.

Un suspiro de alivio salió de entre sus labios cuando sintió los latidos de su corazón, eran débiles pero ahí estaban.

- Os juro por todo lo sagrado que si mi esposo no reacciona, ustedes están más que muertos.- ni siquiera se podía tomar como amenaza, era más un aviso de lo que les depararía si no hacían lo que él quería.
Le cargo con cuidado para llevarlo a la habitación más cercana, su sangre hervía y sentía como su labio sangraba al haberse mordido en la desesperación sentida.
No podía perder a su familia, no otra vez.
Se rompería con ello.

¿Cuál es el plan?

¿Qué mierda vamos a hacer Luzu?

¡Ese hijo de puta se llevó a Roier!
Y no pudimos hacer nada para evitarlo.

Todos hablando a la vez, él solo podía enfocar su atención en Quackity mientras esté seguía inconsciente siendo conectado a varias máquinas.

Llevo ambas manos hasta su cabello jalando este hacia atrás en desesperación hasta que algo pareció tener sentido.

- Él no sabe que es lo que hace.- susurró confundiendo a todos.

- ¿De qué coño hablas?- Rubius no entendía nada.
¿Por qué dice eso?
¡Claro que sabe lo que hace!
No podía estar ahí actuando sin un plan de por medio. ¿Verdad?

- Él tuvo muchas oportunidades para llevar a cabo lo que sea que quiere hacer. Incluso desde el día en que le dió el amuleto a Roier pudo solo llevárselo siendo que no lo teníamos tan sobreprotegido en ese entonces.
Creyó que eso sería suficiente y ahora está haciendo todo sin siquiera analizarlo lo suficiente.
Si no, ¿Por qué está tan desesperado por evitar el nacimiento del bebé?

- De los bebés, que son dos, Luzu.- habló Vegetta intentando seguirle el hilo al castaño.

- Pero él no lo sabe, nadie de los que están de su lado lo saben.
Por eso no funcionó lo que quería hacer. Preparó aquellas plantas para deshacerse de un bebé, al ser dos el efecto no fue el mismo.- No era una locura, que los únicos en saber de la existencia de un segundo bebé eran solo los héroes, la noticia no se había divulgado al haber sido una sorpresa. Que ni siquiera en el hospital estaban al pendiente de ello.
Lanita al ser la única doctora de confianza de los chicos era quien seguía al pendiente del embarazo hasta tal punto.
Los demás solo eran sus asistentes.

- Estás diciendo que secuestró a Roier, ¿Cómo medida desesperada?
¿Y por qué no se llevó también a Quackity?

- Podría decir una mierda como; "sabe que ya estaría muerto si hubiera intentando llevarse a Quackity" o "Solamente buscaba a Roier al ser el punto débil de todos aquí."
Pero hay alguien más involucrado que no dudaría en ser parte de esto solo para tener a mi hijo a su lado.

- Cellbit...- gruñó Spreen mordiendose el labio con tanta fuerza hasta hacerse sangrar,
Se había quedado quieto en una esquina de la habitación cargando entre sus manos la bandana de Roier, aferrandose a esta como si fuera lo más preciado de su vida.- Ese maldito hijo de puta pudo dar la idea de shevarse a mi prometido y hacerle una mierda similar a lo que sucedió con mis suegros.
No se va a rendir hasta tenerlo solo para él.

Se colocó la bandana en la cabeza, notando las miradas entre sus padres y Luzu.

Parece que alguien más haría aparición aquí mientras Quackity reaccionaba.
Pudieron detener temporalmente a Big Q, pero seguían existiendo; Evil Luzu, Lobo nocturno, El bromas y...
Quizás con ellos un nuevo antihéroe listo para joder a quienes se han metido con su familia.

- Que empiece la cacería.

Parece que el tiempo se acaba, Sapo Peta.
Y está vez puede que ni los Dioses te puedan salvar.






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La depre no puede conmigoooo

Sacad las armas que hay una recompensa por la cabeza de Sapo Peta y un gatinho.

Sproier y shippeo. ¿Hay algo mejor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora